El trasvase Tajo-Segura no se vio realmente amenazado por el fallido Estatuto de Castilla-La Mancha, que pretendía acabar con él. La amenaza real para la obra radicaba en el Plan de la Cuenca del Tajo, el documento que bajo llaves prepara Medio Ambiente que reparte el agua. La Confederación Hidrográfica del Tajo ha publicado en su web un borrador del plan según el cual habría que reducir a la mitad el caudal máximo que se puede trasvasar a Murcia y Alicante. El ministerio desautorizó el texto y ordenó retirarlo. Fuentes del departamento apuntaron que la publicación parecía una jugarreta. A un mes de las elecciones, el texto era una bomba electoral para los socialistas en Valencia y Murcia.
El borrador del plan de cuenca destaca que la entrada de agua en los pantanos de los que nace el trasvase ha caído un 47% en el periodo 1980-2006 respecto al 1959-1979, cuando se diseñó la obra. El texto señala que desde 1980 la cabecera del Tajo sufre un déficit «no admisible». Para evitarlo, plantea ampliar de 240 hectómetros cúbicos a 400 la reserva no trasvasable de los embalses. Además, aumenta el caudal ecológico del Tajo en Aranjuez (que sube de seis metros cúbicos por segundo a 10) y se prepara para el crecimiento de la demanda en Madrid y Castilla-La Mancha. Con todo eso, dice que lo único admisible sería un trasvase en años normales de entre 91 y 134 hectómetros cúbicos al año. El máximo en años húmedos quedaría en 324 hectómetros cúbicos. Esto supone recortar a la mitad los caudales actuales. El máximo trasvasable es de 600 hectómetros cúbicos (solo se llegó en 2000). El máximo previsto sería menor que el trasvase del último año hidrológico, cuando el acueducto envió 364 hectómetros.
La directora general del Agua, Marta Morén, consideró que alguien había cometido un error al publicar este «documento de trabajo». Según Morén, que conoció por este diario la publicación del texto, el trasvase se reduce ahí tanto «porque no tiene en cuenta las posibilidades de la reutilización en Madrid y Castilla-La Mancha». «Hemos pedido informes al Cedex [un centro de estudios de Fomento] y sin esos el plan no está completo». Morén negó que su intención sea rebajar a la mitad el trasvase. El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, también desautorizó el borrador. El Gobierno lleva años de retraso en la elaboración de los planes de cuenca pero ya ha avisado de que no terminará esta legislatura los más polémicos, Tajo, Júcar y Segura. Después del 20-N, si hay una mayoría popular, será Rajoy quien tenga que cuadrar el rompecabezas entre sus barones. El trasvase abastece a 2,5 millones de Murcia, Alicante y Almería y da agua a 70.000 regantes. Abierto en 1979, la polémica sobre él no ha hecho más que crecer.
Castilla-La Mancha ve cómo en algunos meses el trasvase lleva más agua que la que discurre hacia Portugal (ocurrió este verano). Miguel Ángel Sánchez, de la plataforma en Defensa del Tajo, mostró su satisfacción por el contenido: «Dice claramente que se abusa del Tajo y que hay que cambiar las reglas de explotación». Aunque el ministerio niegue validez al texto, es relevante porque son los cálculos de los técnicos de la confederación. Cualquier rebaja generará polémica.