La han bautizado Fuensanta. Es la tuneladora que empuja la roca con 27 toneladas de fuerza. Justo el año que viene habrá perforado el Morrón de Liétor para comunicar los embalses del Talave y del Cenajo. El objetivo es que murcianos y alicantinos consuman agua de mejor calidad que ahora, cargada de sulfatos y sales. Una de las obras más emblemáticas para optimizar los abastecimientos a la población avanza a un ritmo de 30 metros diarios, después de que el Ministerio de Medio Ambiente tuviera que sortear un duro conflicto con el Gobierno de Castilla-La Mancha, que llegó a paralizar las obras en dos ocasiones.
Desde diciembre, ya se han perforado 1.100 metros de túnel, según pudo comprobar La Verdad en esta obra singular que acomete AcuaSegura a 20 kilómetros de Hellín y 65 de Albacete. Representa un auténtico bypass entre los dos embalses de cabecera que mejorará la regulación de las aguas, reducirá el impacto de las riadas y suplantará la escasa capacidad de almacenamiento del embalse del Talave. Las fuertes restricciones impuestas por el Gobierno de José María Barreda, no obstante, han limitado la capacidad de transporte del túnel, que sólo dejará pasar las aguas del Tajo destinadas a los abastecimientos, pero no para los regadíos. De tal forma que el diámetro inicial del túnel, de 4,5 metros, para canalizar un máximo de 60 metros cúbicos por segundo; se ha quedado reducido a 3,5 metros y una capacidad de transporte seis veces inferior.
Limitaciones
En el Ministerio, en la Confederación Hidrográfica del Segura y en la sociedad AcuaSegura, no obstante, señalan que lo importante es que se realice la obra, imprescindible para mejorar la calidad del agua que se consume y que en ocasiones roza los límites permitidos de tolerancia debido a que los caudales se cargan de sales y sulfatos cuando pasan por un tramo del río Mundo. Diversos estudios han relacionado la dureza de las aguas que se consume con la prevalencia de determinadas enfermedades renales. El túnel no tendrá capacidad suficiente para canalizar el máximo de agua trasvasable cada año del Tajo al Segura (abastecimientos más regadíos). De ahí una de sus limitaciones.
Los caudales que se deriven desde la cabecera del Tajo para los regadíos seguirán circulando por el mismo circuito que ahora: Desde el Talave al río Mundo; después a la presa de Camarillas y finalmente al río Segura en Calasparra. Esto permitirá además que un tramo importante del río Mundo no pierda caudal ecológico, que es el que le proporciona precisamente los trasvases del Tajo.
Esta infraestructura también es una garantía de que las aguas del Tajo seguirán llegando a la cuenca del Segura durante muchos años, al menos para asegurar los abastecimientos, a pesar de la intención del PSOE y PP de Castilla-La Mancha de que se cierre el acueducto en el 2015.
En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente y AcuaSegura van a invertir más de 280 millones de euros en optimizar hasta la última gota con una nueva potabilizadora en el Cenajo; con la conexión de este pantano -el mayor de la cuenca- con los Canales del Taibilla; con el entubamiento de todas las aguas para abastecimientos en un nuevo canal de 68 kilómetros hasta Molina de Segura; y con el mini trasvase al Altiplano de Murcia. Todos estos proyectos se encuentran actualmente en fase de redacción para contratar las obras.