Los cinco embalses de la provincia de Cuenca han experimentado en la última semana un descenso global de 8,93 hectómetros cúbicos, sobre todo por el comportamiento registrado tanto por el pantano de Alarcón (-4,03 Hm3) como por el de Buendía (-3 Hm3).
El comportamiento de los pantanos de nuestra provincia en las cuencas hidrográficas de los ríos Júcar y Tajo durante la última semana se ha traducido en un descenso global de las reservas hídricas de casi 9 hectómetros cúbicos (8,93 Hm3), según los datos hechos públicos por las Confederaciones Hidrográficas de ambos ríos.
El principal culpable de esta tendencia a la baja ha sido el embalse de Alarcón, que en el citado periodo, ha visto cómo su nivel se ha reducido en 4,03 hectómetros cúbicos, por lo que, en la actualidad, mantiene retenidos un total de 718,5 Hm3, lo que equivale al 64,27 por ciento de su capacidad máxima, estimada en 1.118 Hm3.
Sin dejar la cuenta del río Júcar, indicar que el pantano de Contreras ha descendido 1,39 hectómetros cúbicos de agua y, ahora, se encuentra al 50,40 por ciento de su capacidad, al tener ocupados 429,60 de los 852,4 Hm3, que es capaz de almacenar como máximo.
Y, por lo que respecta al tercer embalse conquense del Júcar, La Toba, indicar que ha sido el que menos agua ha perdido, cifrándose el descenso en poco más de medio hectómetro cúbico (0,51 Hm3). De ahí,que a 4 de julio retenga 6,19 hectómetros cúbicos, que equivalen al 63,7 por ciento de su capacidad máxima (9,7 Hm3).
Ya en la cuenca hidrográfica del Tajo, señalar que el embalse de Buendía ha perdido en la última semana 3 hectómetros cúbicos y su nivel se sitúa en estos momentos al 45,2 por ciento, puesto que retiene 742 de los 1.639 Hm3 que es capaz de almacenar.