TERESA JUAN-MOMPÓ ALZIRA «La continuidad del Xúquer hasta el mar está en peligro en los últimos catorce kilómetros de recorrido», denuncia Xúquer Viu. Esta pasada semana, miembros de este colectivo han observado que «por el Assut de Cullera -situado entre Sueca y Fortaleny- a 14 kilómetros del mar, no ha pasado ni gota de agua, lo que ha provocado un descenso del nivel del río a la otra parte del azud de casi un metro».
«No es que por el río no bajara agua, sino que al no estar fijados los caudales ecológicos el agua se deriva de manera íntegra por las acequias dejando el río seco», explica el portavoz de Xúquer Viu, Paco Sanz. El Xúquer, subraya, «en realidad traía agua como para poder atender su conectividad con el mar, pero la ausencia de caudales ecológicos y la falta de respeto hacia el río han hecho que, como ha pasado en repetidas ocasiones, se sacrifique dejándolo completamente seco».
Sanz culpa de esta situación, que «raramente» se había producido antes (hasta cuando menos agua ha pasado, una fina lámina ha cubierto el muro del azud, asegura) a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), «que es la que debe garantizar que el río llegue al mar y no que su curso acabo a 14 kilómetros de su desembocadura». El hecho de que todavía no se haya aprobado el Plan de Cuenca del Xúquer impide la regulación de los caudales ecológicos para este río, lo que en la práctica -y ante la «falta de control de la CHJ»- permite a las acequias chupar cuanto quieren del río, lamenta Sanz, quien recuerda que recientemente la Unión Europea ha condenado a España por no haber aprobado los nuevos planes de cuenca, entre ellos el del Xúquer, incumpliendo así la Directiva Marco del Agua. «El Plan del Xúquer, que debe fijar los caudales ecológicos, es el más tardío del estado Español, y tendría que haberse aprobado el 22 de diciembre de 2009. El Xúquer ha pasado de cuenca piloto a furgón de cola en vía muerta con respecto a la planificación hidrológica», apostilla Sanz.
Mientras tanto, deplora, «la situación de los ríos, acuíferos, zonas húmedas y ecosistemas dependientes continúa empeorando, agravada por la sequía que estamos pasando y por la carencia de capacidad y voluntad política». Las lluvias del viernes hicieron que ayer a media mañana el agua volviera a discurrir por la pared del azud. Pero Sanz está «seguro de que en las próximas semanas se repetirá la situación».