El futuro Gobierno de Mariano Rajoy estudiará la forma de hacer «viable» el Júcar-Vinalopó, un objetivo que prevé recuperar la conexión con la segunda toma en Cortes de Pallás —desechada por la ex ministra socialista Cristina Narbona—. Así lo aseguró ayer el cabeza de lista del PP al Congreso por Alicante, Federico Trillo, en una comparecencia para valorar los resultados del 20-N en la provincia.
El ex ministro confirmaba así la información adelantada por ABC el pasado 15 de noviembre, en el ecuador de la campaña, de que el PP recuperaría el trazado original de la conducción —derogado en 2005— si se imponía en las generales, para hacer llegar agua de calidad y a un precio asequible al interior de Alicante.
El proyecto, con un coste mínimo dado que la toma ya estaba construida cuando se anuló el trazado original, partió de los usuarios alicantinos, que lo hicieron llegar a la Confederación del Júcar (CHJ) como alternativa a la potabilizadora. Según esta propuesta, la toma en Cortes, donde los niveles bacteriológicos del agua son muy inferiores al Azud de la Marquesa —según los análisis de la propia CHJ—, se supeditaría a la toma actual cuando la calidad del agua permitiera destinarla a regadío, y se explotaría como un «banco de agua».
El diputado electo del PP por Alicante, que logró en su séptima candidatura el mejor resultado de la historia, garantizó ayer que el nuevo Ejecutivo apostará por los trasvases, tal como pidieron hace una semana patronal, sindicatos y regantes alicantinos. «Las reivindicaciones históricas de Alicante se convertirán ahora en acción de Gobierno», explicó.
El Tajo-Segura, a salvo
De esta manera, Trillo garantizó la permanencia del Tajo-Segura, tras recordar que fue el PP quien forzó al ex presidente socialista de Castilla-La Mancha José María Barreda a retirar su proyecto de Estatuto, que limitaba las transferencias a Murcia y Alicante. En cuanto al Júcar-Vinalopó, adelantó que buscarán la manera de «hacerlo viable», para lo que se «necesita» estudiar la segunda toma. Trillo evitó precisar el calendario de la actuación (si bien consideró que «no tardará»), al no conocer «las cifras».
El dirigente popular se mostró más cauto respecto a un eventual trasvase del Ebro, mucho más costoso que mantener el Tajo-Segura y modificar el Júcar-Vinalopó, pero insinuó que en el futuro podría estudiarse una conexión con el bajo del Delta del Ebro. También garantizó la llegada del AVE en el menor tiempo posible, y el Corredor Mediterráneo.