Los libros de geografía del futuro podrían dejar de situar la desembocadura del Júcar en su actual ubicación. El estuario se localizaría cuatro kilómetros más arriba si sale adelante una propuesta que la Generalitat ha presentado ante la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). En ese escrito se plantea dejar sin caudal los últimos cuatro kilómetros del río (4.200 metros en concreto) del tramo comprendido entre l’Assut de la Marquesa y la desembocadura y permitir que el mar se apodere de ellos, una situación que ya se produce en la actualidad. De esa forma, el caudal del río llegaría únicamente hasta l’assut, emplazamiento desde donde parte el trasvase Júcar-Vinalopó que enviará hasta 80 hectómetros cúbicos al año a Alicante.
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda ha presentado una propuesta dentro del proceso de planificación hidrológica que tiene abierto la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) con la elaboración del llamado Esquema de Temas Importantes (ETI), una herramienta clave para la configuración del futuro Plan Hidrológico de Cuenca.
El departamento sostiene que para evitar la intrusión salina en los últimos cuatro kilómetros del cauce del Júcar sería necesario que lleguen a la desembocadura 30 metros cúbicos de agua por segundo, una cantidad que desde el Consell consideran «imposible» ya que en los últimos tiempos únicamente en ocasiones concretas se han alcanzado los cinco metros cúbicos por segundo. Lo que viene a plantear la conselleria y apoya en estudios técnicos de la Universitat Politècnica es que la pequeña cantidad de agua dulce que llega a los últimos kilómetros del río acaba por pudrirse, lo que tiene un efecto pernicioso en el ecosistema de la zona, estropea la calidad del agua y por ello es preferible que no llegue. Los términos concretos de la alegación plantean que los informes de los expertos avalan esta decisión y señalan que dejar el Júcar con un pequeño caudal hacia la desembocadura resulta más perjudicial que beneficioso. Medio Ambiente apunta que su propuesta no es una alegación al ETI sino la parte de este documento que el departamento redacta como organismo competente en aguas de transición y costeras, como ocurre en este caso.
La propuesta del Consell choca además con los planes de la propia CHJ que acaba de sacar a información pública el proyecto de reconstrucción de l’Assut de la Marquesa y la restauración de su entorno en Cullera.