El BOE publicó ayer la orden sobre los peajes eléctricos a partir de abril, que según los regantes supone una nueva subida del 7%
La JCRMO dice que en cinco años se ha duplicado el coste del recibo de la luz
EL DATO
70%
de las necesidades de los cultivos en esta época del año deberían estar cubiertas por la climatología. Sin embargo, la falta de precipitaciones en cantidad suficiente hace que este porcentaje apenas sea del 10%
El coste de la factura eléctrica es, hoy por hoy, el asunto que más preocupa a los regantes albaceteños, ya que está poniendo al límite la rentabilidad de sus explotaciones. Así lo explicó el secretario de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Herminio Molina, coincidiendo con la publicación en el BOE, ayer jueves, de la orden del Ministerio de Industria, Energía y Turismo por la que se establecen los peajes de acceso a partir del 1 de abril de 2012, que supondrá un gasto añadido del 7% en el recibo de la luz. A juicio de los regantes de la Mancha Oriental, esta subida, que según se temen «no será la última», afecta de lleno a la actividad agraria, dentro de una «espiral insoportable» que compromete el futuro del sector.
Sin inversiones
En este sentido, Molina señaló que con una energía cada vez más cara, la posibilidad de acometer nuevas inversiones es algo que los agricultores ni se plantean, en el marco de una coyuntura económica adversa y con los precios de los productos agrícolas «a la baja». Y todo ello sin contar, dijo el representante de la JCRMO, con la competencia que implica la entrada en Europa de productos de terceros países «en donde no se exigen los mismos requisitos para la producción que aquí».
Según los cálculos de los regantes, desde el año 2007 se ha duplicado el gasto de la factura eléctrica. Para solucionar el problema, el colectivo pide que se trate a los agricultores como «un sector diferenciado», con contratos que se adapten a la realidad de la labor en el campo.
«No es posible que para regar unos meses haya que pagar como si regáramos todo el año», señaló el representante de la JCRMO, quien recordó sobre la orden del Ministerio publicada ayer que los peajes de acceso representan «más del 50%» del coste del recibo eléctrico para los agricultores.
«No entendemos ni compartimos esta nueva subida», aseguró Molina, quien calificó el avance de «nueva vuelta de tuerca». Asimismo, contrapuso al argumento del déficit de tarifas por parte de las eléctricas los sueldos «millonarios» que reciben los ejecutivos de estas compañías.
Los regantes albaceteños, como ya han expuesto en diversas ocasiones, piden al Gobierno que la agricultura y los problemas que sufre sean considerados como un asunto de primer orden.
En el caso del incremento del coste eléctrico, una de las soluciones que demandan los regantes es la posibilidad del «autoconsumo» en materia de energía, y recordaron, e n este sentido, que «ahora mismo hay un decreto en trámite».
Otra cuestión que está sobre la mesa del sector albaceteño es la sequía. Con los cereales de invierno en plena fase de desarrollo, el inicio de la siembra del maíz y los requerimientos propios de los cultivos hortícolas, la lluvia se hace más necesaria que nunca. «Estamos en una de las campañas más secas de los últimos tiempos», aseguró Herminio Molina.
Lluvias
Según afirmó, pese al «respiro» que supusieron las precipitaciones del mes de marzo, sobre todo las que se registraron en forma de nieve, la temporada está siendo «nefasta». De hecho, los datos de los regantes apuntan a que, en el mes de abril, la climatología de esta época del año debería haber cubierto el 70% de los recursos de riego necesarios, mientras que «apenas se está llegando al 10%».
La conclusión es que los agricultores se ven obligados a regar más, precisamente cuando bombear el agua les resulta más perjudicial para su bolsillo.
A la larga, si las precipitaciones siguen sin llegar en cantidad suficiente, las reservas hídricas podrían, incluso, peligrar, algo que de momento no ocurre debido a la bonanza en cuanto a lluvias de los últimos años, que ha hecho posible la recarga de embalses y acuíferos.
El sistema Júcar está, de hecho, al 60% de capacidad, según los datos que maneja la JCRMO, entidad que también destaca la óptima gestión que han hecho los usuarios para no desperdiciar las reservas existentes.