Resulta muy curioso, pero en unos momentos trascendentales para el territorio valenciano, durante los que se está diseñando el futuro de la planificación hidrológica de los ríos fundamentales, es ruidosamente patente el silencio del Consell. Quizás ocurra que las personas que, al frente del Consell, deben tener criterio, desde el President Fabra al irrelevante Director General del Agua, pasando por el Conseller Císcar, son unos incompetentes. O, tal vez, teman, todos, importunar a sus mayores en Génova. Pero lo más probable es que este atronador silencio e inactividad se deba a ambas cosas: a la incompetencia y a la falta de responsabilidad y coraje.
No nos engañemos: Fabra es un muñeco político; no tiene capacidad suficiente para desarrollar ideas propias. Pero sobre todo no tiene la suficiente autonomía ni capacidad para defender los intereses valencianos. Y el equipo que ha puesto al frente del departamento de agua es patético, empezando por el Conseller «para todo» Císcar e incluyendo al personaje probablemente más incapaz, el Director General del Agua, José Alberto Comos, antaño alborotador desde la Fundación Agua y Progreso el cual, ya saben, recibió el puesto como premio a los servicios prestados.
Resulta que en estos tres meses pasados han sido aprobados tres importantes documentos para el devenir de la Comunitat Valenciana. Uno de ellos se refiere a la aprobación del borrador del Plan Hidrológico del Tajo que, si nadie lo remedia, condena a la desaparición al Trasvase Tajo-Segura. El otro es la aprobación del Decreto por el que se establece, entre otras cosas, la delimitación geográfica de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, que a nadie gusta y que destroza la posición integradora de la «unidad de cuenca». Además, no se plantean, por el momento, soluciones a la falta de concesión de agua para beber, a los habitantes de la Ribera. Así pues, en ambos casos los intereses valencianos salen muy, pero que muy, malparados.
Además, el pasado 4 de julio el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Ebro aprobó el borrador del Plan Hidrológico del Ebro. Al día siguiente fue también aprobado por el Comité de Autoridades Competentes y, en ambos órganos, la Generalitat tiene representación con voz y voto. En ambos órganos, el voto del PP valenciano fue favorable. Y, ¿qué es lo que «no» contempla el borrador de Plan aprobado?: precisamente el Trasvase del Ebro. El PP Valenciano votó a favor de eliminar la posibilidad de realizar el trasvase del Ebro. Esto es muy serio y nos estamos jugando nuestra tranquilidad en materia de agua para los próximos quince años; pero al parecer Fabra y el PP siguen jugando a la ignorancia y al despiste, intentando mantener rédito electoral con el «mantra» de que ellos son los únicos defensores del agua.
¿Para cuándo una verdadera política valenciana que aborde los problemas del agua en nuestro territorio? La respuesta la ofrece nuestra alternativa progresista, la del PSPV.
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