La unidad de los regantes se resquebraja por momentos. La figura de Andrés Martínez, que durante los últimos años ha ejercido como líder indiscutible de los agricultores del Vinalopó, está siendo cuestionada por parte de algunas comunidades desde que se conociera el interés de la multinacional Danone en embotellar agua procedente de los acuíferos de Villena.
Precisamente, los 200 millones de litros de agua al año -que podrían ampliarse hasta los 700 millones- que la firma Font Vella, filial de Danone, utilizaría para el envasado y posterior explotación comercial se extraerían de uno de los pozos que son propiedad de la Comunidad de Regantes de Villena, cuyo presidente es Andrés Martínez.
La asamblea de dicha entidad decidió aprobar la cesión a la mercantil de una cantidad mínima de 0,2 hectómetros cúbicos y máxima de 0,7 hectómetros cúbicos del caudal que, hasta la fecha, ha servido para regar hortalizas. Para compensar el volumen de extracción y no saturar todavía más los esquilmados acuíferos del Vinalopó, los agricultores de Villena están dispuestos a sacrificar un total de 200 hectáreas de cultivo. Ello supondría, según cálculos de la entidad, el ahorro de casi 1 millón de litros de agua al año.
Además, la Comunidad de Regantes de Villena obtendría unos ingresos anuales de 150.000 euros en concepto de canon de explotación que vendrían muy bien para solventar la deuda millonaria que la entidad contrajo con la Sociedad Estatal de Infraestructuras de la Meseta Sur (Seiasa) a causa de las obras de modernización de los regadíos.
Pese a que la asamblea de la Comunidad de Regantes de Villena dio su visto bueno a la operación por amplia mayoría de los socios asistentes, su presidente no ha podido evitar que, a lo largo de los últimos días, surjan algunas voces discrepantes con la idoneidad la planta embotelladora y, sobre todo, con la implicación particular de Andrés Martínez en la gestión del proyecto. No hay que olvidar que parte de la parcela donde se prevé la instalación del complejo es propiedad de la empresa Horfres, regentada por el propio Andrés Martínez.
Malestar en el Consell
Por otro lado, cabe reseñar el malestar que ha generado el proyecto en el seno del Consell, al ser presentado pocas horas después de celebrarse en Orihuela un acto reivindicativo para exigir el trasvase del Ebro, en el que se dieron cita 300 alcaldes acompañando al presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
El propio Andrés Martínez ha admitido su error al escoger ese día para aprobar la venta de agua a la multinacional Danone. Sin embargo, este propósito de enmienda no le ha valido para evitar el cisma en el seno de la Comunidad General de Usuarios del Alto Vinalopó que preside su paisano y delfín, Pedro Menor.
El pasado jueves, este organismo que aglutina a las comunidades de regantes y ayuntamientos del Alto y Medio Vinalopó, celebró una junta extraordinaria para abordar la petición de dimisión de Andrés Martínez como presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L’Alacantí y la Marina Baixa. Dicha solicitud fue cursada de manera oficial por la comunidad Montagud de Novelda, la comunidad de Beneixama, las comunidades de San Cristóbal y Pinar Alto de Villena, así como por el Ayuntamiento de Sax, gobernado por la socialista Ana Barceló.
Los representantes de estas entidades consideran que, en estos momentos y dado los acontecimientos, la figura de Andrés Martínez significa un obstáculo para los intereses de los regantes del Vinalopó al estar enfrentado tanto a organismos estatales como a comunidades de regantes del Júcar.
Andrés Martínez se defiende
Martínez, sin embargo, replica a este argumento afirmando que la polémica está orquestada por el PSOE, que trata de dividir a los regantes para sacar rédito político. No obstante, para curarse en salud, el, todavía hoy, presidente de la Junta Central de Usuarios ha preferido promover la creación de una comisión dentro de la propia entidad que se encargará de llevar las negociaciones con la Administración estatal.
Con esta fórmula, Andrés Martínez pretende pasar a un segundo plano y, de esta forma, rebajar la tensión generada en las últimas semanas en torno a su persona tras su gestión en el proyecto de la planta embotelladora de Villena.