CARLOS ALÓS ALZIRA Los usuarios históricos del Júcar enfriaron ayer la euforia creada en las comarcas del Vinalopó tras la llegada por primera vez la pasada semana del agua del Xúquer procedente del Assut de la Marquesa tras el vaciado de la balsa de San Diego en Villena.
El portavoz de los usuarios, José Pascual Fortea, aseguró que sólo será posible el trasvase en los años en que existan sobrantes de agua «y no serán todos», remarcó con lo que rebaja las perspectivas alicantinas de una pronta llegada de 12 hectómetros cúbicos de agua del Júcar.
Fortea dijo que lo habitual es que haya sobrantes en la Marquesa, pero recordó que el trasvase únicamente es posible después de que la Unión Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ), que agrupa a unos 40.000 regantes y las empresas hidroeléctricas, haya satisfecho sus necesidades.
Fortea lamentó ayer la actitud de la Conselleria de Agricultura, que ha firmado un convenio con los regantes del Vinalopó para el vaciado de la balsa de San Diego «y no nos ha dicho nada a los usuarios de la cuenca cedente. Para ese convenio tendrían que haber contado con nosotros. Se han hecho su arreglo político sin ni siquiera llamarnos», subrayó el dirigente agrario.
El presidente de los regantes de Sueca añadió que el agua de la balsa de Villena «era perfectamente apta hace un año como lo es ahora. Allí quieren el agua para hacer negocio, no para regar, eso lo sabemos todos perfectamente y creo que la Generalitat tendría que haber contado con nosotros», añadió.
Fortea dijo que la sequía «los ha puesto en su sitio. Ahora el agua ya les parece buena y ya la quieren cuando decían que no era apta para regar».