El 61% de los recursos trasvasados a lo largo de la historia del canal han tenido como finalidad atender los riegos
18.02.13 – 01:08 –
MERCEDES SÁNCHEZ | ALBACETE.
1 voto2 votos 3 votos4 votos5 votos
0 votos
0 Comentarios |
En Tuenti
LOS DATOS
11.003
Más de 11.000 hectómetros cúbicos se han derivado desde 1978-79 desde Entrepeñas y Buendía.
6.739,1
Los más de 6.739,1 hectómetros trasvasados hacen que un 63% de los recursos hayan ido a regadíos.
600
El máximo de 600 hectómetros trasvasables solo se alcanzó en el año 2000-2001.
En la provincia solo dos municipios, del Taibilla, se benefician del envío desde los pantanos de Entrepeñas y Buendía
Es fuente de vida, de desarrollo y de riqueza y, tal vez por ello, también lo es, lo ha sido y, seguramente lo seguirá siendo, de enfrentamientos. Ríos de tinta, además de los propios del líquido elemento, ha hecho correr el trasvase Tajo-Segura, cuya regulación está en tela de juicio prácticamente desde que la infraestructura entró en funcionamiento.
Desde que en 1979, en el año hidrológico 78-79 si se es fiel a la contabilización que realiza la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), se comenzase a derivar agua desde los pantanos guadalajareños de Entrepeñas y Buendía hasta el sureste español, se han trasvasado algo más de 11.000 hectómetros cúbicos destinados a abastecimiento humano, pero también a atender las necesidades en materia de regadíos. Para hacerse una idea de lo que suponen esos más de 11 billones de litros de agua trasvasados desde la cabecera del Tajo basta con aportar un dato muy gráfico: en el estadio Santiago Bernabéu cabrían unos 0,6 hectómetros cúbicos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el pantano de Entrepeñas tiene una capacidad total de 835 hectómetros, mientras que el de Buendía puede almacenar un máximo de 1.639 hectómetros. Eso sí, las reservas de ambos suelen estar muy lejos de la capacidad máxima.
La mancomunidad del Taibilla, integrada por 79 municipios de Murcia, Alicante y Albacete, junto a una parte de la provincia de Almería han sido los beneficiarios de esos trasvases, aunque no de igual modo. En total suman una población de 2,5 millones de habitantes.
En el caso de Albacete solo hay dos pueblos en el Taibilla, Férez y Socovos. Otros muchos ven, como así lo han denunciado en reiteradas ocasiones, como el agua del canal pasa a escasa distancia de sus municipios sin que ellos puedan beneficiarse de estos recursos. Viven, a fin de cuentas, de espaldas al trasvase, a una infraestructura por la que ven correr el agua y las oportunidades de desarrollo.
Almería, desde los 90
En el caso de Almería no fue hasta el año hidrológico 96/97 cuando algunas de las localidades de la provincia vieron como el agua del trasvase les llegaba por vez primera. Desde entonces han recibido un montante global de 137,192 hectómetros para abastecimiento humano, a razón de unos nueve o diez por año hidrológico exceptuando el último, que culminó el 30 de septiembre, en el que solo han percibido 2,5 hectómetros.
El motivo no es que en el último ejercicio hidrológico se les haya cerrado el grifo, ni mucho menos. Desde la Confederación del Segura explican que el volumen trasvasado hasta Almería para abastecer a la población se ha visto mermado porque contaban con reservas. Junto al suministro humano no hay que olvidar que la sed y las necesidades de los campos almerienses también son colmadas y calmadas gracias al trasvase. No obstante, el organismo hidrológico de cuenca no entra en este caso hasta ese detalle, es decir no determina cuánto percibe cada territorio en materia de riego sino que hace un cómputo global, año tras año, de lo trasvasado para regar al Taibilla (Murcia, Alicante y los municipios albaceteños) y a parte de Almería.
De los más de 11.003 hectómetros que se han trasvasado en toda la historia del trasvase, en esta cantidad no se incluye ni el último trasvase autorizado de 76 hectómetros ni otros 23 más correspondientes a parte de una derivación aprobada en octubre ya que en ambos casos no se han materializado aún, el 61% ha ido a parar a regadío. El volumen de agua trasvasada para regar los campos alcanza, según los pormenorizados datos de la CHS 61,2 hectómetros cúbicos.
La evolución de los 33 años hidrológicos, se incluye desde 1978-79 hasta 2011-2012, indica que la media trasvasada por ejercicio, contabilizando tanto abastecimiento como regadío, se sitúa en unos 331 hectómetros. Promedio en el que no se tiene en cuenta el trasvase de 101,7 hectómetros autorizado, y realizado solo en parte a tenor de las quejas de los regantes murcianos, en el inicio del año hidrológico 2012-2013 en octubre.
Calificándolo en algunos casos de voracidad y en otros de falta de sentido común, en los últimos ejercicios distintos colectivos como la Asociación de Municipios Ribereños, organizaciones agrarias y ecologistas de la Región, así como partidos políticos han denunciado el crecimiento de los trasvases aprobados año tras año.
En 2007-2008 se derivaron, según la CHS, 178,6 hectómetros; en 2008-2009, un total de 276,15 hectómetros; el siguiente año hidrológico se enviaron al sureste 291,5 hectómetros; en 2010-2011 lo hicieron 378 y el pasado ejercicio 2011-2012, un total de 386,18 hectómetros.
Poco que ver con aquellos 63,16 hectómetros con los que en 1978-1979 se iniciaba la historia del acueducto. El primer envío de agua a la cuenca del Segura se produjo el 31 de marzo de 1979. Previamente la esposa del presidente de la CHS, Enrique Albacete, bautizó el trasvase con el lanzamiento de una botella de champán en el pantano del Talave, a modo casi de botadura de barco.
En la larga singladura ya del trasvase solo un año, en el 2000-2001, se autorizó el máximo previsto trasvasable de 600 hectómetros. La Comisión Central de Explotación del Trasvase, creada en el año 78, aprueba las derivaciones. En aquellos casos en los que las reservas de agua en la cabecera del Tajo sean inferiores a 557 hectómetros, la decisión debe adoptarla el Consejo de Ministros. Y si Entrepeñas y Buendía embalsan menos de 240 hectómetros la normativa impide que se realice un trasvase.
El Tajo-Segura ha enfrentado en no pocas ocasiones a Castilla-La Mancha y Murcia. En la malograda revisión del Estatuto de Autonomía, que no llegó a salir adelante, el Gobierno de José María Barreda echaba un órdago pidiendo la derogación del trasvase en 2015.