El secretario general de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) a nivel nacional, Lorenzo Ramos, hizo ayer una parada en Toledo, dentro del recorrido que está realizando por todas las comunidades autónomas y quiso aprovechar para mostrar su «preocupación» por la propuesta de reforma planteada en la Unión Europea de la PAC, la Política Agraria Común. Una reforma que considera que «hay que darle la vuelta como a un calcetín», porque va «en contra de los agricultores y los ganaderos»
Esta crítica se centra en la modificación prevista para el año 2014 de la Política Común, la cual plantea que las ayudas económicas vayan destinadas sin distinción tanto para los terrenos productivos como para las tierras no cultivables. Este cambio contempla que ya no solo recibirán las dotaciones económicas las hectáreas que producen, sino que ahora, las podrán recibir también cualquier hectárea dentro de la superficie útil de España, tal como afirmó Lorenzo Ramos.
El secretario general aclaró que estas nuevas hectáreas «no son sólo productivas», puesto que se está empezando declarar «cotos de caza, tierras que nunca han sido labradas o incluso laderas de ríos». Desde UPA creen que el presupuesto debe ir destinado para los territorios «en manos de los profesionales de la agricultura y la ganadería», es decir, «los que justifican una actividad y está produciendo» y no a tierras propiedad de « gente que va a coger el dinero y se lo va a meter en el bolsillo», sentenció Ramos.
En el caso de España «normalmente» se han venido declarando entre 16 y 17 millones de hectáreas, pero «si no se hace algo» se pueden llegar a declarar 38 millones, afirma el secretario general de pequeños agricultores. Este año de momento son 27 millones las declaradas, algo que «perjudicará a los que realmente lo necesitan, que son los agricultores». Por su parte, desde la organización consideran como una cifra «razonable» 21 millones de hectáreas.
Quiso también aclarar que el descontento que sufren los agricultores y ganaderos se centra además en que la reforma pendiente de aprobación no tiene en cuenta las peculiaridades del terreno que hay en España, que tiene una agricultura muy diversa. Por este motivo están en contra a que «se destine la misma cantidad a todas las superficies».
Del mismo modo se muestran preocupados al comprobar que la Política Común en la Unión Europea tampoco tiene en cuenta las diferencias de la ganadería española, que además no tienen base territorial. Así pues, entienden que la PAC «debe establecer diferencias» y que se ligue el criterio de las ayudas «en base a la ocupación del territorio y a la creación de empleo». Si esta reforma sale adelante, «los ganaderos se quedarán sin ayuda a partir del 2014», aseguró el secretario de UPA a nivel nacional.
Unión Europea.
Ramos aclaró que en los demás países de la Unión Europea no tienen estos problemas porque tanto la ganadería como el territorio tienen características similares, por tanto, solo tienen que dividir el presupuesto otorgado entre las hectáreas correspondientes, pero en el caso de España «la situación es preocupante»
Lorenzo Ramos mostró también su indignación al comprobar que «su problema» con respecto a los costes de producción o la falta de precio de los productos agrícolas y ganaderos no encuentra solución alguna en esta nueva política. Considera que se debería hablar de «calidad, de fechas de entrega, pero también de precios», puesto que las multinacionales siguen especulando mientras que los trabajadores del campo «no sacamos para cubrir costes».