El vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, reconoció hoy que con las últimas lluvias «la situación ha mejorado moderadamente» en la cuenca del Tajo y en las del Segura y el Júcar, aunque agregó que la situación todavía es «crítica» y «difícil».

   Precisó que en la cabecera del Tajo la situación se encuentra todavía «por debajo de la media de los últimos cinco años», y aunque en su totalidad se encuentra por encima del 60 por ciento, «en la zona que nos afecta, la recuperación de recursos es todavía muy insuficiente» y obliga a que sea el Consejo de Ministros el que deba tomar una decisión sobre posibles trasvases.

   Preguntado por este aspecto, tras dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno en la presente semana, subrayó que la situación en las cuencas del Segura y el Júcar es aún «muy difícil» y que la del Guadiana «se ha recuperado un poquito», subiendo de nivel «discretamente» el Acuífero 23.

   Esta situación, a su juicio, «contrasta» con la que se da en el norte de España, en la zona del Ebro y la parte cantábrica, donde los niveles de sus embalses se sitúan en el 90, 80 ó 70 por ciento. En cualquier caso, reconoció los beneficios que la lluvia ha traído para los agricultores, a quienes les «han venido bien».

PEAG.

   Por otra parte, y respecto al Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), Lamata señaló que tras la marcha del presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Enrique Calleja, «no hay vacío de poder y se sigue trabajando con normalidad», y apuntó Calleja será sustituido por una persona «que será igual de competente».

   Agregó que la marcha de Calleja es una decisión puntual «que yo respeto», y reconoció que, aunque todos somos prescindibles, el dimitido presidente de la CHG ha realizado un trabajo brillante al frente de este organismo, donde ha sido «equilibrado, riguroso y muy competente».

   Sobre el PEAG, cuyo proceso de elaboración se ha realizado durante los dos últimos años y que ya se estaba ejecutando, recalcó que «está en marcha, abierto», y añadió que el Plan va a ser un éxito para la gestión adecuada de los recursos naturales de España y Europa. «Se están haciendo bien las cosas y se van a hacer muy bien».

El Bloc del Camp de Morvedre ya solicitó «que llegara el agua que todavía falta para el metro cúbico», han declarado desde el grupo político. «Hace muchos años se concedió la aportación de un metro cúbico de agua procedente de la cuenca del Júcar a Sagunto, y en ese sentido se hicieron una serie de infraestructuras».

«Hablamos de la cañería, del gran depósito y de la potabilizadora. Se concedió una aportación parcial de ese caudal, los 250 litros que actualmente llegan a Sagunto. Posteriormente, se hicieron cañerías y depósitos para que llegara el agua a Les Valls, Almardà, Canet, la Baronia Alta y Baja», explican desde el Bloc.

Y añaden que «realizadas estas infraestructuras pedimos que tuviéramos ese agua que falta para llegar al metro cúbico, agua que debe conceder la Confederación Hidrográfica del Júcar».

«¿Cuántos años deben pasar para saber si llegará algún día? Esta pregunta debe de ser contestada. Porque si no va a llegar nunca habrá que buscar la solución en otro sitio», han apuntado desde el Bloc Nacionalista Valencià.

Por tanto, concluyen que es necesario hacer un estudio de las necesidades de la comarca del Camp de Morvedre, «un estudio de los recursos disponibles y ver la manera de solucionar el déficit. Un problema de esta magnitud no debe de ser afrontado de forma individual por cada uno de los pueblos».

La comarca «se juega mucho su desarrollo industrial y humano», insisten. «A ver si lo que estamos esperando es que lleguen unos años de extrema sequía para afrontar este problema planteado hace mucho tiempo», han denunciado finalmente.

El presidente catalán, José Montilla, reconoció ayer por primera vez la posibilidad de que se derogue el minitrasvase del Ebro a Barcelona, que a partir de octubre debía garantizar el agua de boca a los 5,5 millones de personas que dependen de las cuencas internas de Cataluña. Entre un Gobierno del PSOE fuertemente presionado tanto desde Aragón como desde el Levante español y unos socios antitrasvasistas con fuertes intereses políticos en Tierras del Ebro, Montilla reclamaba ayer «no precipitarse» por las imágenes del Ebro desbordado y la previsión de más lluvias, pero reconoció por primera vez que la obra de interconexión entre Tarragona y Barcelona puede replantearse si persiste la lluvia.

De hecho, la Agencia Catalana del Agua (ACA) trabaja estos días a marchas forzadas para cerrar la estimación del porcentaje de agua embalsada, sumada a la situación de los acuíferos y los pozos de las cuencas internas que permita garantizar el suministro de agua hasta la entrada en funcionamiento de la desalinizadora de El Prat de Llobregat, prevista para junio de 2009. Un cáculo al que la Generalitat quiere supeditar la decisión del Gobierno, que debería tomarse en el Consejo de Ministros de mañana.

Embalses insuficientes

El hecho es que los socios minoritarios del Gobierno catalán, ERC e ICV, dan por suficientes las lluvias caídas en el mes de mayo más lluvioso del último siglo y aseguran que el agua embalsada en estas semanas será suficiente para garantizar el suministro durante el próximo año. Sin embargo, lo cierto es que esos cálculos cuentan con mantener el resto de las medidas de excepcionalidad adoptadas por la Generalitat -explotación de acuíferos, recuperación de pozos, recurso a las aguas freáticas para determinados usos y reutilización de aguas depuradas-. Y confían en que las lluvias vuelvan en octubre.

Pero lo cierto es que en los últimos tres años las cuencas internas de Cataluña sólo han embalsado agua en los meses de abril y mayo de 2007 y 2008, tal y como muestra el gráfico. Mientras lo habitual es que se acumule agua entre los meses de octubre y mayo, en Cataluña, las lluvias han llegado con seis meses de retraso durante este tiempo, lo que pone en cuestión los cálculos de quienes dan por suficiente el caudal acumulado este último mes. Sin olvidar la escasa capacidad de los embalses de la cuenca interna catalana, cuya capacidad prácticamente equivale al consumo normal de la zona a la que abastecen.

En estas condiciones, la renuncia al trasvase es una apuesta política forzada especialmente por ERC e ICV, fuertemente presionados por el coste político que podrían pagar por la simple realización de la obra. En otras palabras, en unas condiciones de mejora parcial, la apuesta de republicanos y ecosocialistas es una decisión puramente política de suprimir la medida que más coste les supone.

Hasta ahora, el PSC de Montilla había resistido esta presión, empeñado en una interconexión que los socialistas han defendido históricamente pese a su oposición al Plan Hidrológico Nacional, pero el presidente de la Generalitat tuvo que ceder terreno ayer, ante el peligro de verse enmendado de nuevo -como sucedió cuando el Gobierno aprobó el trasvase tras rechazar la apuesta catalana por el Segre- por el Consejo de Ministros del viernes.

Montilla, en una entrevista en Onda Cero, recordó que los embalses catalanes están al 45% de su capacidad, un 10% menos que hace un año, lo que no permite derogar en este momento el decreto para paliar la sequía. Pero avanzó que «habrá que replanteárselo todo» si sigue lloviendo en los próximos días y se incrementa la capacidad los embalses de las cuencas internas. «Puede darse el escenario de que no haga falta aportar agua y estaría encantado de renunciar a ella si se dan estas circunstancias», apuntó.

En este contexto, recordó que la sequía nada tiene que ver con el desbordamiento del Ebro, puesto que este río no abastece a la mayoría de la población catalana. En cualquier caso, pidió al Gobierno de Aragón que esté «tranquilo» y recordó que el Ebro es de los territorios por donde pasa, entre ellos Cataluña.

El presidente catalán advirtió, además, de que la derogación del trasvase no supondrá la renuncia a la interconexión de cuencas para unir el Consorcio de Aguas de Tarragona con el sistema Ter-Llobregat a partir de la conexión entre las futuras desalinizadoras de El Prat y Cunit.

Montilla hizo estas afirmaciones después de que su consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, anunciara que la Generalitat «está analizando la no materialización de la cañería y por lo tanto analizaremos como funcionaría el sistema con la derogación del decreto ley». De momento la Generalitat ya ha decidido no prorrogar la contratación de aguas para traerla a Barcelona, que se mantendrá hasta el 15 de agosto.

El cambio de postura del Gobierno catalán llegó después de que la portavoz de ERC en el Parlamento autonómico, Anna Simó, ironizara en la Cámara con respecto a quién «hace ruido» sobre el agua en el seno del gobierno tripartito, habida cuenta de que republicanos y ecosocialistas coinciden en la necesidad de derogar el trasvase. ERC e ICV insistieron además en eliminar lo.

Entre tanto, los grupos de la oposición -CiU, PP y Ciutadans- pidieron a Montilla que se mantenga «firme» ante sus socios y construya la tubería prevista entre Ol_rdola (Barcelona) y Tarragona, al tiempo que censuraron la falta de unidad en el tripartito.

El Ebro recela

La Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) recibió con cautela los indicios de que el Gobierno podría renunciar a la construcción de la tubería de la prolongación del minitrasvase del Ebro a Barcelona. Los portavoces de la plataforma añadieron que también se opondrán a la conexión de las desalinizadoras de Cunit y El Prat prevista por la Generalitat. Manolo Tomás, portavoz de la PDE, apuntó que «nos tememos que el Gobierno de Madrid tenga un as en la manga» y añadió, en referencia a la Generalitat, que «dentro de su obsesión por hacer la tubería, estamos seguros de que tienen un conejo en la chistera».

El Congreso de los Diputados no debatirá antes del verano la admisión a trámite de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, aprobada por PSOE y PP en las Cortes de la región en enero de 2007 pero cuya revisión en la Cámara Baja se ha ido retrasando, sin que ninguno de los dos partidos reclamen agilidad. En medio del debate sobre el agua y los trasvases, el texto establece el fin del Tajo-Segura, pactado por los dos grandes partidos en Castilla-La Mancha pese al rechazo de sus compañeros de la Comunidad Valenciana o Murcia.

A este respecto, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, dijo ayer que este retraso viene bien, ya que la situación precongresual del PSOE y, sobre todo la del PP, hacen que no sea «el momento más adecuado» para su debate.

PSOE y PP aprobaron juntos esta redacción en las Cortes de Castilla-La Mancha y provocaron el rechazo de sus propios compañeros en la Comunidad Valenciana y en Murcia. El PP de esta segunda Región incluso ha dejado claro que recurrirá el Estatuto de sus vecinos si se aprueba con la actual redacción y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura recoge firmas en contra.

Cambios

En el caso del Tajo-Segura, PSOE y PP mantienen su determinación de que su fin quede recogido en el Estatuto, aunque han introducido algunas novedades en sus argumentaciones. El PSOE regional, en boca del viceportavoz del PSOE en las Cortes, José Manuel Caballero, ha explicado que aceptaría replantear el texto estatutario si se produce un «gran pacto nacional del agua» en el que se recojan las exigencias de Castilla-La Mancha.

Por parte del PP, se ha aprovechado la circunstancia para acusar a los socialistas de querer ahora suavizar el proyecto de ley y se asegura que se defenderá la actual redacción «a capa y espada».

Los embalses de las cuencas del Júcar y del Segura han llegado, respectivamente, al 20,5 y al 25,2 por ciento de su capacidad. Las cuencas del Segura y del Júcar siguen siendo las más precarias, a pesar de que la segunda ha mejorado ligeramente su reserva de agua en cinco décimas.

Precisamente, en relación con el agua, el secretario general del PSOE murciano, Pedro Saura, dijo ayer que el segundo punto de su hoja de ruta es «un pacto de Estado para dar estabilidad y consolidar el trasvase Tajo-Segura», momento en el que criticó el «desinterés por parte del PP» para luego añadir que «en esta legislatura hay elementos que nos obligan a exigir un pacto de Estado entre PP y PSOE».

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en Castilla-La Mancha, Santiago Moreno, confió ayer en que el Partido Popular de Castilla-La Mancha luche y muestre su peso en Madrid para que finalmente las tesis trasvasistas recogidas en la ponencia económica que se debatirá en el próximo Congreso del PP en Valencia no salgan adelante.

El grupo del Partido Popular en las Cortes Valencianas, mayoritario en dicha cámara, rechazaba recientemente una moción presentada por el grupo socialista en la que se pedía el cumplimiento de uno de los puntos clave de la sentencia del Supremo de octubre de 2004, la cual anuló varios artículos clave del Plan de Cuenca del Júcar.

Como se recordará, dicha sentencia anuló la inclusión dentro del ámbito de la citada cuenca de las denominadas ‘cuencas internas’ valencianas, al considerar que, conforme a la Constitución, la gestión de las mismas correspondía al gobierno de la comunidad vecina.

En la última Comisión de Medio Ambiente de las Cortes Valencianas, el diputado Francesc Signes, en nombre del grupo socialista, presentaba una moción en la que se pedía la creación de la Agencia Valenciana del Agua, así como la asunción de la gestión hídrica de los «ríos valencianos» por parte de la Generalitat.

Dicha moción recordaba ambas cosas constaban por escrito en el programa electoral del Partido Popular de las últimas elecciones valencianas, en concreto en los puntos 1.053 y 1.054. El propio Signes, según se hacían eco los medios de comunicación de la región vecina, recordaba que en dicho programa electoral se habla de forma específica y literal del compromiso de asumir «todas las competencias en planificación y gestión del agua de las cuencas intracomunitarias de la Comunitat Valenciana».

Sin embargo, los populares rechazaban la moción, argumentando que la última reorganización del Consell ha centralizado las competencias hídricas en un solo departamento, la Consejería de Medio Ambiente, Agua y Urbanismo, lo que volvería innecesaria la creación de la citada Agencia, porque la misma sería «suficiente» para gestionar los recursos hídricos que sean de la competencia de la Generalitat Valenciana.

Este debate es de una importancia capital para Albacete. En octubre de 2004, la sentencia del Supremo, a raíz de una demanda de la Fundación para el Progreso de Albacete, fue recibida como un triunfo para los intereses manchegos, ya que la exclusión de las cuencas internas supone dejar de ‘colgarle’ al Júcar una serie de usos y aprovechamientos que, en sentido estricto, no le corresponden.

revisión. Pero, además, esta sentencia tiene una especial relevancia, si se tiene en cuenta que el Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar se encuentra en pleno proceso de revisión. En los documentos previos al proceso, el organismo de Cuenca, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), admitía la existencia de la sentencia y el deber de su cumplimiento, pero planteaba una especie de situación transitoria, en la cual se responsabilizaría de la gestión de las cuencas internas mientras la Generalitat no asumiese la gestión de las cuencas internas

Por este motivo, el voto en contra del grupo popular en las Cortes Valencianas tiene una especial transcendencia desde Albacete, ya que la demora en la asunción de la gestión de las cuencas internas es, al mismo tiempo, la demora en el cumplimiento de una sentencia clava para los intereses manchegos en la gestión de la cuenca hidrográfica del Júcar.

La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha ratificado a Juan José Moragues en su cargo de presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, según pudo saber Levante-EMV de fuentes solventes.
La decisión se produce después de varias semanas de incertidumbre en las que la ministra se ha limitado a gestionar la crisis del agua surgida con el abastecimiento de Barcelona sin adoptar otras decisiones de calado.
Finalmente Elena Espinosa ha optado por mantener momentáneamente en sus cargos a aquellos miembros del anterior equipo de la ministra Narbona que se han distinguido por su eficacia. En este paquete se encuentran Adrián Baltanás, al frente de Acuamed o el propio Juan José Moragues, al que diversos colectivos de regantes valencianos han calificado, a pesar de la sequía y las restricciones, como presidente «del mejor equipo» que han tenido al frente de este organismo.
La ministra cuenta también con el valenciano Francisco Rodríguez Mulero, responsable de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias, Seiasa de la Meseta Sur, que ha gestionado una buena parte de la modernización del regadío.
La confirmación en sus cargos llegó de la mano del secretario de Estado Josep Puxeu, secretario de Estado de Medio Rural y Agua, que mañana visita Valencia junto a Rodríguez Mulero y en ausencia de Moragues, de viaje oficial en Rusia en uno de los proyectos internacionales para trasladar a otros países el modelo de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Mayo de 2008 es desde ayer el más lluvioso de los últimos 137 años en Valencia y otras zonas del litoral de la Comunitat. A falta de lo que suceda en lo que queda de semana, se han recogido ya 136,6 litros por metro cuadrado, con lo que se supera la anterior marca de mayo de 2002, que era de 130,9 litros. Ningún mes de mayo en casi siglo y medio ha sido tan lluvioso como éste. En mayo de 1871 se recogieron 166,7 litros.

Vicente Aupí, Valencia
Se veía venir el récord y aquí está: desde ayer, martes, es el mes de mayo más lluvioso en Valencia y otras zonas del litoral de la Comunitat Valenciana en más de un siglo. Concretamente desde hace 137 años, puesto que hay que remontarse hasta 1871, en los tiempos de nuestros tatarabuelos, para encontrar un mes de mayo más lluvioso que el actual. Con el chaparrón que ayer por la mañana descargó 14,5 litros por metro cuadrado en el observatorio de los Viveros, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se alcanzó una lluvia total acumulada para este mes de 136,6 litros, dato que supera el récord anterior del año 2002, en el que se recogieron 130,9 litros.
Con ello, mayo de 2008 se ha convertido en el más lluvioso en casi un siglo y medio: salvo en 1871, cuando cayeron 166,7 litros, ningún otro mes de mayo ha tenido lluvias tan abundantes desde que comenzaron los registros meteorológicos en 1864 en la ciudad de Valencia.
Durante el siglo XX los únicos casos que se aproximan a los valores de 2008 son mayo de 1915 y 1935, con 111,8 y 110,2 litros por metro cuadrado, respectivamente.
La Aemet está esperando los datos de sus colaboradores en los observatorios del resto del litoral valenciano para hacer un análisis más amplio, pero se da por hecho que el récord de Valencia es extensivo a muchos otros lugares de la Comunitat Valenciana.
Récord de medio siglo en Villena
De momento, los datos de la Aemet confirman que también hay récords en algunas comarcas del interior, aunque algo menos espectaculares que el de Valencia. Uno de los lugares es la localidad alicantina de Villena, donde este mes de mayo ya se han recogido, según datos de la Aemet hasta ayer, martes, nada menos que 124,4 litros por metro cuadrado. Con estas cifras se supera el récord anterior, que databa de 1957 y era de 107 litros por metro cuadrado. Mayo de 2008 es pues, para Villena, el el más lluvioso en 51 años.
Los datos de Villena son elocuentes, por cuanto confirman el carácter generalizado y homogéneo de los temporales de abundantes lluvias que se han producido en las últimas semanas. Por la personalidad de nuestro clima es frecuente que muchos de los récords de precipitación que se producen en algunos lugares de la Comunitat Valenciana no sean compartidos debido al carácter localizado y, a veces, torrencial de algunos de los episodios de lluvias. Pero lo de este mayo de 2008 ha sido genérico para las comarcas del interior y el litoral de la Comunitat y, lo que es mejor, también para las zona de cabecera de la cuenca del Júcar.
Será difícil, por tanto, que se repita un mes tan beneficioso en este sentido, ya que han confluido una serie de factores atmosféricos que no son frecuentes.
En cualquier caso, quedan varios días de mayo, porque el mes acaba el próximo sábado, y las previsiones mantienen la situación de inestabilidad, lo que podría incrementar esta semana el balance provisional tan espectacular que ya hay. Hoy mismo se esperan más precipitaciones, especialmente en la provincia de Castelló. Otro dato notable más allá de lo que concierne a mayo es que en la lista de los años más lluviosos desde 1864 en Valencia, 2007 ocupa el quinto lugar, con un total de 841,6 litros.