La concejala de Medio Ambiente señaló que el agua cumple los parámetros de calidad
Los movimientos de tierras para construir la planta comenzaron el pasado mes de marzo.
E. Real
En 2003, el Ayuntamiento de Albacete, la Junta de Comunidades y el Ministerio de Medio Ambiente acordaban construir una planta de ósmosis inversa en la capital con el objetivo de reducir el exceso de sulfatos que traía el agua del Júcar a la ciudad. Tras ocho años de espera, en marzo de este año comenzaba el movimiento de tierras -junto a la planta de tratamiento de agua potable- que evidenciaba el inicio oficial de las obras. Un gesto con guiño preelectoral que protagonizaron en ese momento el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, y la entonces alcaldesa, Carmen Oliver.
Ahora, medio año después de ese gesto, y con un equipo de gobierno de color político contrario, «la construcción de la planta de ósmosis está paralizada».
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