El ministro de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Miguel Árias Cañete, no descartó ayer los trasvases entre cuencas, aunque los supeditó a los estudios científicos y a su rentabilidad y eficiencia. Es decir, dentro de su plan de estudio y consenso de los planes de cuenca y la búsqueda de un gran pacto nacional, Cañete aseguró ayer en el Senado que se analizarán primeramente los análisis de los caudales ecológicos de cada ciencia.
Así lo aseguró el ministro en el Pleno del Senado ante una interpelación del senador de Entesa Catalana de Progres, Joan Sabaté, sobre cuál será la política en materia de agua del nuevo Gobierno y sobre los planes de demarcación de cada cuenca. Cañete eludió pronunciarse claramente a favor de los trasvases, aunque no los descartó, ya que, según dijo, «no hay que satanizarlos». Asimismo, recordó que en la anterior legislatura ya se hicieron varios, por parte del PSOE.
De hecho, Cañete dio la vuelta a la interpelación para criticar duramente la desalación, y también la herencia recibida. A su juicio, una «nefasta» planificación hidrológica del PSOE. También condenó que no se hayan hecho los planes de cuenca, lo que han provocado sanciones de la Unión Europea. Según apuntó, de los nueve planes intracomunitarios que debía haber hecho el Gobierno anterior, indicó que no estaba presentado ninguno. Tal y como apuntó este diario, el del Ebro fue presentado a final de verano pasado y aparcado por la anterior ministra, la socialista Rosa Aguilar.
Por este motivo, indicó que lo primero que ha realizado es cesar a todos los presidentes de las confederaciones y, ante la «ineptitud», poner a dirigentes «preparados y que hagan en «año y medio lo que los socialistas han sido incapaces de hacer en ocho».
Solo entonces, con todos los planes de cuenca presentados y aprobados, Cañete abordará ese gran plan de consenso para hacer un nuevo Plan Hidrológico Nacional. Esto fue interpretado por miembros de la oposición como una forma de ganar tiempo y esperar a ver si la disponibilidad presupuestaria permite construir nuevos trasvases.
En este sentido, según apuntó, en ese plan hidrológico «se contemplarán todas las posibilidades, infraestructuras y tecnologías, y se elegirán las más adecuada en cada caso tras un análisis serio y riguroso de las demarcaciones hidrográficas».