Ante un futuro desesperanzador, debido en gran parte a las consecuencias negativas del cambio climatológico, se impone la necesidad de agudizar el ingenio y de apostar por proyectos para solucionar la falta de agua en España.
Un problema de primera magnitud que sufren en sus propias carnes los agricultores castellanomanchegos, al igual que los del resto de comunidades de la denominada España seca, y que podría verse agravado este mismo año con cortes de agua en los hogares de gran parte de la geografía del país, según auguró el investigador catalán Antonio Ibáñez.
El último de los proyectos en los que trabaja este ingeniero industrial afincado en Castilla-La Mancha, que ha ejercido también su labor en su carrera profesional en la Nasa, es la creación de lo que ha denominado un sistema de autopistas submarinas para derivar agua desde el delta del río Ródano hasta la localidad murciana de Águilas.
Desde allí el agua sería bombeada a través de un entramado de tuberías hasta la Comunidad Valenciana, Almería y Castilla-La Mancha. La iniciativa, gestada en los laboratorios Alba Montecristo, será presentada en las próximas semanas al presidente de la Comunidad Murciana, Ramón Luis Valcárcel, y a su consejero de Agricultura, Antonio Cerdá. Posteriormente hará llegar el proyecto también al Ejecutivo castellanomanchego y al resto de comunidades implicadas.
La mitad del coste
El sistema en cuestión, según explicó Antonio Ibáñez a este diario, podría estar finalizado en un año y el coste del mismo se reduciría un 50% respecto al presupuestado en su día para el derogado Plan Hidrológico Nacional. Asimismo el investigador defiende que este proyecto no acarrearía problemas medioambientales ni políticos.
Para derivar el agua Ibáñez de Alba apuesta por la realización de unas vías de comunicación que discurrirían por el fondo marino a cotas de profundidad que no afectasen al tráfico marítimo. El sistema, muy similar a un teleférico, se completaría con una serie de pilares fijados al fondo del mar con unos morteros como los que se usan para fijar las plataformas petrolíferas. Desde estos puntos se uniría un conjunto de cables que constituiría un tendido submarino de postes y poleas para el recorrido de los cables realizando trayectos desde el Ródano hasta Murcia (con una distancia de unos 650 kilómetros).
Por este tendido discurrirían una serie de transportadores de agua realizados en acero o con materias plásticas resistentes a la oxidación, es decir vagones con una capacidad de entre uno y diez hectómetros. Las bodegas de estos transportadores se llenarían en el delta del río gracias a unas mangueras de gran diámetro, para evitar la aproximación de estos vagones a la costa. Las mangueras estarían provistas por sistemas de filtración de impurezas y de depuración de las aguas tanto para consumo humano como para regadío.
Ibáñez indicó que se trata de un sistema más sencillo de lo que parece a priori y que además permitiría llenar los pantanos de la cabecera del Tajo y del resto de la España seca hasta el 100% de su capacidad. También recordó que en la actualidad el Ródano vierte al mar entre 7.000 y 8.000 metros cúbicos por segundo.