Castilla-La Mancha aumenta su demanda hidrológica un 15,6%, Cataluña, un 8,2%, Aragón, un 5,6% y Andalucía, un 3,7%
El volumen anual de agua utilizado en los regadíos agrícolas de toda España creció en 2009 un 3,9%, hasta alcanzar una cifra global de 15.909 hectómetros cúbicos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, la distribución de las variaciones de consumos es muy desigual en cada comunidad autónoma, siendo la Valenciana la que consigue, en contraposición a otras regiones, un notable ahorro del 3,9%.
Con 1.451 hectómetros cúbicos empleados en los regadíos de la Comunitat Valenciana, esta representa el 9,1% del total de consumo agrario anual de España. Extremadura se sitúa en parámetros similares, con 1.494 hectómetros de consumo, el 9,4% del total estatal y un 3,8% de ahorro sobre el ejercicio anterior.
El resto de las comunidades autónomas con fuerte presencia del regadío presentan incrementos del consumo, algunos de ellos muy notables, que se dan precisamente en regiones como Castilla-La Mancha, Aragón o Cataluña, todas ellas colindantes de la Comunitat Valenciana. Se trata de tres casos con los que mantiene la Comunitat largos contenciosos por el futuro de los trasvases; bien del existente, el del Tajo, o posibles, como el del Ebro, y también por el control de ríos compartidos, como ocurre en el caso del Júcar, del que los manchegos pretenden incrementar sus dotaciones en detrimento de los riegos históricos valencianos.
Castilla-La Mancha es la región que más ha aumentado el consumo de agua para riego agrícola, con un 15,6% de incremento en 2009, lo que sitúa su gasto anual en 1.804 hectómetros cúbicos, más de 350 por encima de la Comunitat Valenciana. Este consumo ya representa el 11,3% de toda España.
Los regadíos de Aragón han aumentado menos, un 5,6%, pero en términos absolutos consumen más que los valencianos: 2.301 hectómetros cúbicos, el 14,5% nacional.
Por lo que respecta a Cataluña alcanzó en 2009 una cifra de consumo en regadío muy similar a la valenciana, con 1.447 hectómetros, pero esto representó un aumento del 8,2%, el cuarto más alto entre todas las regiones.
Andalucía, la región con más regadíos (por su enorme tamaño), es también la que más consume, con 3.667 hectómetros, el 23,1% del total, y en 2009 aún creció un 3,7%.
Castilla y León se sitúa en tercer lugar por consumo global, con 2.169 hectómetros (detrás de Aragón), y en quinto por aumento porcentual, con el 7,6%. La Rioja incrementó en un 13% su consumo de agua, pero para un valor absoluto moderado, de 273.990 hectómetros, que supone sólo el 1,1% nacional.
Cítricos ahorradores
Murcia quedó prácticamente igual, con 526 hectómetros, el 3,3% del total, lo que supuso un leve incremento del 0,8%.
Una autonomía que también creció de forma destacada fue la de Navarra: un 15,2% (segunda en aumento, tras La Mancha), con un volumen total de 499 hectómetros.
Igualmente fue muy notable el aumento del consumo en las autonomías donde el regadío tiene escasa presencia, por su limitación geográfica (las islas) o por su régimen más lluvioso (cornisa cantábrica). Todas ellas juntas representan sólo el 1,8% del regadío español y, aunque aumentaron su consumo un 35,3%, esto tiene poca incidencia, pues se trata de un valor conjunto de 274.595 hectómetros.
En general es de destacar la tendencia a aumentar el regadío en comunidades que décadas atrás lo utilizaban mucho menos y su estabilización o incluso reducción en las que tienen más larga tradición de cultivos más intensivos, basados en la necesaria utilización del agua, como es el caso de la Comunitat Valenciana.
Viendo la evolución por cultivos también se aprecia esta tendencia. Los herbáceos acaparan el 47,7% de toda el agua utilizada en el campo, con un aumento anual del 10,4%, mientras que en cítricos y frutales se experimenta un ahorro o retroceso del 2,5%, con el 17,6% del total del agua; patatas y hortalizas bajan un 8,1% y gastan el 7,4%, y olivar y viñedo bajan un 8% y emplean el 17,7%.