La lluvia ha llenado los pantanos aunque los que abastecen a zonas de Alicante siguen siendo los más deficitarios. Las precipitaciones caídas a final de año en la Comunitat han aumentado el agua almacenada en los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar y del Segura. Las reservas de agua a 29 de diciembre se sitúan al 27,2% de la capacidad de la CHJ y al 19,4% en la del Segura con 912,37 hectómetros cúbicos en el primer caso y 219 hectómetros cúbicos en el segundo, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente.

Con estos datos, los embalses del Júcar han aumentado en 19 hectómetros cúbicos su capacidad respecto a la semana anterior, pero sólo cuentan con una parte de los 3.346 hectómetros cúbicos totales que puede almacenar. Por su parte, los pantanos del Segura han incrementado sólo en 6 hectómetros cúbicos, cantidad que no permite que se alcance más del 20% del total de 1.129 hectómetros cúbicos.

Las lluvias de los últimos meses han favorecido el aumento del agua embalsada. En 2008, las precipitaciones fueron muy abundantes en todo el territorio nacional, un 5% por encima de la media de los valores habituales, sobre todo en primavera y las del mes de octubre, según explicó el meteorólogo de la Agencia Estatal de Metereología (Aemet), Antonio Vercher.

Así, durante el pasado año el invierno entrante fue seco, aunque la primavera muy lluviosa, sobre todo en los meses de abril y mayo. Luego, en la segunda mitad del año, incluyendo el verano, este otoño e inicio del invierno, el volumen de precipitaciones se ha situado en torno a los valores normales, según informó Vercher.

«Abril, mayo y octubre han compensado el déficit de lluvias que hubo en los meses de enero, febrero, marzo, julio y agosto», indicó, al tiempo que apuntó que 2007, en cambio, fue un año «bastante seco» en general, donde llovió hasta un 20% menos que en 2008.

En cuanto a la distribución de precipitaciones «lo que sí se observa es un valor por encima de lo normal en la mayor parte de la vertiente mediterránea, y también en la cantábrica, norte de Galicia y todas las regiones del Cantábrico», explicó el meteorólogo de la Aemet.

Todas estas lluvias han hecho que la reserva hidráulica nacional se cerrara con los embalses españoles casi a la mitad de su capacidad. Los embalses se encuentran, a finales de año, al 47,7%, con 25.903 hectómetros cúbicos, unos 3.400 más que hace un año. Los embalses del Júcar han cerrado el año al 21,06% y los del Túria al 55,58%. En Alicante, la Marina Baixa/Serpis dispone del 76,69% de su capacidad. Sin embargo, y en comparación con la media nacional, las cuencas del Segura (19,4%) y Júcar (27,2%) siguen siendo las más deficitarias.

En el sistema de la Marina Baja, el embalse de Amadorio tiene un 73% de agua almacenada, mientras que el de Guadalest está al 82,34%. En el Serpis, el pantano de Beniarrés tiene el 76,14% de su capacidad cubierta total.

Las reservas de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han aumentado en 23,60 hectómetros cúbicos durante la última semana y se sitúan al 26,01% de su capacidad, con un volumen embalsado de 870,42 hectómetros cúbicos.

De los 27 embalses de la CHJ, 8 han bajado sus reservas, 14 las han incrementado y los otros 4 han permanecido invariables. Los embalses en que más han crecido las reservas de agua entre el 1 y el 8 de diciembre han sido los de Tous-La Ribera (7,28 hectómetros cúbicos); Alarcón (5,55 hm3), Benageber (4,26) y Contreras, con 3,50 hectómetros cúbicos.

Por sistemas, el de Alicante se encuentra al 73,13% de su capacidad, el de Castellón, al 48%, el del Turia al 53,59% y el del Júcar al 20,05%. Los pantanos más al límite de su capacidad son el de Cortés II (95,33%), Arquillo de San Blas (83,35%) y Ulldecona (con un 82,61%).

La Fundación para el Progreso de Albacete ha advertido a la Confederación Hidrográfica del Júcar de que o incluye la sentencia del Tribunal Supremo, que anula los trasvases de agua del Júcar al Turia y al Vinalopó, en la revisión del Plan Hidrológico de la cuenca del Júcar (que actualmente se está llevando a cabo), o recurrirá de nuevo a los juzgados.

Así se manifestó a LAS PROVINCIAS Alfonso Calero, uno de los responsables de esta entidad albaceteña que en 2004 ganó en el Tribunal Supremo su litigio contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Aquella sentencia destrozaba el plan de cuenca del Júcar de 1998: ordenaba la gestión separada de los ríos que nacen fuera de la Comunitat y mueren en territorio valenciano frente a los que su recorrido se realiza sólo dentro de las fronteras autonómicas valencianas.

Los primeros son las cuencas intercomunitarias y debe de hacerse cargo de ellos el Gobierno central. Los segundos son los ríos intracomunitarios, que debe administrar la Generalitat.

«La sentencia del Supremo se gestiona, no se ejecuta», sentenció Alfonso Calero, que participa por medio de la Universidad de Castilla-La Mancha en la confección del nuevo plan hidrológico del Júcar.

«El trasvase Júcar-Vinalopó está sin agua y el del Júcar-Turia no abastece a los regadíos, sólo se utiliza para beber. Esto tendrá que aparecer así en el nuevo plan. Y si no se especifica de ese modo volveremos a recurrir a los tribunales. El Supremo ya nos dio la razón en 2004 y se ratificó en 2005», explicó Alfonso Calero.

«Tienen que aplicar la sentencia del Supremo. De lo contrario se crearía en este país una gran inseguridad jurídica», argumentó.

El dirigente de la Fundación para el Progreso de Albacete, no obstante, se muestra confiado en que sus postulados aparecerán negro sobre blanco en el texto que salga de la CHJ. «En 2009 se van a producir acontecimientos en esa dirección: la anulación de los trasvases y la separación de las cuencas intercomunitarias de las intracomunitarias. Estamos colaborando con la CHJ», dijo Calero.

Y mientras la Fundación para el Progreso de Albacete negocia el nuevo plan del Júcar con el as en la manga de una sentencia del Supremo favorable a sus intereses y la amenaza de recurrir de nuevo a la justicia, en la Confederación Hidrográfica del Júcar dan la callada por respuesta. Nadie del organismo regulador quiere hablar al respecto.

Otra de las partes interesadas en el convenio, el Gobierno valenciano, se muestra cauto sobre la postura de los albaceteños -que aúna los intereses de la Fundación para el Progreso de Albacete, la Universidad de Castilla-La Mancha y los regantes-.

No obstante, fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente califican de «verde» el estado de las negociaciones para cerrar la revisión del plan hidrológico de la cuenca del Júcar.

El departamento que dirige el conseller José Ramón García Antón aboga por mantener unida la gestión de la cuenca, aunque es consciente de que la ley obliga a administrar por separado los ríos que discurren por al menos dos comunidades autónomas distintas de aquellos que sólo lo hacen por una región.

Una de las cuestiones que defiende el Consell es «la indivisibilidad» de los sistemas del Vinalopó y l’Alacantí, pues funcionan como tal «desde hace más de 100 años». El Gobierno quiere separarlos para que la Generalitat gestione el agua de Alicante y su comarca, mientras se reserva para sí el Vinalopó. García Antón se apoya en que Alicante bebe del trasvase Tajo-Segura.

Los embalses pertenecientes a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) albergan actualmente 821 hectómetros cúbicos de agua, un 31,8% más que hace un año, cifra que supera también la media registrada en los últimos cinco años y la de la última década.

Concretamente ahora hay almacenados 198 hectómetros cúbicos más que hace un año, según el Informe Hidrológico de tendencia, elaborado por la Delegación del Gobierno en la Comunitat.

En este documento se precisa que la cantidad de agua embalsada actualmente alcanza el 24,5% de la capacidad total de los embalses, frente al 18,6% registrado en la misma semana de hace un año o el 12,9% de 2006.

El pleno del Congreso aprobó ayer por unanimidad el Real-Decreto Ley por el que se adoptan una serie de medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía en las cuencas hidrográficas del Júcar, Segura, Guadiana y Guadalquivir.

La normativa establece conceder la exención de determinadas tasas de agua para riego, extendiéndola a los abastecimientos afectados por la escasez de recursos. Las medidas aprobadas en 2005 se prorrogan a 2009.

En la cuenca del Segura las reformas permitirán la modernización, impermeabilización y sistemas de control en las acequias principales de las vegas de los ríos Segura y Mundo y ahorrar así 51 millones de euros .

En la del Júcar, se van a llevar a cabo actuaciones para mejorar la disponibilidad, garantía y calidad de los recursos en la Ribera del Júcar, Valencia y su área metropolitana.

El secretario general del Bloc Nacionalista Valencià, Enric Morera, presentó ayer en Sueca, junto al alcalde de la ciudad, Joan Baldoví, y el secretario de la formación en la Ribera Alta, Gerard Donat, la campaña En Bloc pel Xúquer. Con esta iniciativa, el grupo pretende concienciar a la sociedad valenciana de la importancia de mantener el caudal del río en unas condiciones idóneas.

Morera, quien reconoció presentar la campaña en Sueca, por «tratarse de una ciudad con una alta cultura del agua», manifestó que el grupo parlamentario de Compromís ya ha tomado medidas en Les Corts con el objetivo de recuperar el buen estado de los ríos. En particular, el secretario general del Bloc se refirió a la petición al Consell para que inste a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a «declarar sobreexplotado el acuífero de la Mancha Oriental».

En su intervención, en la que definió la ciudad de Sueca como «símbolo en la lucha por mantener el río vivo», Morera anunció que el Bloc presentará mociones en los diferentes ayuntamientos valencianos en este sentido y elaborará un manifiesto que harán llegar a colectivos de diversa índole para que puedan adherirse.

Según Morera, «el gobierno de España debe revertir la situación de sobreexplotación actual que padecen los ríos de la cuenca del Júcar, particularmente en la Mancha Oriental, recuperando caudales naturales para el Júcar y la Albufera». El acuífero de la Mancha Oriental es el más extenso de la CHJ y, por tanto, su estado guarda mucha importancia con el respectivo estado de los ríos.

El mes de octubre que acaba de terminar se ha situado entre los más lluviosos de los últimos 30 años. La explicación se encuentra en los diferentes episodios de gota fría que han azotado la Comunitat, unidos a la borrasca que durante esta semana ha cubierto la región de agua y nieve. Una de las zonas más castigadas ha sido la Marina Alta, donde no ha parado de llover.

Aunque octubre suele ser el mes más lluvioso del año, el que ayer terminó se sitúa entre los cinco primeros desde 1971, según los datos adelantados por la delegación autonómica de la Agencia Estatal de Meteorología.

Los registros mensuales son muy elevados en poblaciones como Pego, donde se han recogido 650 litros en las estadísticas provisionales. «La precipitación hace que el mes se pueda clasificar globalmente en la Comunidad Valenciana como muy húmedo, y está entre el 20% de los meses con más precipitación del periodo de referencia 1971-2000», según la información de la Agencia Estatal (Aemet).

El mes empezó con fuertes tormentas, que alcanzaron su punto álgido durante el puente del 9 d’Octubre, afectando con especial virulencia a las comarcas fronterizas entre Valencia y Alicante. La fuerza del agua se cobró la vida de dos personas que intentaron cruzar el cauce de un río en l’Olleria, mientras que las imágenes del río Xúquer desbordado en Alberic o de presas colmatadas serán difíciles de olvidar. Tras un par de días de calma, el día 14 volvieron las lluvias torrenciales, afectando a numerosas carreteras y especialmente al aeropuerto de El Altet.

Según la precipitación acumulada este mes, las zonas donde más ha llovido además de Pego son los municipios valencianos de Barx (388), Buñol (318), Bicorp (267), Oliva (258) y Ontinyent (258). Fuentes de Aemet explicaban ayer que la intensidad de las lluvias servirá para marcar nuevos registros históricos, a falta de contabilizar las precipitaciones de los dos últimos días.

A los coletazos de la gota fría hay que añadir la llegada esta semana de una masa de aire procedente del Atlántico Norte, que dejó dos días de intensas lluvias que se concentraron en la Marina Alta (hasta 55 litros en 24 horas) y que en cotas más altas derivaron en nevadas.

De hecho, el pasado miércoles 29 de octubre el espesor de la capa de nieve del observatorio de Morella (Castellón) marcaba 22 centímetros, mientras que en Villafranca se situó en 13. Fue una de las nevadas más intensas de las registradas en octubre, la mayor en 30 años, y anuló carreteras y rutas escolares en Els Ports.

Tras la lluvia, la masa de aire polar ha traído frío invernal, que se prolongará hasta la próxima semana por la llegada de una nueva borrasca. Sin embargo, los datos mensuales de temperatura no son elevados a pesar de este episodio puntual. En Valencia la media ha sido de 19,1 grados, cuando el dato de los últimos 20 años se sitúa en 19,9. Algo parecido sucede en Castellón, donde ha sido de 19,6 grados (frente a los 19,1 del promedio) o en Alicante (20,3 grados frente a 19,8).

La temperatura máxima (diurna) más elevada de este mes se registró en Valencia capital, con 30,5 grados, mientras que la más baja se dio en Castellfort, con 3,8 grados.

Ayer se sucedieron episodios de lluvia intermitentes que hoy se pueden reproducir con igual o mayor intensidad, lo que hará que las temperaturas no suban hasta el martes.

Sube la reserva hídrica del Júcar
Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar contienen ahora 156,69 hectómetros cúbicos más que al final del mes de octubre de 2007, con una cantidad acumulada de 773,62 hm3 frente a los 616,93 de entonces, según datos facilitados por esta entidad.

Así, la cantidad de agua embalsada supone el 23,12% de la capacidad total del conjunto de la cuenca, mientras que el 29 de octubre de 2007, el porcentaje almacenado correspondía al 18,43%.

El embalse que más agua contiene en estos momentos es el de Contreras, que se encuentra al 13,88% de su capacidad con 118,36 hectómetros cúbicos, seguido de el de Cortes II, que almacena 115,02 hectómetros cúbicos, el 97,48% de su capacidad.

Si se toman como referencia los sistemas, el de Alicante (Marina Baja/Serpis) destaca tanto este año como el anterior. Sin embargo, la cantidad almacenada ahora ocupa el 57,71% de su capacidad, una cifra inferior al 66,36% que ocupaba el agua almacenada a finales de octubre del año pasado.

Las reservas hídricas de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ ) han aumentado en 14,81 hectómetros cúbicos (Hm3) durante la pasada semana y se han situado en los 766,71 hectómetros, lo que supone el 22,91% de los 3.346,6 hectómetros de su capacidad total. Según un comunicado de la CHJ, de los 27 embalses adscritos a la confederación, 18 han aumentado el nivel de agua almacenada, 4 lo han disminuido y otros 5 han mantenido el mismo caudal.

Por sistemas, el de la provincia de Alicante (Marina Baixa/Serpis) está al 57,64%; el del Júcar está al 17,77%; el del Turia está al 43,77%; y el de Castellón (Palancia/Mijares/Cenia) se encuentra al 47,52%. De los principales embalses, el de Tous-La Ribera ha sido el que más agua ha almacenado en la última semana, con 2,87 hm3, lo que lo sitúa en el 22,79% de su capacidad total de 378,6 hectómetros.

También Benagéber ha aumentado en unos 2,84 hectómetros, y queda al 47,20% de su capacidad del total de 221,3 Hm3; Beniarres ha crecido 2,12 hectómetros y queda al 58,49% de capacidad; y Cortes II ha incrementado 2,09 hectómetros y queda al 97,06% de sus 118 hectómetros de capacidad.

Mayores pérdidas
El embalse que ha registrado mayores pérdidas ha sido el de La Mulea, que ha disminuido 1,48 hectómetros cúbicos y queda al 50% de su capacidad, que asciende hasta los 20 hectómetros cúbicos.

También han disminuido sus reservas los embalses de El Naranjero, que ha perdido 1,04 hectómetros cúbicos y queda al 68,83% de sus 29 hectómetros cúbicos de capacidad; y el de La Toba, que ha bajado 0,39 hectómetros y queda al 34,48% de capacidad.

Sin variaciones permanecen Algar, que no tiene agua almacenada; Almansa, que tampoco tiene reservas, Onda, que está al 64,85 por ciento de su capacidad; Sichar, al 73,73 por ciento de capacidad; y Alcora, al 70,42 por ciento.

Las escorrentías generadas por la última gota fría y las lluvias del pasado fin de semana han aumentado en 17,3 hectómetros el nivel de agua embalsada por la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Con esta aportación los pantanos se hallan al 22,47% de su capacidad y disponen de 751,9 hectómetros cúbicos en total.

Tous, en el Júcar, es el que más agua ha recogido en los últimos siste días, 13 hectómetros cúbicos.

La presa de Benagéber, la mayor situada en el cauce del Turia, ha embalsado esta última semana 2,58 hectómetros.

A sólo una semana de que termine el año hidrológico (de octubre a septiembre), las cuencas de las que se abastece la provincia de Alicante van a cerrar el ejercicio con más agua en sus embalses y menos apuros que en septiembre de 2007. Aun así, la alerta por sequía persiste tanto en la cuenca del Júcar como, sobre todo, en la del Segura y en los embalses de la cabecera del Tajo de los que se nutre el trasvase.

La cuenca del Júcar es, con diferencia, la que llega más sobrada al final del verano, y en especial, los tres embalses adscritos a esta demarcación hidrográfica que se encuentran en la provincia de Alicante: Amadorio y Guadalest, en el sistema de la Marina Baja, y Beniarrés, en el del Serpis. Estos tres pantanos, que hace un año estaban al 45,12% de su capacidad, se encuentran en estos momentos al 61,89%.

Aunque los problemas de sequía en los pantanos de cabecera de esta cuenca persisten, las cifras globales no dejan lugar a las dudas. El 17 de septiembre de 2007 los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) almacenaban en su conjunto 554,12 hectómetros cúbicos, el 16,56% de su capacidad total, lo que supone 150 hectómetros menos de los que tienen ahora, ya que el parte facilitado ayer por la CHJ revela que los embalses de la cuenca están al 21,1% y cuentan con 704,88 hectómetros cúbicos.

Y eso, a pesar de que las restricciones de agua para uso agrícola no han sido tan draconianas como en los últimos ejercicios marcados por la sequía, ya que el otoño y la primavera dejaron precipitaciones muy por encima de la media que han permitido abrir la manga de riego con algo más de generosidad.

En el Segura esas precipitaciones no han sido tan generosas. De hecho, están incluso algo por debajo de la media de los últimos años. Sin embargo, pese a que la situación es crítica porque las existencias actuales en los embalses de esta Confederación Hidrográfica apenas superan los 169 hectómetros cúbicos (el 15% de su capacidad total), son casi 14 hectómetros cúbicos más de lo que almacenaban el año pasado por estas fechas, cuando había 155,7 y estaban al 14%.

Las aportaciones extra procedentes de las nuevas desalinizadoras y la apertura de pozos de sequía durante el verano han permitido abastecer sin problemas a los municipios de la cuenca y aportar algún riego de socorro al campo sin mermar demasiado las reservas hídricas.

Además, las aportaciones procedentes de la cabecera del Tajo han vuelto a ser vitales pese a que los embalses de Entrepeñas (Cuenca) y Buendía (Guadalajara) tampoco están para alegrías. No en vano, las reservas están incluso por debajo de los niveles que presentaban a mediados de septiembre de 2007.

En aquel momento ambos pantanos almacenaban 356 hectómetros cúbicos, el 14,38% de su capacidad total, mientras que el último parte remitido ayer por la Confederació Hidrográfica del Tajo situaba las reservas hídricas de la cabecera en 310 hectómetros cúbicos, el 12,53% de su capacidad total, y 46 hectómetros menos que hace 12 meses.

A pesar de esta sensible merma, la situación no guarda el más mínimo parecido con la que se vivió en el verano de 2006, cuando las reservas descendieron hasta rozar el límite de los 240 hectómetros cúbicos, por debajo del cual se prohíbe cualquier trasvase entre cuencas.