Narbona lanza una ofensiva mediática tras admitir la nula aceptación de la desalación
El Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado una ofensiva mediática tras reconocer que, pese a la inversión de 3.900 millones de euros del programa Agua, las «voces críticas han empañado los resultados de estas actuaciones».
En un documento interno de Aguas de la Cuenca Mediterránea, Acuamed, al que ha tenido acceso ABC, la empresa pública dependiente del Ministerio de Cristina Narbona alerta que el mensaje de las bondades de la desalación «no llega a la población» y que ésta «no se trata con objetividad en los medios», por lo que se apresta a preparar una «estrategia organizada» para contrarrestar la «manipulación y tendenciosidad» existente, a su juicio, cuando se informa sobre ella.
Para ello, dicha estrategia se basará en «acercarse» a los medios de comunicación para facilitarles «formación, información y colaboración», en especial en las zonas menos proclives a sus postulados, como la Comunidad y Murcia. De esta forma, se creará un gabinete de prensa de Acuamed sobre desalación con presencia en Madrid y Comunidad Valenciana, se diseñarán estrategias de comunicación proactivas y reactivas para informar sobre aspectos positivos de esta técnica, se mantendrán relaciones con los distintos medios y se llevará a cabo un análisis diario de publicaciones.
Ocho municipios
El referido gabinete de comunicación tendrá una gran carga de trabajo en aras de publicitar al máximo la desalación. Así, se redactarán planes de comunicación específicos para las ocho poblaciones donde las plantas desaladoras puedan producir más «controversia», como son Denia, Torrevieja, Sagunto, Moncofa, El Campello, Oropesa, Jávea y Águilas (Murcia).
El objetivo de esta actuación, según consta en el referido documento interno, es «conocer con qué aliados y adversarios contamos» en cada localidad, proactivar los hitos positivos y contestar las respuestas críticas.
Como el trabajo, sin duda, es ímprobo, Acuamed tiene pensado involucrar al sector de la desalinización en su empeño, para lo cual le aconsejará que creen sus propios gabinetes de prensa.
Además de las típicas reuniones con periodistas «especializados» en políticas de agua y medio ambiente para que «entiendan» el enfoque del Ministerio, el equipo del director general de Acuamed, Adrián Baltanás, dará un teórico toque de originalidad a su estrategia sin aparente importancia, pero de un gran calado político. Se trata, en primer lugar, de convocar el premio «Aqua» de periodismo destinado a artículos que mejor recojan el espíritu de la gestión del agua. Acuamed organizará los galardones y una cena de gala para la entrega de premios en Valencia o Murcia, al tiempo que ofrecerá el copatrocinio al sector de la desalinización.
Con más intención todavía por «acercar» sus tesis a los reporteros, se creará una Diplomatura de periodismo especializado que permitirá obtener un diploma oficial del Ministerio de Medio Ambiente o Acuamed en colaboración con la Universidad de Alicante.
Paralelamente a estas actuaciones, se abordará el mundo publicitario con la organización de concursos de ideas de agencias sobre la desalinización y campañas informativas regional y nacional.
Su lanzamiento se producirá antes de que concluya el año, y su duración será de dos o tres meses. Televisión, radio, prensa y revistas, vallas… serán el soporte de que se valdrá el Gobierno para transmitir a la opinión pública las ventajas de utilizar agua del mar tratada.
Por último, el Ministerio de Medio Ambiente promocionará «test ciegos» entre los ciudadanos, con pruebas de agua desalinizada y del grifo de la ciudad que se elija. Este experimento servirá para hacer un estudio estadístico con datos por provincias de preferencias de tipo de agua.