Para salir de la crisis el Gobierno mira al campo. También en las plantaciones de Castilla-La Mancha y en sus explotaciones ganaderas tienen los ojos puestos algunas de las empresas líderes del sector agroalimentario del país. La idea es que por toda la región se siembren proyectos como el de Senoble en Talavera. Esta empresa no sólo va a abrir una nueva planta en la ciudad de la cerámica para seguir haciendo yogures, sino que también se nutrirá de la producción láctea de las ganaderías bovinas de la zona. La idea es que se multipliquen los proyectos que se basan en esta relación a dos bandas entre la empresa y el agricultor o ganadero. Con este objetivo, Cospedal se reunió ayer con el Foro Interalimentario, una asociación que reúne a empresas agroalimentarias que suponen el 25% de producción de España.
El director general de Foro Interalimentario, José Ignacio Arranz, resaltó que una comunidad como Castilla-La Mancha «tiene un potencial agrícola y ganadero de toda la vida», pero que quizá hay que reorientar hacia una nueva filosofía. «Castilla-La Mancha es un asiento importantísimo para poder dar lugar a una promoción y un desarrollo de toda la actividad agrícola y ganadera, que ahora mismo puede estar contenida, pero que tiene un modelo de negocio por donde puede progresar», aseguró
Arranz explicó que su modelo beneficia a todos los eslabones de la cadena. Empezó por el primero, el del sector primario de agricultores y ganaderos, a los que garantizaría «relaciones estables, a largo plazo y absolutamente transparentes». Luego se beneficiarían las industrias porque podrían conseguir cerca los productos agrarios. «Entonces la materia prima recorrerá menor distancia, podremos ser más eficiente y optimizar transporte», añadió. Por último, el consumidor también saldría ganando porque tendría un producto de «seguridad innegociable, calidad excelente y al precio más bajo posible».
El Gobierno les allana el camino.
Por parte del Gobierno regional quedó claro que quieren que se afiancen algunas empresas que ya están en Castilla-La Mancha, como Sada o Incarlopsa, y que son las principales de su ámbito en España. También quieren anunciar nuevos proyectos como el de Senoble en Talavera. Para conseguirlo, el portavoz del Gobierno aseguró ayer que no dudarán en hacer lo necesario para «allanar el camino».
Leandro Esteban explicó que el Ejecutivo va a elaborar un documento estratégico para que estas empresas conozcan las ventajas de venir a Castilla-La Mancha. Entre los puntos a favor, destacó que se pondrán en valor las infraestructuras para la instalación de nuevas compañías. También se mostró dispuesto a abordar las «reformas legislativas o jurídicas que sean necesarias».
Y es que si alguna empresa se anima a venir a Castilla-La Mancha por todos estos puntos a favor, el Gobierno regional se anotaría un ‘puntazo’. Tal y como reiteró Leandro Esteban, proyectos de este tipo traen riqueza y generan empleo. No sólo dan trabajo de manera directa, sino que también proporcionan ingresos a agricultores y ganaderos, lo que permite afianzar la población de zonas rurales de Castilla-La Mancha.
Si el anterior Gobierno socialista hizo de las energías renovables o de la aeronáutica sus banderas estratégicas para la región, el Ejecutivo de Cospedal está convencido de que Castilla-La Mancha puede ser un motor agroalimentario, que es un sector que da mucho margen para la innovación y la investigación.