Conselleria de Agricultura, Confederación del Júcar y Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó cerraron ayer el acuerdo económico por el que 20.000 agricultores de la provincia comenzarán a recibir el próximo miércoles el agua almacenada desde hace dos años en el embalse de San Diego (Villena) y cuyo uso se ha desbloqueado por la sequía y la necesidad de reparar el embalse, cuyos fallos de construcción han hecho que se hayan perdido ya 7 hm3.
Finalmente, los regantes confían en aprovechar unos 4 hm3 -oficialmente quedan cinco- por los que pagarán unos 900.000 euros, (0,18 euros/ m3) en concepto de pago del agua y amortización del préstamo que suscribieron para hacer el trasvase y que todavía debían tras el aval del Consell. La operación durará tres meses, y a partir de enero, una vez vacío, el Ministerio de Medio Ambiente tendrá que repararlo tras haberse gastado 40 millones de euros en su construcción.
Una operación que, por otro lado, bloqueará durante varios meses cualquier posibilidad de que el agua del Júcar llegue a la provincia, abriéndose así una nueva etapa en la ejecución de un proyecto que ha costado 400 millones de euros y cuyo futuro sigue en el aire. De hecho, recientemente y según datos oficiales en la toma de muestreo del Huerto de Mulet, aguas arriba del Azud de la Marquesa han aparecido 1.600.000 coliformes.
Ayer, la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, sí se mostró satisfecha de la operación. «Con esta actuación aseguramos la llegada de agua en un momento crítico por la escasez del recurso, y estamos dando el primer paso para garantizar el suministro a las comarcas del Vinalopó desde el Júcar dando respuesta a una demanda histórica de agua de esta zona». Respuesta al que, sin embargo, le queda todavía un largo recorrido porque lo regantes continúan rechazando el agua de la Marquesa. Fuentes e la Federación Provincial de Comunidades de Regantes recordaron, en este sentido, que «no renunciamos a la toma de Cortes de Pallás y la discusión sigue encima e la mesa. Lo de hoy es un gesto de buena voluntad para seguir negociando».
Mañana, el Pleno del Consell aprobará el convenio entre el Ejecutivo y la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l´Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baixa que permitirá el aprovechamiento para el riego del agua que en estos momentos almacena el embalse de San Diego. En concreto, el agua llegará a las comunidades de regantes de Hondón-Monóvar, La Romana, Monforte del Cid, Monteagudo, Salinas, Virgen de la Paz-Canalillo de Agost, SAT San Enrique, SAT Percamp, Virgen de las Nieves de Aspe y SAT Casas de Juan Blanco,
«Voluntad de entendimiento»
La consellera subrayó que se trata de «una solución que llega de la mano del consenso entre la administración autonómica y el Gobierno central, que tras la llegada de Rajoy sí ha demostrado sensibilidad, voluntad de entendimiento y compromiso para hacer frente a la situación de déficit hídrico que padece esta comarca, así como otras zonas de la Comunidad». Un paso adelante pero, de momento, sólo un paso porque la Junta Central mantiene el contencioso contra el Gobierno, aunque el motivo fuera el cambio de la toma del agua del Ministerio que entonces dirigía la socialista Cristina Narbona.