Los recursos del Júcar alcanzan hoy la mitad que hace medio siglo. De 1.800 hectómetros cúbicos han pasado a 900. Uno de los grandes afectados por esa situación es el lago de l’Albufera, que recibía 500 hectómetros cúbicos en los años 70. Hoy no llegan más de 300 al humedal y cuando entre en vigor el nuevo plan hidrológico, pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, el lago únicamente recibirá 167 hectómetros de aportes del Júcar.

Ayer, por primera vez en el Palmar, y sobre los canales de l’Albufera, unas 300 personas, representantes de partidos, asociaciones, sindicatos y colectivos sociales reclamaron un futuro digno para el Júcar y l’Albufera y lamentaron que los intereses económicos «y de la especulación del agua» primen sobre el río y el lago. El eurodiputado electo de Compromís, Jordi Sebastià, aseguró a Levante-EMV que su formación tiene el compromiso de denunciar esta situación en Europa. Sebastià explicó que va a participar como titular en Bruselas en las comisiones de Medio Ambiente y Agricultura, donde denunciará lo que considera un incumplimiento de la directiva marco del agua, mientras baraja las opciones de recurrir al Comité de Peticiones o al tribunal europeo.

«Agua de las depuradoras»

El nuevo plan recoge el objetivo de alcanzar el buen estado de las masas de agua en 2027, dentro de 13 años, y desde Xúquer Viu, uno de los colectivos convocantes, junto a Albufera Viva, Mesa pel Xúquer y la federación de Vela Latina, exigieron más premura y un cambio en el plan hidrológico que aprobó el Consejo del Agua, que dote a l’Albufera de agua del Júcar «en cantidad y calidad».

Fortea, crítico del PP, en la marcha

Desde este colectivo, que cifró en unos 500 los participantes en la protesta, lamentaron que los caudales que se ahorren en la modernización de regadíos tradicionales en la Ribera se trasvasen al Vinalopó y no sirvan para regenerar el río y l’Albufera, «porque el agua de las depuradoras no es la solución», lanzó Graciela Ferrer, de Xúquer Viu.

En la cabecera de la manifestación participó el presidente de los regantes de Sueca y portavoz de los usuarios del río, José Pascual Fortea, militante del PP y crítico con la política hídrica de su partido. Otros colectivos sociales como la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) o de Escola Valenciana se unieron a la protesta, junto a representantes de sindicatos como UGT o la Unió de Llauradors. También participó una amplia representación política, con concejales del PSPV en la Ribera, Compromís y EU, con el portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, y el diputado nacional Joan Baldoví a la cabeza o la formación Més Algemesí.

La concentración se inició en el puerto del Palmar, donde una docena de embarcaciones tradicionales desplegaron sus velas, y recorrió varias calles. Tras la marcha leyeron varios manifiestos. La portavoz de Albufera Viva y vecina de El Palmar, Carmen Serrano, exigió un futuro para el lago.

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