Los cultivos de la zona de El Hondo amanecieron el lunes con sobresalto. Durante la noche anterior fueron robadas las cabezas de más de 600 aspersores del sistema de regadío a lo largo y ancho de 39 hectáreas. Uno de los afectados fue José Cifuentes, que explicaba que su plantación de ajo no puede estar sin riego porque perdería toda la cosecha. Dos terceras partes de sus casi 20 hectáreas de cultivo se vieron afectadas por el robo.
Las piezas son de latón y los agricultores piensan que los ladrones las quieren para extraer el cobre que contienen, un material alrededor del cual se ha creado un auténtico mercado negro. El caso es que el robo y el estado del sistema obliga a la reposición completa de los aspersores con lo que el daño, sólo en este terreno, podría superar los 30.000 euros. Las lluvias del pasado fin de semana dan algo de margen, porque han empapado la tierra, pero en el plazo de una semana debería estar el sistema de riego reemplazado para no tener mayores pérdidas. Los propietarios del cultivo creen que al menos cinco personas han tenido que intervenir en esta acción delictiva