Ha costado «muchos dolores de cabeza» pero se ha conseguido lo que durante años parecía imposible. El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha logrado poner de acuerdo a cinco comunidades autónomas tradicionalmente enfrentadas en el asunto del agua. El pacto se escenificó en la reunión de ayer a la que asistieron los consejeros del ramo de Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia y Valencia. Un acuerdo con el que Castilla-La Mancha tendrá garantizado el abastecimiento de agua gracias a que casi se duplica la reserva de agua en los embalses de cabecera, de 240 a 400 Hm3, reserva por debajo de la cual no se podrá trasvasar nada. Además se establece la prioridad en las cuencas cedentes sobre las receptoras, es decir, que sólo se trasvasará agua siempre y cuando la región tenga garantizado su abastecimiento. En el caso del Tajo a su paso por ciudades como Toledo o Talavera de la Reina, el caudal mínimo será de 10 metros cúbicos por segundo, como confirmó la consejera a este diario. Y todo ello estará regulado por ley.
El acuerdo tendrá una cobertura jurídica ya que será elevado al Consejo Nacional del Agua para que tenga «rango de ley». Para eso, y según informó el ministro Miguel Arias Cañete, el Grupo Parlamentario Popular presentó en la noche del pasado martes, varias enmiendas a la Ley de Evaluación Ambiental en la que se plasman los contenidos fundamentales del acuerdo, sobre todo en lo que se refiere a «las garantías fundamentales de las cuencas cedentes, las garantías y la eliminación de discrecionalidad en actuaciones de las cuencas receptoras y en una actuación de regular las relaciones en materia de agua desde el rigor, la transparencia o la información recíproca», dijo el ministro asegurando que de esta forma se acababa con hacer «política con minúscula que pueda interferir entre las normales relaciones entre los territorios».
Esta reforma establecerá una nueva planificación hidrológica nacional que empezará a negociarse cuando se hayan completado todos los planes de cuenca pendientes en el país, que serán llevados al Consejo de Ministros en el mes de noviembre salvo los planes del Tajo y del Segura, que serán informados en sus respectivos consejos a finales de año y el del Júcar, que se irá a los primeros meses de 2014. Tres cuencas especialmente complejas con las que «hemos tenido largas noches de insomnio», aseguró Arias Cañete.
Un plan hidrológico que parte de este primer acuerdo con el que se terminan los enfrentamientos entre comunidades utilizando el agua como munición. «Para mi es una satisfacción poner encima de la mesa este acuerdo» dijo el ministro, acuerdo que dará paso al nuevo plan hidrológico nacioanl y que sustituirá al del gobierno socialista que tenía un «plan de desaladoras que ha tenido el recorrido que todo el mundo conoce, con una situación de ineficiencia económica y sobrepasamiento desde el punto de vista presupuestario», señaló el ministro.
Sobre el nuevo plan aseguró que se iniciará con una «hoja en blanco» sobre la mesa y «sin apriorismos políticos», descartando que en este momento se contemple cualquier trasvase sobre el Tajo medio. «En este momento tenemos un plan del Tajo que es el que es y en este momento no estamos contemplando nada», confirmó Arias Cañete.