Cruce de acusaciones entre el Partido Popular y el Partido Socialista en el Ayuntamiento de la capital a cuenta de la obra de la planta de ósmosis inversa, que podría mejorar la calidad del agua que nos llega a nuestros hogares. Mientras el PSOE asegura que las obras siguen avanzando y que los pasos son «irreversibles», el equipo de gobierno municipal, a través de su portavoz, Juan Carlos López Garrido, confirma que las obras están paradas ya que fue la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, CHJ, la que en abril de 2011, tras un «movimiento de tierras» que presenció la anterior regidora, la socialista Carmen Oliver, permitió que los camiones «se volvieran y los operarios se marcharan».
Allí, aseguró López Garrido, no hay absolutamente nada. Y, mientras unos y otros afirman cosas y hechos diferentes, lo cierto es que los ciudadanos tendrán que seguir los consejos del propio concejal del PP y acudir hasta los mismos terrenos donde se supone puede construirse la planta, junto a la Estación de Tratamiento de Agua Potable, ETAP, en la carretera Albacete-Pozohondo, km. 3, y verán «que no se están realizando las obras».
No es esta la opinión del concejal del PSOE, Ramón Sotos, cuando aseguró ayer que la obra avanza. «Se han firmado las actas de expropiación con los propietarios de los terrenos a los que les afectan las tuberías por donde va a ir la planta de ósmosis hasta la depuradora, el salmoleoducto; se ha finalizado una modificación del proyecto sobre los nuevos filtros que se deben adaptar a la normativa».
Según Sotos, la obra estará finalizada para 2012 porque, aseguró, es necesaria ya que en periodos de sequía «la calidad del agua deja mucho que desear» y por este motivo, «la necesitamos».
Sí es cierto que está financiada al cien por cien por la CHJ pero, ¿y su mantenimiento? De eso, nada habló Sotos, y sí López Garrido, asegurando que supondrá un excesivo coste para las arcas municipales.
«La mentirosa Oliver» Así llamó a la ex regidora en reiteradas ocasiones el edil popular a cuenta de las retribuciones que percibe Javier Domínguez Robledillo como miembro de la Junta de Gobierno Local: no son 70.000 euros y sí, 46.049,22, los mismos que recibe Oliver como concejal en dedicación exclusiva. Además, afirmó López Garrido, el PP ya ha ahorrado 229.000 euros en personal a su servicio que no ha contratado.