Las precipitaciones de los últimos días han mejorado el balance, aunque la tónica general ha sido la sequía que ha afectado a todos los <label>Nombre *
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600
hectómetros cúbicos de agua tienen los embalses de Entrepeñas y Buendía en la cuenca del Tajo, cuyas reservas son las que «más preocupan», según el CREA.
El año hidrológico 2011-2012 (contabilizado entre el 1 de octubre y el 30 de septiembre) ha concluido en la provincia de Albacete con un 30% menos de precipitaciones. Las lluvias de la última semana han contribuido a mejorar el balance global, aunque según los Servicios Periféricos de la Consejería de Agricultura el elemento más destacado ha sido la sequía, que ha afectado a todos los cultivos albaceteños.
Salvo en noviembre y marzo, en el resto de meses del año hidrológico las lluvias caídas han sido muy inferiores a la media histórica. Esta falta de agua «tan acusada», según la Consejería, ha supuesto «una clara reducción de cosecha» en todas las explotaciones agrícolas, que la Administración regional cifra en un 22% para los cereales de invierno; un 35% en el caso de las leguminosas; un 10% para la almendra y un 15% en el viñedo.
Los datos del Sistema de Información Agroclimática del Ministerio de Agricultura facilitados por la Consejería indican que la precipitación acumulada en la provincia entre octubre de 2011 y septiembre de 2012 asciende a 242,6 milímetros, «un 30% inferior a la media histórica». Igualmente, estas fuentes añaden que la cifra «queda enmascarada por las últimas precipitaciones; hasta las mismas se venía arrastrando un déficit del 45%».
En la capital destaca la «ausencia total de precipitaciones en los meses de julio y agosto», si bien en algunas zonas de la provincia «se registraron en este periodo lluvias de carácter tormentoso».
El año hidrológico 2011-2012 ha sido el que menos precipitaciones ha dejado en Albacete en el último lustro. Así, en 2007-2008 se acumularon 384,3 milímetros; 387,3 en el periodo 2008-2009; 499,2 en 2009-2010 y 324,8 milímetros en 2010-2011, según la Consejería de Agricultura.
En los cinco últimos años, solo los valores de los dos últimos se han colocado por debajo de la media, establecida en 349,8 milímetros para Albacete.
Déficit
En toda España, según la Agencia Estatal de Meteorología a fecha de 25 de septiembre, también ha llovido este año un 38% por debajo de lo normal. Esta entidad avanzó que «ni siquiera un otoño lluvioso podría paliar el déficit del balance hídrico».
El director del Centro Regional de Estudios del Agua (CREA) de la Universidad de Castilla-La Mancha, José María Tarjuelo, explicó que el año ha sido seco y que puede que hayamos entrado en un ciclo marcado por la carencia de precipitaciones, pese a que habrá que ver «cómo evoluciona» la estación recién estrenada.
Indicó que la provincia de Albacete es la que menos lluvias ha tenido en periodo 2011-2012 dentro del ámbito de Castilla-La Mancha, mientras que en el extremo contrario se sitúa Cuenca, que es la que más precipitaciones ha registrado. A Cuenca le siguen, por este orden, Guadalajara, Ciudad Real y Toledo, siendo ésta última la que muestra un retroceso más acusado respecto a la media de precipitaciones.
En cuanto a las reservas en las principales cuencas hidrográficas de la Región, el director del CREA manifestó que la mayor preocupación se da en la del Tajo, donde se contabilizan un 45% menos de recursos disponibles frente al año pasado. En concreto, detalló que los embalses de Entrepeñas y Buendía acumulan cerca de 600 hectómetros cúbicos frente a los casi 1.100 del periodo anterior.
En el sistema Júcar, en cambio, el embalse de Alarcón solo ha bajado un 20% respecto a 2011, con 550 hectómetros cúbicos este año. Esta cifra ascendía, el año pasado, a 680 hectómetros cúbicos.
Por lo que respecta al Segura, el Cenajo también ha sufrido un descenso del 20% en relación a 2011, con 230 hectómetros cúbicos en la actualidad.
No obstante, tanto en el Júcar como en el Segura las reservas de agua se sitúan por encima de la media de los últimos cinco años, algo que no ocurre en el Tajo. «La política de gestión en el Segura y el Júcar ha sido más conservadora, mientras que en el Tajo hay que sumar los efectos de un año seco con las extracciones en la cabecera», explicó el director del CREA.
A juicio de Tarjuelo, habrá que aguardar a la evolución de la esconrrentía de los últimos días para analizar en qué medida afectan al Tajo las últimas precipitaciones.