La nueva consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha asegurado en sus primeras palabras tras jurar su cargo que son tres los retos que ha de afrontar en esta legislatura: el problema del agua, el escaso peso del productor en la cadena agroalimentaria y el problema del envejecimiento del campo.
En declaraciones a los medios, Soriano ha subrayado que asume estos retos «con ilusión» y tratando de poner en ellos todo su «esfuerzo y voluntad», al tiempo que ha asegurado «conocer» bien la materia de esta Consejería «por todo el trabajo realizado en este área». «Además cuento con magníficos profesionales que me van a ayudar a afrontar los problemas que venimos a resolver», ha apostillado.
Soriano, que ha indicado que la su departamento «también engloba áreas como el Desarrollo Rural y el Medio Ambiente», ha recalcado que «es momento de afrontar un Gobierno con un planteamiento de transparencia y austeridad», en el que «hay que atender a todos los sectores».
«Vengo con voluntad de diálogo de escuchar todas las iniciativas que se me puedan ir planteando de manera razonable», ha añadido, agregando que asume el reto «con prudencia pero también con valentía».
Sobre la situación de la Agricultura en la región, Soriano ha indicado que «está pasando por situaciones difíciles», por lo que hay que abordarla para que «no solamente tenga pasado, sino también presente y un buen futuro».
La titular de Agricultura ha finalizado su intervención agradeciendo a su familia «todo el apoyo recibido a lo largo de toda la vida».