El profesor de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad regional y miembro del Centro Regional de Estudios del Agua, Máximo Florín, ha recordado hoy que las llanuras de inundación son una parte importante de los ríos, que resultan necesarias para evacuar agua cuando éstos llevan un mayor caudal.
En declaraciones a Efe, Florín ha considerado que ante el importante papel ecológico que juegan se debe desaprobar la petición de algunos colectivos de limpiar y canalizar los cauces de fluviales.
El profesor de la UCLM (Universidad de Castilla-La Mancha) ha señalado que las llanuras de inundación cumplen una función fundamental en una zona como ésta, típica de clima mediterráneo, donde varían los periodos muy húmedos y periodos muy secos, en la cual los ríos pueden llevar, de manera natural, mucha o muy poco agua.
Así, ha recordado que «cuando los ríos llevan mucha agua necesitan las llanuras de inundación para evacuarla y si se construye en este espacio, o si canalizan, rectifican y dragan los ríos, privándoles de conexión con su llanura de inundación, se corre un grave riesgo».
Este riesgo, ha explicado, es análogo al que se corre si se llena de agua hasta arriba un frasco que se mete en el congelador, en la bañera donde nos bañamos o en una olla puesta a hervir, porque irremediablemente, el agua se saldrá del frasco, de la bañera o de la olla, igual que se sale de los canales.
En la vida cotidiana, la sociedad está habituada a tener precaución no llenando hasta el borde frascos, bañeras y ollas, sin embargo, «está perdiendo la noción de la capacidad de los cauces fluviales».
Por otro lado, ha lamentado que aunque las autoridades son conscientes de hasta dónde llegan los ríos el interés «lucrativo» de varios grupos fuerza la reducción de los cauces fluviales «a su mínima expresión».
Por este motivo, Máximo Florín ha abogado por desarrollar plenamente el programa de Dominio Público Hidráulico (DPH) de los ríos, una medida que, a su juicio, es fundamental para ordenar los usos de estos espacios.
Aún hay muchos tramos fluviales sin deslindar, en otros casos el deslinde es inferior al ámbito fluvial, en ocasiones no se respeta el Dominio Público Hidráulico y, en general, las razones que hay detrás son de índole económico y no dependen tanto de la incompetencia y la dejación de la autoridad en materia de aguas.
Según Florín, las Confederaciones Hidrográficas son organismos «excesivamente frágiles» y con su estructura y funcionamiento actuales no pueden enfrentarse a determinados grupos de presión.
Por otro lado, ha afirmado que no es lógico el uso del suelo que se hace de las llanuras de inundación, especialmente en el caso de La Mancha, donde la horizontalidad del terreno permite la urbanización en muchas zonas de las llanuras de inundación