Los vecinos de Argamasón podrán respirar tranquilos aunque vean llover. Lo harán gracias a las obras que la empresa Tragsa está llevando a cabo, por encargo de la Confederación Hidrográfica del Júcar, para adecentar la rambla y construir nuevos puentes, evitando desbordamientos como el que sufrieron este verano.
En agosto, una tromba arrastró piedras y hierbas taponando los puentes de la rambla de Argamasón, que aunque a diario va seca es el cauce natural de las lluvias que caen en la zona de Pozuelo, Peñas de San Pedro, Sahúco… Algunas casas bajas se inundaron y las calles quedaron hecha una pena, llenas de barro y piedras.
El Ayuntamiento de Albacete presionó a la Confederación del Júcar y al final ha conseguido que el organismo invierta más de 170.000 euros en unas mejoras que, según los técnicos, evitarán que se repita esta situación. El concejal de Sostenibilidad, Ramón Sotos, anunció ayer que las máquinas ya están trabajando, tras haberse realizado un estudio detallado de la rambla.
Lo que se va a hacer es demoler los dos puentes que atraviesan ahora la rambla para conectar los dos barrios de Argamasón y construir una nueva comunicación de mayor dimensión para evitar que los arrastres los taponen. El nuevo puente que se montará tendrá más de 10,5 metros de anchura, de tal manera que para el paso de los vehículos se dejará una calzada de unos seis metros y un par de arcenes para el paso de peatones de casi dos metros. Esta pasarela se montará sobre cinco grandes ojos, que se supone dejarán pasar con libertad el agua y los arrastres cuando llueva.
Además de este puente, se montará otra pasarela de 14 metros de longitud y 1,5 metros de anchura y a la altura del colegio se habilitará un acceso para vehículos de emergencia. En el colegio de Argamasón también se intervendrá, demoliendo el vallado del patio del centro educativo que, al parecer, invade en parte el cauce natural de la rambla. La nueva valla se retranqueará evitando que sea un obstáculo para el agua.
Las obras estarán terminadas en el plazo de dos meses o dos meses y medio, y llevan consigo también la limpieza del cauce. El alcalde, Agustín Molina, se congratuló de la realización de estas obras, pues si bien no es que la pedanía se inundase con mucha frecuencia, sí que andaba preocupado por la cuestión, «una inundación es imprevisible, lo mismo nos ocurre dos veces en mes y medio que no pasa en tres años, pero el asunto es serio y debía corregirse».
La mejora de la rambla de Argamasón es una de las actuaciones que se iban a incluir en el plan de prevención de avenidas de la ciudad de Albacete que, según anunció Sotos, en breve plazo la Confederación Hidrográfica del Júcar hará llegar a los técnicos municipales para su estudio.
Inundaciones y ósmosis
La empresa Agrupación Mediterránea de Ingeniería lleva casi un año estudiando los riesgos de inundaciones de la ciudad y las medidas a adoptar; así no sólo se ha estudiado la capacidad de desagüe del Canal de María Cristina, sino que se supone planteará soluciones para evitar inundaciones como las ocurridas hace tres años en la zona de los Llanos, a donde van a parar las escorrentías de la zona de Chinchilla.
El concejal de Sostenibilidad aprovechó para anunciar que las obras de la planta de ósmosis inversa, que también paga la Confederación del Júcar, ya se han iniciado. También «marchan a buen ritmo», dijo, las obras del mirador de la Fiesta del Árbol que será «visible, aunque no estará abierto al público» en primavera y la adecuación como camino natural del Canal del Salobral.