El secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, espera que la reunión que ha solicitado a la presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal, se concrete «lo antes posible por el bien de Castilla-La Mancha».
De esta forma se expresó ayer el secretario de Organización de los socialistas castellano-manchegos, Jesús Fernández Vaquero, quien ha dicho a Cospedal que para sacar adelante cuestiones como la creación de empleo o la defensa del agua siempre les va a encontrar.
Ha vuelto a ofrecer diálogo para poder llegar a acuerdos porque eso, dijo, es lo que quieren los ciudadanos. «No se puede permitir que el paro haga de los jóvenes una generación perdida», señalaba Fernández Vaquero, quien también añadió que le gustaría que en la defensa del agua estuvieran unidos el PSOE y el PP como ocurre en otras regiones como Valencia y Aragón. No obstante, advirtió al Gobierno del PP que en la «pérdida de derechos» que supone la reforma laboral o en el «deterioro» de la sanidad o los servicios sociales o la educación, va a encontrar a los socialistas enfrente.
Fernández Vaquero ha pedido a Cospedal que reflexione sobre el déficit porque «parece la Merkel manchega», y si sigue empecinada en reducir el déficit público y no se piden ayudas compensatorias, Castilla-La Mancha no puede salir adelante. Dijo estar de acuerdo con el presidente extremeño cuando comparó el déficit con el sobrepeso y dijo que no se pueden perder 40 kilos en una semana porque se mata al enfermo. «Pues lo mismo pasa con el déficit», dijo el responsable socialista, quien pidió también a Cospedal que «tenga la cabeza en Castilla-La Mancha» y que se preste a dialogar con ellos. «Queremos hablar y ayudar a sacar esta región» de la crisis», aseguró Fernández Vaquero. Ante esta petición de diálogo, el secretario provincial del PP, Jesús Labrador, se «alegra» de que Emiliano García-Page, «quiera entrar en la senda del diálogo y de la cooperación institucional».
Posturas extremistas
En declaraciones a Efe, Labrador dijo, no obstante, que García-Page debería llevar esta postura a sus «últimos extremos» para que tanto el grupo socialista en las Cortes regionales como el grupo socialista de Castilla-La Mancha en el Parlamento nacional hicieran una «oposición coherente, constructiva y con arreglo a lo expresado por la mayoría de los ciudadanos hace unos meses».
Respecto a cómo puede influir en este posible clima de entendimiento el cambio en la dirección regional socialista, Labrador cree que lo que influye es la «voluntad de prestar un servicio público». «Yo creo -afirmó Labrador- que por parte del PP siempre ha habido la máxima disposición a llegar a acuerdos y a buscar soluciones y si hay coincidencias personales, mejor que mejor».
No obstante, «la mayoría de las veces no hemos encontrado respuesta a esas propuestas», puntualiza el también delegado del Gobierno y exconsejero de Presidencia y Administraciones Públicas hasta el pasado mes de enero. Sobre el décimo Congreso regional del PSOE, «lo primero que no se percibe es que haya habido un cambio», según Labrador, ya que «siguen las mismas personas cambiadas de situación, pero, es más de lo mismo y es una continuidad de las políticas que nos han llevado a donde nos han llevado», dijo. Y ello a pesar de que el anterior presidente de la región, José María Barreda, no está, al igual que su predecesor, ni en la ejecutiva ni en el comité regional de los socialistas.
«Barreda sigue siendo diputado nacional por Ciudad Real y según ustedes (los periodistas) sigue influyendo en el partido de forma importante y, además, estaban en el mismo equipo, Barreda como secretario regional, y García-Page como secretario provincial». A juicio de Labrador, García-Page cree que debe dedicarse a trabajar y no a quejarse si alguien le critica por estar en desacuerdo con la política que ejecuta.
En este mismo contexto, la portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, dijo ayer que no se cree el ofrecimiento de diálogo de García-Page, porque «dice una cosa y hace la contraria alentando la algarada callejera». En rueda de prensa, Riolobos señaló que no se creen las palabras de los socialistas porque Page «lleva dando palos toda la semana y bendiciendo las manifestaciones callejeras en contra de las políticas de Cospedal y especialmente en lo que tienen que ver con la generación de empleo».
«Si hemos conseguido que vayan rectificando en la política radical, pues algo hemos ganado, pero no nos creemos las palabras de los dirigentes del PSOE porque dicen una cosa y hacen la contraria», insistió Riolobos, para quien: «son muy buenas palabras pero estamos convencidos de que los hechos y los gestos radicalmente dicen lo contrario».