El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer “creer firmemente” en la desalinización como solución para paliar la falta de agua en la región de Murcia y la Comunitat Valenciana, ya que permite “autonomía” en los momentos de escasez.
“Es un agua segura, con cada vez menos coste y que no depende de nadie”, afirmó el presidente del Gobierno, que al mismo tiempo apostó por el diálogo entre territorios para solucionar los problemas hídricos.
Sin embargo, Rodríguez Zapatero matizó sus elogios a la desalinización como fórmula ideal de acceder a recursos hídricos al añadir que hay que seguir buscando fórmulas para abaratar los costes del proceso.
Zapatero hizo estas declaraciones tras recorrer ayer las instalaciones de la desalinizadora de San Pedro del Pinatar, en Murcia, capaz de producir 48 hectómetros cúbicos de agua dulce al año. Esta planta, que comenzó a funcionar en octubre, abastecerá a 34 municipios del sur de la Comunitat, integrados en la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
En su visita a la desalinizadora, que son dos fases que ahora trabajan al unísono, el jefe del Ejecutivo estuvo acompañado por el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
El jefe del Ejecutivo defendió sus decisiones en materia hídrica y consideró que lo último que debe hacerse ante el problema del agua es desarrollar una “política de crispación” y de confrontación política y territorial. “Todos debemos coincidir en el camino del entendimiento, del diálogo, del acuerdo entre territorios y entre gobiernos”. Añadió que es el camino “más eficaz y más seguro para algo que podemos hacer y que vamos a hacer, que es la garantía del agua suficiente para todos los territorios de España en función de sus necesidades presentes y futuras”, añadió.
La planificación hidrológica nacional que desarrolla su gabinete, dijo el presidente del Gobierno, es que el Estado “tenga la responsabilidad principal, con pleno respeto a la Constitución, teniendo siempre en cuenta el principio de solidaridad y fomentando el entendimiento entre autonomías”.
Aseguró que tan legítimas son las aspiraciones de los agricultores y ciudadanos de una región como de otra y, por ello, se mostró convencido de que es posible una política del agua que respete los principios de suficiencia y solidaridad y que aleje “combates estériles. Crispación –aseveró– ni con el agua”.
Cuando el presidente realizaba la visita a la Planta II, hubo un ligero incidente, que no pasó de las palabras, entre dos grupos que se habían congregado a la entrada.
Uno de ellos, formado por una treintena de personas, simpatizantes del PSOE, trataba de impedir que una docena de personas desplegara una pancarta con el lema Agua para todos, que al final lograron abrir.
La construcción de la planta de San Pedro del Pinatar II se ha realizado en tiempo récord, ya que fue declarada obra de emergencia por el Ministerio en febrero de 2005. En este sentido, fuentes de Medio Ambiente aseguraron que la rápida actuación es una demostración de que la anticipación es “la mejor arma ante el fenómeno cada vez más recurrente de la sequía”.
La planta ha supuesto una inversión de 89 millones de euros y forma parte de las desalinizadoras previstas por el Gobierno dentro del Programa Agua del Ministerio de Medio Ambiente. La nueva instalación capta el agua de mar mediante un túnel de 1,7 kilómetros de longitud, conducción que también sirve para verter la salmuera al mar.