El nuevo Gobierno se amparará en las leyes actuales para defender el agua para la Región con dos principios; prioridad de la cuenca cedente y garantía de uso presente y futuro
Luis J. Gómez / Toledo
Poco ha tenido que esperar el nuevo Gobierno para ‘bautizarse’ con el problema del agua en Castilla-La Mancha. En concreto han sido alrededor de diez días, los que ha tardado la Comisión de Explotación del Tajo-Segura en autorizar un máximo de 270 hectómetros cúbicos disponibles para trasvase a Levante para el próximo semestre. Se trata de una previsión tanto para abastecimiento humano como para regadío.
El portavoz del Ejecutivo autonómico mostró ayer un único camino para poner fin a la guerra del agua: «Un auténtico plan hidrológico confeccionado para dar solución a todos los problemas de agua que hay en España». Leandro Esteban insistió en que la planificación hidrológica nacional ha sido la única fórmula de solución de este problema. «Por ese camino y esa senda vamos a continuar, y vamos a intentar tratar de liderar», apostilló.
Pero antes de que llegue ese plan hidrológico nacional, el portavoz proclamó ayer cuáles van a ser los dos principios que va a defender el PP como Gobierno. Se trata por un lado de la prioridad de la cuenca cedente, y por otro de la garantía de uso presente y futuro del agua en Castilla-La Mancha. «Son principios claros, básicos, irrenunciables y están consagrados en nuestra legislación», recalcó.
La prioridad de la cuenca cedente, que ya recogen las leyes, es clave a la hora de aprobar trasvases a Murcia, porque en ese caso la cuenca cedente sería la del Tajo y tendría capacidad de decisión sobre la receptora, que es la del Segura. Otra cuestión es que este principio lleve recogido en la legislación durante años, pero tampoco se ha visto plasmado de forma clara en la práctica.
Al respecto, Esteban no quiso pronunciarse ayer por la cifra en concreto que se ha puesto de disponibilidad para el trasvase en los próximos seis meses. Los 270 hectómetros cúbicos establecidos supondrían un desembalse elevado en caso de que finalmente se aprobaran hasta ese tope. Y es que al año hay un máximo de 600 hectómetros cúbicos para trasvasar, por lo que sólo en medio año se podría aproximar mucho a la mitad de este ‘techo’.
El portavoz del Gobierno dijo no haber oído que se va a disponer de toda esa cantidad de agua, «sino que hay una previsión». Reclamando sensatez, declaró que no piensa anticiparse a algo que todavía no ha sucedido.
Ribereños y agricultores.
Quien no ha esperado es el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, Julián Rebollo, que consideró «bestial» que se puedan trasvasar 270,8 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura en los próximos seis meses, más aún cuando el clima es «más favorable» en Murcia que en la cabecera del río.
Rebollo mostró, en declaraciones a la agencia Efe, su indignación por la decisión de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, que autorizará quincenalmente cuánta agua se trasvasa. La organización agraria COAG dice que con esos 270 hectómetros se podría cubrir el déficit hídrico del Alto Guadiana.