LA «ÚLTIMA OPCIÓN» DEL TRASVASE.
Otra de las propuestas incluidas en el documento es la relativa al agua. El PSOE plantea los trasvases entre cuencas «sólo como última opción», si «resultan viables en términos económicos, ambientales y sociales y si su gestión garantiza el desarrollo adecuado de la cuenca cedente, que tiene carácter preferente en el uso de sus aguas».
El agua precisamente fue motivo de enfrentamiento, en el último Comité Federal del PSOE, entre los ‘barones’ de las Comunidades Autónomas afectadas por este problema, especialmente, entre los dirigentes de Castilla-La Mancha y de la Comunidad Valenciana. Entre otros motivos, la intención de los manchegos, de acuerdo con el PP, de que su Estatuto de Autonomía ponga fecha de caducidad al trasvase del Tajo al Segura.
Los socialistas explican en el documento que el Gobierno central tiene que garantizar el «interés general» a través de la legislación básica, a través de las confederaciones hidrológicas y de la «concertación» con las Comunidades. «Asimismo –añaden–, todas las administraciones tienen que garantizar el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua en el ejercicio de sus competencias».
Entre las propuestas que en esta materia se incluyen en el documento, se encuentra la creación de una Conferencia Sectorial del Agua como el foro donde se produzca esa concertación entre Gobierno central y CCAA; también, la participación autonómica en las confederaciones y que los gobiernos regionales asuman algunas «funciones ejecutivas» en la gestión de las cuencas de sus territorios, «de acuerdo con la legislación básica y la planificación hidrológica para cada demarcación».