Mientras Cospedal asentía a sus palabras, la nueva consejera de Agricultura reiteró ayer que «Castilla-La Mancha es una Región eminentemente agrícola y tiene que seguir siéndolo». María Luisa Soriano hizo de su primer discurso toda una defensa del campo como sector económico capaz de «contribuir a superar esta grave crisis económica que estamos atravesando».
La nueva consejera hizo un diagnóstico de la situación que ha podido conocer en los años que ha sido diputada regional y portavoz de temas agrarios. «He tenido oportunidad de visitar muchos pueblos, hablar con muchos agricultores y ganaderos, y veo que el campo padece desazón por la escasa rentabilidad de muchas explotaciones y preocupación por los precios que obtienen los agricultores por sus productos», resumió. Dijo que no se puede seguir mirando «impasible» cómo son pocos los jóvenes que se incorporan al campo o los problemas de comercialización y desequilibrios financieros que atraviesa el sector. Sobre todo hizo una mención especial al tema del agua. «En el PP siempre hemos creído en un pacto nacional del agua que garantice el agua sin entrar en confrontaciones», explicó.
Soriano hizo repaso de algunas iniciativas que va a tomar como la puesta en marcha de un Centro de Innovación y Desarrollo Agroalimentario, «que garantizará que nuestra agricultura, ganadería e industrias agroalimentarias tengan futuro, que pasa por la innovación, productividad y competitividad». Soriano tuvo palabras para las cuestiones ambientales, que también asumirá ahora en su cartera para las que dijo que mostrará una «especial sensibilidad».