Resulta cuanto menos curioso que Barreda hable de sequía mientras fuera del lugar del mitin llueve a cántaros. Pero, salvo que se tenga una memoria de pez, los vecinos de La Mancha saben de sobra que ayer pudo haber tormenta, pero que nadie les asegura que dentro de unos meses empiece un nuevo periodo de sequía. Por eso, Barreda llegó ayer a Bolaños de Calatrava, en Ciudad Real, aireando que traía una buena noticia. «Hoy me han comunicado que se han adjudicado las obras de un nuevo tramo de la Tubería de la Mancha, con importe de 90 millones de euros, nada más y nada menos», anunció. Y de esta forma el candidato socialista puso buena cara al mal tiempo.
La Tubería Manchega se nutre del agua de los embalses de cabecera del Tajo, de Entrepeñas y Buendía, justo de donde nace el trasvase al Segura. De todas formas, Barreda aclaró ayer que una cosa y la otra no se parecen en nada. Definición del candidato socialista del Tajo-Segura: «Una cosa es un trasvase de cuenca a cuenca, de pantano a pantano, de hasta 600 hectómetros y para todo tipos de uso». Definición del candidato socialista de la Tubería Manchega: «Otra cosa es un sistema de abastecimiento de agua potable para 59 municipios y 600.000 paisanos». Barreda tiró ayer de pedagogía, como le gusta decir, pero echó en falta que entre sus alumnos esté Cospedal. «Ella equipara una cosa con otra y dice que le da igual que vaya el agua a Murcia a que venga aquí», denunció.
El candidato socialista no es la primera vez que saca a colación la importancia de la puesta en marcha de la Tubería manchega. Al igual que ha hecho en otros mítines por la zona, insistió en que esta obra servirá para garantizar que «tengamos agua en cantidad y calidad para que nunca pase más un verano de los que abríamos el grifo y no había agua». El público asintió demostrando que saben de lo que hablaba el candidato, a pesar de que fuera corrían arroyos entre acera y calzada.
El Estatuto ahogado
Barreda también explicó el anuncio en el último mitin de la jornada, que se celebró en Ciudad Real y con la compañía de su candidato a la Alcaldía, José Valverde. Él, que hace un año era consejero de Presidencia, sabe bastante de las reclamaciones de agua que llevaba el Estatuto porque fue el encargado de negociarlo por parte del Gobierno regional.
«¿Por qué era importante el Estatut?», preguntó Barreda poco antes de dar la respuesta, «entre otras cosas porque ahí aprobábamos medidas muy importantes en relación con el agua que nos favorecían mucho a Castilla-La Mancha». En concreto, al principio se pidió la caducidad del Tajo-Segura en 2015 y luego se cambió la reclamación por una reserva estratégica para toda la Región de 4.000 hectómetros cúbicos.
En la tramitación del Estatuto, Barreda exhibió la «incoherencia» de Cospedal. Le faltó un mapa de escuela para explicar cómo actuó en cada sitio. «En las Cortes de Castilla-La Mancha, votó a favor porque no se atrevía aquí a votar en contra», señaló, «cuando hubo que defender el Estatuto en el Congreso en Madrid, no lo hizo».