El bloqueo del Plan del Júcar «es, sobre todo, político»
El catedrático de la Universidad de Valencia, Juan Romero, afirma desde Albacete que «en un estado compuesto, siempre es díficil llegar a acuerdos con el agua, pero no es imposible»
.Serrallé
E.F.
El catedrático de Geografía de la Universidad de Valencia, Juan Romero González, propinó ayer desde Albacete un tirón de orejas a todas a las partes implicadas en el proceso de revisión del Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar.
Romero acudió a la sede albaceteña de CCM, precisamente a invitación de la Confederación Hidrográfica, para ofrecer una conferencia titulada Agua y Territorio. Tras este título aséptico se encontraba, sin embargo, un toque de atención general por el bloqueo del proceso de revisión.
«Un acuerdo es posible si trabajamos con la vista puesta en el medio plazo -afirmó- pero si funcionamos sólo a corto plazo, o más aún, si seguimos con la mirada parroquial, avanzaremos muy poco en el proceso de revisión del Plan de Cuenca».
De esta forma, Romero se refirió, a preguntas de los medios, a la citada situación de bloqueo, que, la semanada pasada, le costó a España un ultimátum por parte de la Unión Europea, la cual le ha dado dos meses para terminar la revisión del PCHJ y de los 0tros 24 planes que se siguen sin concluir la revisión prevista dentro de la Directiva Marco del Agua y que debía haberse terminado en diciembre de 2009.
El catedrático de la UV declinó referirise a una de las partes en concreto, sea desde La Mancha, sea desde Valencia. Pero sí subrayó que, por encima de los factores geográficos, económicos, sociales, jurídicos y técnicos, el problema del agua es por, encima de todo, un problema político.
«La gestión y planificación del agua, en un estado compuesto como el nuestro, es muy complicada -señaló en referencia expresa a Autonomías y administraciones locales- pero no es imposible; otros estados, federales incluso, como los EEUU, han sido capaces de llegar a acuerdos».
LEGITIMIDAD INSUFICIENTE. Joan Romero fue aún más allá, al señalar que la «legitimidad de los votos» no es suficiente para poder llegar a consensos en torno al agua; en este sentido, recordó que «todos los gobiernos tiene su plan, o sus planes, hidrológicos; promulgan los suyos, con la fuerza de sus respectivas mayorías y, al llegar el siguiente gobierno, todo vuelve a empezar»
El catedrático de la UV recordó que, personalmente, él mismo ha participado en la redacción no de uno, sino de varios planes, de cuenca «pues me pidieron informes para el plan del 93, el del 98, para el Plan Agua, para el actual, y en todos he dicho lo mismo, hace falta un gran pacto de estado sobre el agua, las mayorías coyunturales nunca serán suficientes para llegar a acuerdos».
No obstante, puntualizó que no se trata de deslegitimar las tomas de posición salidas de las urnas «sino que digo que no son suficientes; en Andalucía, en Aragón, en Valencia, en Castilla-La Mancha, las tomas de posición son, en esencia, casi idénticas, los argumentos son parecidos, hay que ir. en definitiva, más allá para lograr consensos».