En una reunión presidida por la ministra Elena Espinosa El MARM y las organizaciones agrarias alcanzan un acuerdo para la financiación del sector agrario

Según ha señalado el Subsecretario del MARM, Santiago Menéndez de Luarca, supondrán una inyección de liquidez para agricultores y ganaderos próxima a los 2.400 millones de euros.

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha alcanzado un acuerdo con las Organizaciones Profesionales y Cooperativas Agrarias para la financiación del sector agrario, en el transcurso de una reunión celebrada este jueves y presidida por la ministra Elena Espinosa.

Según ha señalado el Subsecretario del MARM, Santiago Menéndez de Luarca, al término del encuentro, las medidas que el MARM va a poner en marcha mediante una Orden Ministerial de próxima publicación en el BOE suponen una inyección de liquidez para el sector agrario de cerca de 2.400 millones de euros.

Las medidas suponen la participación del MARM en la línea ICO liquidez con la que se aportarán 1.300 millones de euros, así como a través del Convenio con SAECA, la prórroga del Plan de Estimulo a la Inversión o la moratoria de 2 años en la Línea de Poyo al sector ganadero 2008-2015.

En el encuentro también se han acordado medidas relativas al apoyo a la exportación del sector agroganadero y de representatividad.

La Confederación Hidrográfica del Júcar ha celebrado en Teruel una jornada, abierta al público, para presentar el documento del ‘Esquema provisional de temas importantes’, como parte de la tramitación del Plan Hidrológico de la Cuenca de este río.

   El plazo de presentación de propuestas para el esquema provisional está abierto hasta el próximo mes de junio, así que, en este tiempo, «nos acercamos a los territorios, recibimos sugerencias, para a finales de junio poder convertir este esquema provisional en esquema de temas importantes», según explicó el presidente de la CHJ, Juan José Moragues, en declaraciones a los medios de comunicación.

   «Intentamos revisar el plan con un documento que de como resultado el que quieran los ciudadanos», expresó. Y ese es el objetivo de este tipo de reuniones, en las que se conocen las principales preocupaciones de los municipios, los agentes sociales y económicos o las asociaciones ecologistas.

   Entre esas preocupaciones, las de los municipios pasan por la garantía del abastecimiento de agua y el control de las avenidas. En este sentido, Moragues destacó que «a veces nos tenemos que dar cuenta de que no puede uno situarse en todos los lados y el agua vuelve a donde fue». Por eso insistió en que «hay que estar en contacto con el territorio para gestionar los recursos hídricos».

   En el documento que se elabore a partir del mes de junio han de aparecer todas las obras, proyectos y normas que regularán los ríos de la CHJ durante los próximos meses. El presidente de la misma insistió en que no sólo hay que hablar de inversiones, sino que hay otras cuestiones.

   «Vamos a ver si somos capaces de mezclar utopía y realidad porque los temas de agua no sólo se resuelven con inversiones, sino que hay que buscar garantías, calidades y usos eficientes», aseveró

OBRAS «MUY IMPORTANTES»

   Por su parte, el alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, agradeció que la reunión se haya celebrado en Teruel, pero también que «se nos escuche y que se estudien nuestras ofertas».

   Además, Ferrer destacó que «la relación con la CHJ está siendo muy buena, se están haciendo obras muy importantes en la ciudad», entre ellas las reformas en el pantano del Arquillo o las mejoras en la zona de la Fuentecerrada. Según el primer edil, éstas son unas obras «importantes que va a cambiar un área de esparcimiento tan destacada como ésa para la ciudad».

   Por otro lado, recordó que Teruel cuenta con una propuesta arquitectónica ganadora del concurso Europan, que pretende mejorar las riberas del Turia para «devolverlas a la ciudad». En este sentido apuntó que intentarán involucrar a la CHJ, pero que «ahora vamos a hacer el proyecto». «Hablaremos con ellos cuando tengamos el proyecto acabado porque ahora no deja de ser una buena idea, pero una idea nada más», sostuvo.

   Finalmente, el presidente de la CHJ, Juan José Moragas, se refirió a la situación del río Turia que, según él, «está que no sabemos donde meter el agua», en referencia a la cantidad que contiene actualmente tras un invierno cargado de lluvias y nieves.

   Así afirmó que «ahora estamos en uno de esos años en el que el agua circulante es muy elevada». «El Arquillo está al cien por cien, igual que los otros embalses del río», un hecho que, a su juicio, «es buenísimo porque los embalses interrumpen los cursos naturales, así que, si de vez en cuando hay un año en el que se sigue el curso natural, es bueno para los ríos».

El Gobierno regional trasladará a la Confederación Hidrográfica del Guadiana la posibilidad de extrapolar el modelo de concesiones aplicado al Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG) en las explotaciones prioritarias de cultivos sociales y leñosos a otros acuíferos de la Mancha Oriental como son el 19 y el 20 o a las masas de agua Rus-Valdelobos y Altomira. Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, quien recientemente ha mantenido una reunión en San Clemente con los regantes de la zona y el alcalde de la localidad, Juan Carlos Carrascosa.
Una reunión convocada por la Comunidad de Regantes de San Clemente a la que asistieron regantes de Las Pedroñeras, Villarrobledo (Albacete), La Alberca de Záncara, Casas de Fernando Alonso y representantes de la organización agraria UPA-Cuenca, entre otros, y en la que los regantes mostraron su satisfacción por la posibilidad de poder beneficiarse las dotaciones del PEAG, que según el consejero se comunicarán en el próximo mes de abril, pero afirman que no es la solución que necesita la zona.
Los comuneros expusieron al consejero la situación que está viviendo buena parte de La Mancha Oriental al haber incluido en el perímetro de sobreexplotación masas de agua que según todos los informes técnicos que se han realizado hasta el momento demuestran que son excedentarias y por tanto no deberían estar sujetas al régimen restrictivo del acuífero 23, además en el caso de la masa de agua Rus-Valdelobos los regantes aseguran que las aguas subterráneas vierten al Júcar, sólo las superficiales van al Guadiana, pero estas no contribuyen a la recarga, por tanto insisten en que necesitan tener una gestión propia como así viene determinado en la Directiva Marco del Agua.

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Junta Central de Regantes
De momento no parece que la lucha esté dando demasiados frutos, incluso los regantes de esta masa están teniendo serios problemas para constituir una Junta Central de Regantes. A pesar de haber realizado todos los pasos previos, haber nombrado una gestora en la junta constituyente y haber aprobado los estatutos, la CHG no la ha autorizado, razón por lo que pidieron al consejero su mediación, así como un listado de usuarios de la masa de agua.
Por su parte, Martínez Guijarro ha señalado a EL DÍA que “desde el Gobierno regional queremos que cuanto antes se regularice esa situación y puedan constituirse como comunidad los regantes de la masa de Rus-Valdelobos como los de Altomira, del acuífero 19 y del 20. Cuanto antes se constituyan tendremos interlocutores válidos en ese tema”, apostilló el consejero.
Sin embargo los regantes no lo tienen demasiado claro. La pretensión es hacer una comunidad fuerte integrando en la de San Clemente municipios como El Provencio y Villarrobledo, en cuyo territorio se extiende buena parte de la masa Rus-Valdelobos. Una extensión cuyo vertido de aguas aún no está claro a nivel administrativo. La información recibida por parte de la Confederación no aporta ningún informe nuevo, si bien concluye en que las aguas vierten tanto al Júcar como al Guadiana, por lo que en el borrador del próximo Plan Hidrológico reconocen que debe haber una gestión conjunta. Un paso importante, eso sí en los papeles se disminuye notablemente la dotación de agua.

“Han movido el mapa para justificarse”
Hace unos seis o siete meses la CHG decidió ampliar el perímetro de la masa de agua Rus-Valdelobos hasta la nueva divisoria del Guadiana. Una actuación de la que Los regantes de esta masa han tenido conocimiento recientemente. A su juicio “han movido el mapa para justificarse. Dicen que el vertido es doble y que también va al Guadiana, y para justificar ésto han ampliado una zona que transcurre por la carretera que va de Villarrobledo a Minaya donde es todo monte y no hay ningún pozo”. Así se pronunciaba Francisco Collado, portavoz de la gestora de Rus- Valdelobos, quien a su vez critica que este doble vertido que aparece en los papeles se completa con una reducción que pasaría de una recarga de 35 hectómetros cúbicos a 9.  

El Centro Regional de Estudios del Agua de la Universidad Regional aportará los datos y argumentos que sostengan la gestión del Gobierno de Castilla-La Mancha en esta materia. Ayer, el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, y el vicerrector de Investigación, Francisco Quiles, firmaron el convenio que articula esta colaboración.

Sánchez Pingarrón explicó que este convenio es «un instrumento necesario y útil para defender los derechos de Castilla-La Mancha desde la reflexión, la investigación y el conocimiento de las necesidades y recursos».

Quince investigadores, dirigidos por Fernando Ortega y con participación del director del CREA, José María Tarjuelo, se encargará, indicó Quiles, en este asesoramiento de la Administración regional, contribuyendo a la toma de decisiones en esta materia. Recordó la importancia del agua como motor del desarrollo, y la complejidad de su gestión en un territorio como el de Castilla-La Mancha, con siete demarcaciones hidrográficas.

Añadió que se trata de contribuir a que se haga una planificación hidrológica que asegure el futuro de Castilla-La Mancha y de España. Comentó que «hay que empezar a evitar, desde ahora, los efectos que provocará la próxima sequía».

El consejero recordó que se trabaja en la renovación de la planificación hidrológica, una labor que requiere gran cantidad de estudios, «por lo que es importante contar con un equipo de primera categoría» como apoyo. Además, dijo, se trabajará también en la definición del ámbito territorial de las cuencas. Sánchez Pingarrón destacó que otra de las labores del equipo de trabajo es apoyar los estudios sobre la situación del Trasvase Tajo-Segura, «ya que mientras se hace la reivindicación política de que el agua del Tajo hace falta en Castilla-La Mancha, a la vez por la vía práctica vamos estudiando las necesidades de agua del Tajo en Castilla-La Mancha, para hacer ver que no es posible mantener más años ese trasvase».

Explicó que el convenio permitirá profundizar en el estudio de las demandas hídricas, hacer un seguimiento e informes periódicos sobre el Trasvase; y estudios sobre asuntos como asignaciones y usos del agua, análisis de aspectos ambientales, obras hidráulicas, regadíos, o disponibilidad para los distintos usos.

El convenio cuenta con una asignación económica de 357.000 euros, de los que casi 200.000 son de la consejería regional.

Tras una semana de lluvias, se esperaba que los embalses registrasen una fuerte subida. Y, siete días más tarde, los datos han rebasado las previsiones más optimistas, especialmente en la cuenca hidrográfica del Segura, que deja de ser, definitivamente, el ‘farolillo rojo’ de las cuencas peninsulares.
En términos porcentuales, y según el Boletín Hidrológico Semanal del Ministerio de Medio Ambiente, el Júcar se encuentra al 45,4% de su capacidad máxima, mientras que el Segura se pone al 52,1%, el doble que la media registrada durante la última década.
Buena parte del ‘subidón’ experimentado por el Segura se debe a los embalses albaceteños, los situados en la parte alta de la cuenca y, especialmente, a dos de ellos, que son el de la Fuensanta, en Yeste, que experimenta un incremento de sus reservas de nada menos que 44 hectómetros cúbicos en sólo una semana.
Así, este embalse serrano llega a los 156 hectómetros cúbicos almacenados, de una capacidad máxima embalsable de 210.
En cuanto al del Cenajo, en el término municipal de Hellín, experimenta una subida de 17 hectómetros cúbicos de agua, lo que equivale a almacenar unas reservas de 217 hectómetros cúbicos, en un vaso capaz de almacenar 437 hectómetros.
En otros embalses del Alto Segura, las subidas han sido algo más discretas, pero han sido. Camarillas, sobre el Mundo, sube ocho hectómetros; el Talave, sobre el mismo río, sube cuatro y el Taibilla, sobre el río del mismo nombre, sube sólo uno.
En términos absolutos, la cuenca del Segura almacena 595 hectómetros cúbicos de agua, 80 más que hace una semana, lo que supone un aumento del siete por ciento de sus reservas.
En la cuenca del Júcar, el embalse clave para la provincia de Albacete, el de Alarcón, también experimenta un subida histórica, con un incremento de 38 hectómetros cúbicos en una sola semana, de forma que se sitúa en los 402 hectómetros cúbicos, algo más de un tercio de su capacidad máxima, que es de 1.118 hectómetros cúbicos.
El conjunto de toda la cuenca del Júcar almacena, según el citado Boletín Hidrológico, unos 1.516 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone un aumento de 73 hectómetros (+2,2%) desde el pasado día 23 de febrero.

contexto general. Estas subidas en el ámbito del Júcar y del Segura se producen en un contexto de fuertes lluvias invernales, destaca el Ministerio de Medio Ambiente. Según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, las lluvias de la semana pasada han elevado la reserva hidráulica al 77,1%, el cinco por ciento más que hace siete días, cuando estaban al 72,2% de sus reservas. Actualmente, hay 42.711 hectómetros cúbicos de agua embalsada en la Península Ibérica, 2.757 hectómetros más que hace una semana, destaca el MARM.
Esta situación no se producía desde hace 12 años, desde 1998, cuando, el 13 de enero los embalses estaban al 79,7% de su capacidad total, el 27 de enero, al 78,2%. Estas cifras sólo fueron superadas el 10 de febrero de ese mismo año, cuando la reserva hidráulica alcanzó el 80,2 %. «Desde entonces los embalses habían ido cayendo», indicaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.    

Las precipitaciones caídas durante el segundo mes del presente año han sido superiores a las registradas en el mismo periodo de 2009, según informaron desde el Observatorio Meteorológico de Albacete, destacando que se han recogido un total de 64,6 litros por metro cuadrado, tras la nieve y la lluvia caída sobre la capital a lo largo del último mes, mientras que en febrero del pasado año fueron registrados 15,2 litros por metro cuadrado.
Es febrero del presente 2010 uno de los más húmedos de los últimos años, en los que además de lluvia han tenido lugar varias jornadas en las que ha caído nieve sobre la ciudad. Concretamente, los días 13 y 15 de febrero de 2010, las precipitaciones fueron de nieve, con 4,8 y 6,2 litros por metro cuadrado contabilizados, respectivamente.
El día de febrero de 2010 en el que más precipitaciones se contabilizaron fue el 18, con 11,1 litros por metro cuadrado caídos en 24 horas. Respecto a la jornada más lluviosa del segundo mes de 2009 fue el día 1, cuando cayeron sobre la ciudad un total de 6,5 litros por metro cuadrado.
Y aunque los meses más lluviosos en la capital albaceteña suelen ser los de primavera y los de otoño, estos datos permiten comprobar que este año se han registrado valores superiores a la media también en los meses de invierno. Y es que el mes de febrero siguió la misma tónica que los dos precedentes, con abundantes precipitaciones en todo el territorio de la provincia albaceteña.
En cuanto al primer mes de 2010, cabe recordar que fue el enero más húmedo de la última década en la ciudad de Albacete, con precipitaciones que superaron los 89 litros por metro cuadrado. Es difícil encontrar precipitaciones tan altas como las del pasado mes de enero, pues sólo en el primer mes del año 2006 fueron superiores a lo habitual y se registraron 44 litros por metro cuadrado durante los 31 días de enero.
Las abundantes precipitaciones registradas en febrero, unidas a las de enero, han provocado importantes inundaciones y problemas en distintos puntos de la provincia albaceteña, donde se han desbordado ríos y algunas carreteras han sido cortadas por este motivo. Incluso, en lugares como Yeste, fueron desalojadas varias familias tras verse afectadas sus viviendas con motivo de las precipitaciones caídas en los últimos meses.

PROVINCIA. Según informó el Instituto Meteorológico regional de Castilla-La Mancha (Meteocam), la provincia Albacete ha anotado cantidades llamativas para lo que es normal en el mes de febrero, sobre todo en la comarca de Almansa. Aunque esta provincia ha sido la menos húmeda de la región, como suele ser en invierno, sus totales pluviométricos también doblaron a los promedios de los últimos 30 años. Así, en Hellín se han contabilizado 51 litros por metro cuadrado y en Ontur 43 litros por metro cuadrado, cuando la media histórica de la comarca es de la mitad (25 litros por metro cuadrado).
En cuanto a las temperaturas, según el Meteocam, el mes de febrero se ha mostrado en promedio algo frío en toda Castilla-La Mancha, con valores de entre uno y 1,5 grados centígrados menores que la media en la mayor parte de las comarcas.  

El trasvase Júcar-Vinalopó ha entrado en la fase de puesta a punto y podrá transferir agua a las comarcas alicantinas, en fase de pruebas, a partir del próximo otoño. El consejo de administración de la sociedad estatal Acuajúcar, responsable del proyecto, ha aprobado la licitación por 2,2 millones de euros de los servicios de operación y mantenimiento de la conducción, que trasvasará un máximo de 80 hectómetros cúbicos anuales de excedentes del río Júcar.

 marcha de la instalación se adjudicará, en principio, el próximo mayo. A partir de ese momento, en un plazo máximo de seis meses, la empresa que gane el concurso se encargará de las «tareas preparatorias» para enviar agua por la conducción desde el Azud de la Marquesa (Cullera) a la balsa de San Diego (Villena), el punto final del trasvase, según ha informado la empresa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Una vez estén operativos y en marcha los sistemas de bombeo de la conducción, podrá iniciarse «el trasiego regular y constante de caudales» en otoño, según la previsión de Acuajúcar.

El reparto del agua, sin embargo, dependerá de que la Generalitat haya terminado las obras del llamado postrasvase; es decir, de las tuberías que distribuirán los recursos hacia los campos y poblaciones del Vinalopó desde la balsa de San Diego. Esta infraestructura acumula un fuerte retraso, aunque la Generalitat insiste en que el tramo de conexión con la balsa está en ejecución y acabada una parte de la red de distribución. La Consejería de Medio Ambiente prevé acabar las actuaciones que tiene en marcha dentro del tercer trimestre de este año, según ha afirmado hoy. El aprovechamiento de los primeros recursos del trasvase también estará sujeto a la aprobación, al menos provisional, de las normas de explotación que regirán el funcionamiento de la transferencia por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

En todo caso, el envío del agua a partir de otoño dará paso a una segunda fase de la puesta en marcha del trasvase, que durará un año y se centrará en el llenado progresivo de la balsa de San Diego para controlar su capacidad (de 20 millones de metros cúbicos) y seguridad. El agua acumulada durante esas pruebas, no obstante, podrá encauzarse hacia los usuarios.

El trasvase Júcar-Vinalopó ha supuesto una inversión de 320 millones de euros (120 de ellos de la Unión Europea) y ha enfrentado durante años en una dura polémica al Gobierno socialista y a los usuarios del Vinalopó por el cambio del trazado para situar la toma de agua en el curso bajo del Júcar, donde los expertos consideran que hay más garantías de excedentes. También ha sido motivo de confrontación el planteamiento del Gobierno de destinar el agua sólo a la recarga de los sobreexplotados acuíferos de la zona, y no para un consumo humano que estaría cubierto. El Ministerio de Medio Ambiente ha aceptado finalmente que se construya una potabilizadora al final del trasvase, sin que ello signifique enviar más recursos de los previstos, un máximo de 80 hectómetros anuales. Los regantes del Júcar y la plataforma ciudadana Xúquer Viu se han mostrado contrarios a esta decisión, ya que temen que al final se aumenten los envíos al Vinalopó para cubrir nuevos consumos.

Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar se encuentran al límite de su capacidad, a excepción de los de Alarcón y Contreras, lo que está provocando una importante salida de recursos al mar a través del Júcar, el Mijares y, más llamativamente, a través del río Túria, cuyo cauce arroja una imagen inusual por el vertido de miles de litros de agua que se prolonga ya desde hace semanas.
Pese a los embalses «llenos»-prácticamente todos menos los de Alarcón y Contreras- y a los que se encuentran con limitaciones técnicas que impiden acumular agua- Arenós, Algar y Loriguilla- , los pantanos han ganado 78 hectómetros cúbicos en la última semana hasta alcanzar unas reservas de 1.516 hectómetros cúbicos que representan un incremento del 28,6% respecto al nivel de hace un año y un 68,6% más que la media de la última década.
Fuentes de la Delegación del Gobierno subrayaron que mientras en el conjunto de España los embalses han aumentado sus reservas hídricas en un 34,2% respecto a los volúmenes medios durante la última década, los de la cuenca del Júcar se han incrementado en ese mismo periodo un 68,6%.
Las únicas cuencas que han mejorado por encima de la del Júcar son las de la cuenca mediterránea andaluza y la del Segura, una de las más beneficiadas por las lluvias de las últimas semanas.