A nivel nacional se prevé que la cosecha de girasol de este año sea del 50% de un año normal que junto al aumento de la demanda mundial de aceite hace que se pague un 35% más que hace un año. Mientras que el año pasado por estas fechas el girasol bajó 63 €/Tm este año ha subido 40 euros en las dos últimas semanas
Si hay algo que caracteriza al girasol es su resistencia a la sequía en comparación con otros cultivos, una resistencia que ha llevado a acuñar como refrán la famosa frase de que el “girasol, una vez nacido, se cría sin agua” dado que su etapa de crecimiento coincide con los meses de verano en los que las precipitaciones son escasas. Sin embargo como toda planta las comúnmente llamadas ‘pipas’ requieren alimento para su completo desarrollo y cuando llega un año como este de sequía extrema en el que las reservas del suelo están prácticamente agotadas por la falta de lluvias del invierno, las consecuencias se notan en los campos de la región a semanas de comenzar con la cosecha.Las pocas gotas de lluvias caídas en primavera coincidieron con la época de siembra en muchas comarcas de la región que vieron como la pequeña costra que hacía provocaban una nascencia bastante irregular mientras que en aquellos agricultores que habían adelantado la siembra o la retrasaron por la amenaza de lluvia los surcos presentan unas hileras más completas pero que a la postre se han quedado ‘casi estériles’ por la falta de lluvia en las etapas clave para el desarrollo del cultivo. Sólo en aquellos terrenos que tienen agua bajo la superficie y los vallejos más frescos podemos ver a estas alturas del año unos campos de girasoles que merezca la pena.
Imagen tomada el 31-08-2012 de un campo de girasoles en Cuenca. // Foto: D. G. H.
No en vano las primeras estimaciones que se están realizando de cosecha no son nada halagüeñas ya que desde la Unión de Pequeños Agricultores reconocían a Efeagro que el nacimiento de la planta debido a la mencionada falta de lluvias fue “muy malo” en las principales zonas productoras del país como Castilla y León y nuestra región (que representan el 80 por ciento del total nacional) donde las pérdidas por esta circunstancia podrían acercarse al 40 por ciento. Según las estimaciones de Asaja, para toda España la cosecha podría no llegar a las 500.000 toneladas, frente a las más de un millón de toneladas de otros años.A esta circunstancia habría que añadir la reducción en el rendimiento por el mal granado de la planta que sólo se podrá observar cuando las máquinas comiencen a triturar las primeras tortas en nuestra tierra. Ante esto a muchos agricultores queda la esperanza de que las pérdidas no sean tan malas como se podía esperar hace unos meses cuando salir al campo era un tormento al comprobar los ‘fallos’ de una semilla que no resulta precisamente barata. Sin embargo esta semana recorriendo los algunos de esos campos de la Mancha Alta conquense y comprobando en las tortas hasta donde han granado la sensación no fue todo lo negativa que me podía esperar. Si bien el tamaño de las tortas está lejos de poder considerarse bueno las pipas están bastante bien granadas aunque cualquier estimación sobre el rendimiento medio de las parcelas a día de hoy no sería más que darle vueltas al cuento de la lechera. Precios históricosSin embargo capítulo aparte merece el tema de los precios que puede ser el que convierta un año malo en rendimientos en una campaña aceptable en rentabilidad si la comparamos con las de años anteriores. Uno de los factores que están levantando el ánimo de los agricultores en estas fechas en las que las cosechadoras cambian sus peines instalándoles las bandejas y los molinos para empujar las tortas hacia la garganta, es el cambio de tendencia en los mercados a estas alturas de año. Y es que lo más habitual en el inicio de campaña de cualquier cultivo es que se produzca una bajada de precio ante la paralización de movimientos en el mismo sin embargo este año ocurre totalmente lo contrario con subidas fuertes en las últimas semanas. El pasado año en la primera semana de septiembre, tal como nos encontramos ahora, la lonja de Albacete registraba un descenso de 63 euros por tonelada en el girasol normal (tipo 9244) hasta situarse en 370 euros por tonelada. Un descenso algo mayor que el experimentado por las variedades de alto oleico que cayeron 45 euros hasta los 390 por tonelada.
Imagen tomada el 31-08-2012 de un campo de girasoles en Cuenca. // Foto: D. G. H.
Sin embargo en las últimas semanas la lonja de Albacete ha visto como el precio subía 20 y 30 euros por tonelada respectivamente y esta misma semana mantenía la tendencia alcista con subidas de 10 euros situando el precio actual del girasol en los 500 euros para el normal y los 530 para el alto oleico. Esto supone un incremento con respecto del año pasado de más de un 35 por ciento en el precio del girasol y con perspectivas de mantenerse dada la mala cosecha generalizada que hay en todas las zonas productoras del país.La referencia de AndalucíaTeniendo en cuenta que se trata del girasol un buen indicador de cómo irán los precios en Castilla-La Mancha lo marca Andalucía al darse la cosecha en la comunidad vecina un mes antes que aquí. Ante esto hay que destacar que ya está muy avanzada y la cosecha sufre una reducción de más del 75 por ciento con respecto a un año normal ya que a las malas condiciones climáticas y las pérdidas en la nascencia hay que sumar la importante reducción que sufrió la comunidad andaluza en cuanto a superficie ya que este año apenas hay sembradas 200.000 Has. frente a las 355.000 que ha registrado en ocasiones anteriores lo que ha llevado al responsable sectorial de cereal de Asaja, Manolo Vázquez, a calificar la campaña de “fatal”.Todos estos factores han confluido para mejorar los precios que se está pagando al agricultor que han sido más altos, con 0,54 euros por kilo para el girasol normal (tipo 9244) y de 0,60 para el alto oleico, cuando el año pasado estaban "muy por debajo", añadía el responsable de Asaja.Una tendencia alcista de los precios que para el responsable de cultivos herbáceos de Cooperativas-Agroalimentarias, Antonio Catón, también se explica por la tendencia alcista de la demanda mundial de aceite. También confía el sector en que el repunte de los precios que está experimentando los cereales repercutan positivamente en el girasol ayudando a mantener los niveles históricos por los que se encuentra en esta época del año.Castilla y LeónEn el caso de Castilla y León, las primeras impresiones sobre la cosecha de girasol apuntan a que será "muy, muy irregular", según el responsable de herbáceos de COAG, José Roales, también a causa de la falta de precipitaciones. De hecho, la sequía previsiblemente adelantará en unos 10 días la recolección, cuyo inicio se espera para mediados de septiembre."Hay parcelas en las que no ha nacido y de las que se ha dado parte al seguro", ha indicado, mientras en otras zonas hay rendimientos de entre 400 y 500 kilos por hectárea, cifra normal para zonas de secano.Añadió que hasta que no se recolecte no se podrá saber el porcentaje de cultivo afectado por la sequía, así como la evolución de los precios.