De los alrededores del recinto ferial de la Institución Ferial de Albacete (IFAB) brotaba ayer un intenso aroma a campo, coincidiendo con la inauguración de la XXXII edición de la Feria Agrícola y Ganadera de Castilla-La Mancha, Expovicaman 2012.
En la explanada principal, que el año anterior había estado ocupada por lo último en maquinaria y tecnología, ayer solo se veían caballos. Un cambio mucho más que cosmético pues, de forma literal, de la ganadería, tanto de equino como de ovino y caprino, dependerá buena parte del éxito de esta nueva edición de la mayor feria agropecuaria de la región.
Este regreso a los orígenes -no hay que olvidar que la Feria nació como un certamen de ganado ovino- es, también, una apuesta de futuro y no solo para el mundo agrario, sino para la economía en general, tal y como se puso de manifiesto en el acto de inauguración, celebrado al mediodía.
Por riguroso orden de intervención, hablaron el presidente del Comité Organizador, el concejal Cesáreo Ortega; el presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Atiénzar; el vicepresidente de la Diputación, Valentín Bueno; el delegado de la Junta, Javier Cuenca, y la alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod, que fue quien dio la feria por oficialmente inaugurada.
Tras una fugaz intervención de Cesáreo Ortega, tomó la palabra el presidente de la Cámara, quien reconocía que «organizar esta edición ha sido un gran esfuerzo en medio de una situación muy complicada» pero que la «honestidad y formalidad» de las gentes del campo lo merecía «pues, al fin y al cabo, en nuestros orígenes siempre han estado el comercio, la agricultura y la ganadería».
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