Pide lo imposible para conseguir lo que realmente deseas. El texto del nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha aprobado con los votos del PSOE y del PP de la vecina Comunidad, proyecta un cúmulo de reivindicaciones estelares, de entrada imposibles, que tienen como objetivo final obtener poderes sustanciales sobre la gestión del agua, merced a una negociación política en el Congreso de los Diputados donde Castilla La Mancha sólo tiene cosas que ganar, a la vista de la situación actual.
LA FECHA DEL 2015
Importa otro objetivo
El Gobierno de José María Barreda tiene más que asumido que el texto será modificado en el Congreso. Y también intuye que la fecha del 2015 -esa precisión lejana a los usos legislativos- será eliminada. Ofrecerá la resistencia justa, ya que lo que realmente le importa a Barreda es que el Estatuto mantenga el nervio principal de su política hidráulica. Esto es, que se reconozca que el Acueducto Tajo-Segura es una hipoteca sobre el desarrollo de Castilla-La Mancha y debe desaparecer tarde o temprano. Las armas para conseguirlo, indirectamente, es que se consagre (otra vez) la preferencia de la cuenca cedente para unos usos en aumento que se beberán todos los excedentes habidos y por haber en Entrepeñas y Buendía. Y en segundo lugar, que se aplique a rajatabla la Directiva de Aguas de al UE, lo cual aumentaría el caudal ecológico del Tajo a su paso por Aranjuez y Toledo. Lógicamente, a costa de mermar los envíos para el regadío murciano.
¿POR QUÉ ESA FECHA?
Los cálculos de Barreda
El año 2015 responde a dos criterios. Por un lado marca la entrada plena en vigor de la Directiva Europea. Por otro lado, es el tiempo que estima el Ejecutivo de Barreda para que puedan estar construidas todas las plantas desalinizadoras que necesita la cuenca del Segura para garantizar los abastecimientos en su integridad.
¿Y PARA BEBER?
Los regadíos, a desalinizar
Barreda no se opondrá a ningún desembalse para los abastecimientos mientras sean necesarios. Ni ahora ni en el futuro. También deberá justificar para qué quiere todos los excedentes del Tajo.
La opción que da Barreda a los regadíos del Segura es que se abastezcan también de agua desalinizada. Si no pueden pagarla, tendrán que ir mermando y desapareciendo. Es la única opción que ofrece, aplicando criterios puramente economicistas.
LA ESPADA DE DAMOCLES
¿Y la próxima legislatura?
Si el Gobierno central y el PSOE mantienen en el Congreso la misma pauta que con Estatutos anteriores, el texto de Castilla-La Mancha se igualará a los de Cataluña, Andalucía y Valencia que le han precedido. Basta que Zapatero y Narbona cumplan con lo que viene prometiendo y haciendo. Los trasvases quedarán bajo la gestión del Gobierno central, así como todas las competencias intercuencas. La fecha de caducidad desaparecería; pero queda la Espada de Damocles de la ley del PHN, que permite reducir los envíos de agua al Segura en la próxima legislatura. Es seguro que se mermarán, ¿pero cuánto?
Lo que sí conseguirá Barreda es mayor voz y voto en los órganos de gestión del Tajo-Segura. Los informes que emita su Gobierno serán preceptivos, pero no vinculantes, como en Cataluña. Por otra parte, tiene asegurado el acueducto a Ciudad Real.
¿POR QUÉ APOYA DE COSPEDAL?
El doble discurso
A la presidenta del PP manchego no le queda más remedio que ir a remolque de Barreda, de lo contrario perdería un chorro de votos. El agua tiene un fuerte cartel electoral. En la sede de Génova lo saben y dejan hacer a De Cospedal, radicalizando a Barreda.