El Plan del Júcar permitirá que el acuífero de la Mancha se sobreexplote hasta 2027
JOSÉ SIERRA VALENCIA El nuevo Plan Hidrológico del Júcar (PHJ) que actualmente elabora el Ministerio de Medio Ambiente en colaboración con los usuarios del río reconoce que las extracciones en el acuífero de la Mancha Oriental están por encima de los recursos renovables.
El documento también admite la obligatoriedad de alcanzar un «punto de equilibrio» en el acuífero en el horizonte del 2015 derivada de la aplicación de la Directiva marco del Agua . Sin embargo, apunta la posibilidad de establecer una moratoria hasta alcanzar los objetivos medioambientales en 2027 acogiéndose a la posibilidad de «establecer objetivos menos rigurosos» … «si el coste de las medidas resulta desproporcionado».
Según se explica en el borrador del Esquema de Temas Importantes (ETIs) del PHJ, el cumplimiento de la directiva marco pasa por mantener los caudales ambientales en el río aguas abajo de Alarcón, bien con aguas superficiales recogidas en el embalse- algo que es rechazado en Valencia y a lo que se aspira en Castilla-la Mancha- bien por las aportaciones del acuífero que descarga en el río. Sin embargo, la realidad actual constatada en el ETI es un «desequilibrio entre extracción y recarga» que han hecho disminuir espectacularmente el nivel del acuífero.
En resumen, los recursos renovables del acuífero se sitúan en un rango de entre 238 y 330 hm3 anuales. Si se extrae por encima de esta cifra, la explotación del acuífero, como ocurre desde hace 30 años, resulta insostenible.
Existen, además unos volúmenes que el acuífero entrega todavía al río entre la estación de aforo de Los Frailes en Albacete y el embalse del Molinar, cerca del límite con Valencia, «con los que no puede contarse en la explotación sostenible del acuífero». Son las denominadas «restricciones ambientales» que el Ministerio de Medio Ambiente cifra entre 30 y 50 hm3 /año.
Sumados y restados todos estos conceptos, los recursos disponibles en la Mancha oscilan entre 236 y 300 hm3/año mientras que la suma de las demandas en 2005 y las previstas en 2015, cuando en teoría deberían equilibrase la cifras del acuífero será superior a los 420 hectómetros cúbicos.
Las soluciones propuestas son incrementar los recursos superficiales de Alarcón para no sacar tanta agua del subsuelo y disminuir la demanda agrícola, «reduciendo la superficie» o la «dotación», analizando también la posibilidad de «implantar medidas económicas compensatorias de la pérdida de renta agraria».
Sin embargo, y ahí es donde estral la moratoria propuesta, la «reducción de las extracciones supondría un importante impacto socioeconómico» por lo que se plantea un «análisis de más detalle con el fin de determinar si es posible alcanzar los objetivos medioambientales en el año 2027 o es necesario establecer objetivos menos rigurosos».