La consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, defendió ayer en Madrid, durante el coloquio “La problemática del agua en España” organizado por el Club Siglo XXI, la necesidad de que “en la nueva política hidráulica nacional se contemple la cogestión en la planificación por parte de las comunidades autónomas”.
María Encina Álvarez ha debatido sobre la situación hidráulica de nuestro país con el director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, el consejero de Agricultura y Agua de Murcia, Antonio Cerdá, y el consejero de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad Valenciana, José Ramón García Antón.
A este respecto, la consejera ha basado su intervención entre aspectos fundamentales para la realidad hidráulica de Castilla-La Mancha: la escasez de este recurso, las crecientes necesidades de nuestra región y la caducidad del trasvase Tajo-Segura. Asuntos de los que es responsable el Gobierno de España pero los que se debe buscar una mayor participación de las comunidades autónomas, tal y como ha puntualizado Álvarez.
La titular de Obras Públicas ha incidido en que los recursos hidráulicos disponibles van a ser cada vez menores por el descenso de los niveles pluviométricos pero también por las restricciones medioambientales que fija la normativa europea. En este sentido, Álvarez ha manifestado que “todos debemos ser conscientes de esta escasez, o al menos Castilla-La Mancha lo es, y por ellos debemos abogar por un uso eficiente del recurso”.
Por otro lado, María Encina Álvarez ha resaltado el incremento de las necesidades hídricas de Castilla-La Mancha debido a su crecimiento demográfico, económico o industrial, y que por lo tanto “no podemos prescindir de los recursos que se generan en nuestro territorio, ya que queremos que este crecimiento sea sostenido y sostenible en el tiempo”. En esta línea, el director general del Agua, Jaime Palop, ha incidido en que comunidades del interior de la península, como Castilla-La Mancha, Madrid o Aragón, no tienen mayor disponibilidad de recursos para su desarrollo que aportes de las lluvias, por lo que hay que pensar en alternativas en aquellas regiones que disponen de otras posibilidades como la desalación.
Finalmente, la consejera ha sido tajante al afirmar que “Castilla-La Mancha no puede soportar por más tiempo la existencia del trasvase Tajo-Segura”. Álvarez ha destacado la solidaridad ejercida por nuestra región y ha aseverado que ha quedado demostrado que los trasvases son un sistema en crisis e ineficaz para resolver los problemas hídricos en los territorios y garantizar un crecimiento sostenible. Hay que destacar, según ha afirmado Jaime Palop, que “cuando se tenga que elaborar el nuevo Plan Hidrológico del Tajo, habrá que plantearse determinadas cuestiones” a este respecto.
María Encina Álvarez ha remarcado que “la desastrosa experiencia para Castilla-La Mancha del trasvase Tajo-Segura es el mejor ejemplo para que cualquier territorio se resista a soportar un trasvase”, ya que junto al agua derivada “se transfieren la riqueza y las oportunidades de desarrollo”.