El secretario general de la organización agraria exige subvenciones ligadas a la producción y un techo de ayudas por explotación
«Si no sabemos el dinero que va a haber, es difícil mantener una posición concreta». Con estas palabras el secretario general de la organización agraria UPA dejó ayer claro que el quid de la reforma de la PAC de la Unión Europea se cuenta en euros. «Aun siendo conscientes de que la situación económica es complicada, no renunciaremos ni a un solo céntimo del presupuesto que venimos recibiendo en los últimos años», manifestó Julián Morcillo durante una reunión que mantuvo ayer con el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha.
El representante de UPA declaró que es «fundamental saber cuanto antes de qué presupuesto disponemos». Aparte de las cifras, también planteó una detallada lista de necesidades que quiere ver en la reforma de la Política Agrícola Común que la UE pondrá en marcha a partir de 2013. En el apartado de las subvenciones, exige que se marque un «techo de ayudas» por explotación y demanda que siempre vayan condicionadas al mantenimiento de la producción agraria. «La Comisión sigue en la misma línea de desacoplamiento y a nosotros no nos sirve», lamentó Morcillo, «no entendemos que una ayuda llegue a donde no se está produciendo».
Otra de sus reivindicaciones pasa por llevar a los agricultores en activo los fondos que la PAC reserva al apartado de desarrollo rural. El consejero de Agricultura, que estuvo pendiente de las reclamaciones de Morcillo, seguirá reuniéndose la semana que viene con otras organizaciones para redactar un documento único de Castilla-La Mancha sobre la reforma de la PAC.
José Luis Martínez Guijarro por el momento admitió coincidir con UPA en algunos aspectos. En el apartado económico, reconoció que las negociaciones coinciden en una época de «restricciones presupuestarias», pero abanderó que la agricultura «no ha sido la causante de la situación económica actual y no tiene que ser el sector que haga mayores esfuerzos presupuestarios».