Los regantes del Vinalopó empezarán a recibir agua del Júcar el próximo mes de julio en pleno periodo de sequía. La transferencia, de 15 hectómetros cúbicos, se iniciará una vez aprobado el plan de cuenca del Júcar, que está prevista para este mismo mes.

El vicepresidente y consejero de Agricultura, José Ciscar, así lo ha confirmado este mediodía tras mantener una reunión para analizar la situación de sequía que vive el campo con los presidentes de las diputaciones provinciales, de las confederaciones hidrográficas del Júcar, Segura y Ebro, los regantes y las principales organizaciones agrarias. La reunión ha estado presidida por el jefe del Consell, Alberto Fabra, en el Palau de la Generalitat.

Ciscar anunció que una vez completada la aprobación de todos los planes de cuenca —solo faltan el del Segura y el del Júcar, que tendrán el visto bueno a primeros del mes que viene a más tardar— reclamarán al Gobierno de Mariano Rajoy que empiece los trabajos para aprobar un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN). “La Comunidad Valenciana tiene un déficit estructural de agua muy importante, mayor de 350 hectómetros cúbicos anuales”, dijo Ciscar. Esta cantidad es la que estaba prevista obtener mediante trasvases del Ebro.

El responsable de la cartera de Agricultura responsabilizó al Gobierno socialista de la modificación del PHN que acabó con el trasvase del Ebro y que hubiese cubierto el déficit estructural de agua de la Comunidad Valenciana.

“Queremos agua de calidad y cantidad suficiente, que los agricultores puedan pagar”, ha dicho Ciscar, “a partir de ahí nos da igual de dónde venga”.

Por parte de los agricultores ha intervenido el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, que ha solicitado al Consell que presione al Gobierno de Mariano Rajoy para que mejore las ayudas fiscales (rebaja de módulos para el año 2013, moratorias en los pagos a la Seguridad Social y la subvención de préstamos para hacer frente a gastos extraordinarios motivados por la sequía) a los agricultores afectados por la sequía en la cuenca mediterránea.

“Estamos en un momento muy difícil y peligroso para mantener las explotaciones”, continuó Aguado, “si la Generalitat presiona lo suficiente y el sector hace llegar las demandas al Gobierno esperamos que sean conscientes de que la sequía en la meseta ha sido algo muy puntual de unas semanas, pero que en el Mediterráneo llevamos tres años”.

La sequía ha afectado con mayor intensidad a las comarcas de secano y ha dañado a cereales, almendros, uva y olivares.

“Tenemos una agricultura competitiva, exportadora, diversificada e innovadora, que ofrece unos productos de calidad muy valorados en los mercados nacionales e internacionales”, prosiguió el consejero de Agricultura, “a pesar de tener que realizar su actividad de manera precaria por la escasez de agua”.

Para intentar paliar la situación de sequía, la Generalitat tiene previsto ampliar la red de pozos de emergencia en coordinación con las confederaciones hidrográficas del Júcar, el Segura y el Ebro y realizar rotoperforaciones para sacar agua que pueda beber el ganado y establecer ayudas a la alimentación por pienso ante la inexistencia de pastos.

Para el trienio 2014-2016, el Consell tiene previsto invertir en el sector agrario un total de 20 millones de euros.

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