El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado que el objetivo en el reparto de las ayudas de la PAC es que ningún territorio pierda posiciones con respecto a la situación anterior a la reforma.Tras una reunión en Ourense con los sindicatos agrarios gallegos Xóvenes Agricultores (XXAA), Unións Agrarias (UUAA) y Sindicato Labrego Galego (SLG), Arias Cañete ha señalado a los informadores que no habrá «discriminación de ninguna Comunidad autónoma» y su departamento será «muy sensible» con la situación del sector ganadero.
Agregó que el Gobierno es «consciente» de los problemas de este sector, por lo que su departamento trabaja para lograr «márgenes de flexibilidad» que permitan mejorar su situación y que «ningún ganadero se vea perjudicado por la reforma».
En sus declaraciones a los medios, el titular de Agricultura ha lanzado un mensaje de «absoluta tranquilidad», respecto al reparto de las ayudas de la PAC para el período 2015-2020 y ha lamentado los mensajes «pesimistas» vertidos desde alguna organización agraria.Agregó que «ningún sector económico de ningún ámbito va a disponer de ayudas comunitarias de esta envergadura» y destacó la subida de la renta agraria en un 8 % en los dos últimos años, cuando en 8 años de gobierno socialista «bajó un 15%».
Tras la reunión con el ministro, Unións Agrarias ha informado en un comunicado de que le demandó que fuese «leal» con Galicia y le recordó que el sector lácteo puede salir perjudicado en el reparto de las ayudas respecto del agrícola, si no se introducen «medidas correctoras».UUAA apuntó, entre otras, que se deben primar en las ayudas las primeras hectáreas, para que Galicia no se vea «marginada», ya que la media por explotación en esta Comunidad es de 15, frente a la media española de 30 hectáreas.
La organización agraria demandó asimismo que se corrija el porcentaje de dependencia del sector, ya que el «actual dibujo de perceptor» que estipula la PAC lo sitúa en el 10 por ciento, con lo que los «agricultores de sofá» recibirían ayudas «de forma inmoral».Finalmente, Unións Agrarias sostiene que el tope máximo de la subvención por explotación debe bajar de 300.000 a 60.000 y el sector lácteo debe ver compensadas sus inversiones en cuota.
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