La organización agraria Asaja ha denunciado públicamente una nueva oleada de robos en las explotaciones agrarias de la región, por lo que piden un aumento de la vigilancia por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Según informaron ayer en un comunicado, la mayor incidencia de estos robos se está registrando en las zonas de La Mancha y La Manchuela con la sustracción del cobre del material de riego y los transformadores, provocando no sólo la pérdida económica que conllevan las instalaciones, sino también lo que supone la paralización de las labores en el campo. Desde la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo), su secretario, Herminio Molina, recordaba que el pasado mes robaron en una sola noche el cobre de 15 pívots de riego y que por poner otro ejemplo, en La Herrera robaron la semana pasada 400 metros de cable de cobre de otro pívot. «Es un goteo continuo».
Por casos como estos, desde Asaja, piden que en el proceso de instrucción se tenga en cuenta no sólo el valor del material robado, sino también el daño producido, lo que elevaría sustancialmente la cuantía del robo y, en muchos casos, su calificación penal.
Penas más duras
Algo con lo que coinciden plenamente los regantes de la Jcrmo. «Hay que cambiar la legislación vigente. Se necesitan penas más duras. Cuando nos roban valoran lo que cuesta el cobre que han quitado de un pívot, que a lo mejor no supera los 300 euros, pero el volver a poner el pívot en marcha nos cuesta 7.000 euros. Si se tuviera en cuenta esa cantidad, estos delitos saldrían más caros. Porque ahora la Guardia Civil detiene gente que en ocasiones ya ha detenido anteriormente. La labor de las Fuerzas de Seguridad está funcionando. La Guardia Civil hace lo que puede».
Desde Asaja también consideran que el Plan Especial contra el Robo de Instalaciones Agrícolas y Ganaderas puesto en marcha en el mes de mayo y que duró hasta el comienzo de la temporada alta de verano, ha surtido efecto y se han detectado menos robos durante su vigencia.
Sin embargo, ante esta «nueva oleada» de robos , creen necesario volver a poner en práctica las medidas y que se intensifique de nuevo la vigilancia, incrementando los controles en las carreteras y los nudos de comunicación y presionando constantemente a los puntos de compra o receptación de productos y material de uso agrícola.
Asaja de Castilla-La Mancha ha ofrecido en diferentes ocasiones su colaboración a la delegación del Gobierno y está dispuesta a consensuar un plan de vigilancia y prevención que garantice medidas disuasorias que permitan minimizar este tipo de delitos.
Asimismo, reiteran su demanda de un endurecimiento del Código Penal, que no deje en libertad a los autores reincidentes de este tipo de delitos, por no considerarlos los suficientemente graves, pues de nada sirve el esfuerzo y dedicación de los Cuerpos de Seguridad del Estado en realizar las detenciones si luego los delincuentes quedan libres, a la espera de juicio, y pueden volver a delinquir en cualquier momento.