La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, ha resaltado este martes el valor de la apuesta realizada por el MARM para el desarrollo de un regadío sostenible, capaz de compatibilizar la rentabilidad de las explotaciones y la mejora de la calidad de vida en el medio rural con la eficiencia hídrica y energética.
Durante su intervención en la inauguración del II Congreso Agricultura y Regadío», organizado por la Asociación de Regantes de Andalucía (Areda) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que se celebra en Sevilla, la ministra ha señalado que con esta apuesta se refuerza la competitividad de las producciones, de las empresas agrarias, reduciendo el consumo de agua por hectárea, añadiendo que «las nuevas infraestructuras son ahorradoras netas de agua, lo cual significa un especial beneficio en cuencas deficitarias como las de Andalucía».
Tras destacar la importancia que el regadío tiene para la agricultura, el sistema alimentario, el empleo, la sostenibilidad y el desarrollo rural, Aguilar ha resaltado el esfuerzo realizado por el MARM con importantes actuaciones, fundamentalmente en modernización y transformación de regadíos. Con ello, «se ha conseguido que si hace unos años se destinaba al regadío el 80 por ciento de la demanda total de agua, hoy esta demanda se haya reducido en un 20 por ciento».
En este sentido, Aguilar ha recordado que el Ministerio ha venido desarrollando este trabajo a través del Plan Nacional de Regadíos, acelerado después con el Plan de Choque, y con la colaboración de las Comunidades Autónomas y las comunidades de regantes, habiéndose actuado en más de 1,4 millones de hectáreas, con una inversión pública de 2.345 millones de euros.
En concreto en Andalucía, la ministra ha señalado que la inversión del MARM desde 2004 ha permitido lograr un ahorro de agua de 168 hectómetros cúbicos al año. «Estos resultados, ha indicado Rosa Aguilar, se deben a un esfuerzo común de los regantes, de las Administraciones central y autonómica y de las empresas que han innovado y desarrollado la tecnología más adecuada para estas modernizaciones».
En el marco de este compromiso del MARM y para garantizar el futuro para el regadío, Aguilar ha explicado que se está trabajando en coordinación con las Comunidades Autónomas y las Comunidades de regantes para perfilar la Estrategia Nacional para Modernización y Sostenibilidad de Regadíos horizonte 2015.
«A través de esta estrategia, se impulsa la colaboración público privada para fomentar el ahorro de agua, la transferencia de tecnología, el uso de recursos no convencionales y la mejora de la eficiencia energética en los sistemas de riego, interviniendo sobre más de 860.000 hectáreas, lo que supondrá un beneficio económico y también medioambiental», ha explicado.
En su intervención, Aguilar ha destacado el papel determinante que desempeñan los regantes y sus comunidades en materia de gestión medioambiental de suelos y agua, tanto en la reducción y control de la contaminación difusa como en la recuperación y protección de acuíferos y otros recursos naturales, como la biodiversidad, hábitats y paisajes, así como en la reducción de procesos de erosión y desertización, resaltando
muy especialmente el esfuerzo que los agricultores están realizando en materia ambiental en sus explotaciones.
SINGULARIDAD DEL AGUA
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz trillo, ha recordado que en 2005 se transfirió a Andalucía la antigua Confederación Hidrográfica del Sur, la cuenca del Mediterráneo y luego la Atlántica.
Asimismo, ha señalado que la reclamación de las competencias del Guadalquivir, así como las anteriores, nace de la voluntad de demostrar que Andalucía es capaz de prestar «un servicio público de calidad» desde la proximidad. De igual manera, se entendía que «el agua para Andalucía tiene una clara singularidad» tanto geográfica e hidrológica como económica y social.
En este sentido, ha afirmado que de aquí nace la idea de administrar «el agua con vocación de hacerlo con justicia», en un doble sentido, en cuanto a la administración de un recurso «muy escaso en Andalucía» y «sobre todo desde el punto de vista social».
«Entendemos que tocaba hacer esa gestión desde Andalucía para lograr un recurso que sea de todos», y por eso nació la Ley de Aguas, que está impregnada por la sostenibilidad y que trata asuntos tan importantes como los bancos públicos de agua, el reparto y la tutela de derechos que genera el agua y el Observatorio Andaluz del Agua.
APOSTAR POR EL AGRICULTOR ACTIVO
Por su parte, el secretario general de UPA-A, Agustín Rodríguez, ha reclamado que la Política Agraria Común (PAC) debe apostar por el agricultor activo y las explotaciones productivas, de maneara que «la reforma no penalice la agricultura de regadío». Asimismo, ha pedido mecanismos de regulación de mercado.
«Si hay una diferencia entre la reforma 1992 y la de 2000 es que entonces teníamos precios porque había mecanismo de gestión de mercado y hoy no tenemos mecanismos y prácticamente no tenemos precios», ha subrayado. A esto ha añadido que el 80 por ciento de la renta de los agricultores viene de la producción.
Además, ha señalado que se necesita una PAC con un segundo pilar que apueste por la modernización de los regadíos, porque «hay que seguir compitiendo en los mercados», ya que, el 60 por ciento de la producción final agraria la produce el regadío.
Por último, ha destacado que UPA va a «seguir peleando» para que en el futuro inmediato el Guadalquivir se gestione «desde Andalucía por andaluces» porque es «un recurso imprescindible en el desarrollo económico de Andalucía y del medio rural».
Por su parte, el presidente de Areda, Marcelo Morales, ha señalado la importancia de esta asociación dentro del regadío andaluz, ya que ha duplicado el número de hectáreas desde el I congreso de Areda. De manera que cuenta en la actualidad con 315 comunidades, más de 207.000 hectáreas repartidas por toda Andalucía.
Según ha detallado, «sin regadío son impensables las explotaciones agroalimentarias» siendo «el agua sinónimo de riqueza y prosperidad y siendo vital para fijar la población».
Por último, ha reclamado que la PAC apueste por agricultores con explotaciones productivas, como «son el regadío» y que establezca mecanismos de gestión de mercado.