Desde la Consejería de Ordenación del Territorio y la Junta Central de Regantes se considera que el paso dado desde Valencia «ha reventado» la revisión del Plan de Cuenca
Desde la Consejería de Ordenación del Territorio y la Junta Central de Regantes se considera que el paso dado desde Valencia «ha reventado» la revisión del Plan de Cuenca
Denuncian la regularización de las concesiones de agua en La Mancha
Los regantes de la valenciana Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) reclaman que se limiten las extracciones en Albacete y Cuenca a un máximo de 238 hectómetros cúbicos
EMILIO FERNÁNDEZ
La Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) ha denunciado la regularización de «centenares» de concesiones de agua aprobadas en la Mancha Oriental por la Confederación Hidrográfica.
La noticia cayó ayer como un jarro de agua fría tanto en el Gobierno regional como en la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo), quienes creen que este paso «ha reventado» definitivamente toda posibilidad de llevar a buen puerto la revisión del Plan Hidrológico de Cuenca.
USUJ es la organización que dice representar «la totalidad de los regadíos tradicionales del Júcar» y es «propietaria» del embalse de Alarcón, en Cuenca. Agrupa, según sus datos, a 50.000 regantes y 40.000 hectáreas de riego.
El motivo por el que se recurren estas regularizaciones, según su secretario, Juan Valero de Palma, es porque, a juicio de la organización que representa, las regularizaciones convierten aguas privadas en concesiones públicas, aumentan el volumen de dichas concesiones y comprometen la viabilidad de el propio acuífero de la Mancha Oriental, que abarca casi dos tercios de la superficie de la provincia de Albacete y casi una cuarta parte de la de Cuenca.
«Para recuperar el acuífero de es necesario reducir las extracciones a un volumen inferior a la recarga natural -explicaba ayer Juan Valero- y el nivel de recarga se sitúa en 238 hectómetros cúbicos, cifra que se ha superado ampliamente en la última década».
Por este motivo, considera que las «nuevas regularizaciones» solo conseguirán acelerar el descenso del acuífero y, en nombre de su organización, pide que se «limite la sobreexplotación» del mismo.
El Consejero de Ordenación del Territorio, Julián Sánchez Pingarrón, consideraba ayer que estas afirmaciones son «una sobrerreacción» a las últimas iniciativas de la región en defensa de los recursos hídricos, «empezando por la Ley del Agua».
«Se han pasado de frenada -señaló en declaraciones a La Tribuna de Albacete- porque han ido a levantar la voz justo en un año en el que los niveles del acuífero se han recuperado con claridad, y las reservas generales de la cuenca están muy por encima de la media histórica, así que sólo cabe interpretar este paso en clave política».
Pingarrón, no obstante, señaló y lamentó que esta «desaforada» toma de postura por parte de USUJ aleja, de forma clara y definitiva, toda posibilidad de acuerdo en el proceso de revisión del Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar, que lleva un retraso de años.
«Es más que evidente, han reventado toda opción de acuerdo -afirmó- porque la regularización es una medida contemplada en el Plan de Cuenca del 1998, el que ahora se revisa; si ya no queremos cumplir el plan viejo, no cabe hacerse ilusiones con su revisión».
Menos indignado, pero más irónico, el presidente de la Jcrmo, Francisco Belmonte, recomendaba al secretario de USUJ que «antes de hablar, que se informe, que igual patinamos».
«USUJ habla de centenares de concesiones -repuso- cuando las concesiones regularizadas son 94, ya me gustaría que fuesen centenares, sería un regante feliz».
Señaló, además, que, USUJ alza la voz justo el año en que los regantes de la Jcrmo no llegarán a usar «ni de lejos» toda el agua de sus concesiones, gracias a un buen año hidrológico y las medidas de ahorro implantadas desde la Jcrmo.
«Pero lo que realmente me preocupa es que esta denuncia llega ahora, no antes -afirmó- así que me temo que el señor Valero intenta reventar, sin duda alguna, el Plan de Cuenca y hacernos rehenes a todos, albaceteños, alicantinos y valencianos, de unos intereses que poco o nada tienen que ver con el agua o con el riego y más con hacer méritos políticos a costa del Júcar, él verá lo que hace, pero está creando una situación en la que todos perdemos».