El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso culpó ayer al Gobierno de Mariano Rajoy de «marear la perdiz» al no agilizar la aprobación de los planes de cuenca y a las comunidades del PP de obstaculizar proyectos de desaladoras, lo que podría acarrear a España multas o que tenga que devolver fondos europeos.
El portavoz de Agricultura del PSOE en el Congreso, Alejandro Alonso, instó al Gobierno central a que no «mire para otro lado» en la planificación hidrológica nacional y agilice la aprobación de los planes de demarcación.
Alonso aseguró que «es evidente» que el retraso en la aprobación de estos planes de cuenca puede acarrear multas de la UE.
La portavoz en la Comisión para el Cambio Climático del Congreso, Cristina Narbona, advirtió que muchas obras han tenido un proceso de ejecución mucho mayor de lo deseable «por la oposición» de administraciones gobernadas por el PP, lo que podría obligar a España a devolver fondos europeos.
Narbona citó la desaladora de Torrevieja y confió en que este año se lleve a cabo la parte final de esta desaladora o, de lo contrario, España se enfrentaría a la pérdida de fondos de la UE.
La portavoz de Medio Ambiente, Leire Pajín, afirmó que el proyecto de presupuestos no garantiza recursos suficientes que garanticen agua «allí donde no la hay», para lo que se necesita la desalación, la reutilización y la modernización de infraestructuras que defiende el PSOE.
El portavoz del PP en la Comisión de Agricultura, José Cruz Pérez Lapazarán, respondió que le parece «sorprendente» que el PSOE hable de retraso en los planes de cuenca que «tenían que haber presentado a finales de 2009», y señaló que cuando el antiguo ejecutivo socialista dejó el Gobierno aún «quedaban muchos planes por presentar», por lo que este retraso «es imputable a ellos».