Como agua de mayo, y nunca mejor dicho, han recibido los agricultores albaceteños las últimas lluvias. Máxime teniendo en cuenta que la falta de precipitaciones estaba poniendo en jaque, desde semanas, especialmente el futuro de la cosecha de cereal.

Sólo en la jornada del jueves cayó en toda la provincia, según los datos facilitados por la Delegación de Agricultura, una media de casi 20 litros por metro cuadrado. Eso sí, las precipitaciones no fueron homogéneas en cantidad, aunque sí en presencia, en toda la provincia. Así mientras que en ese día en Villarrobledo el cielo descargó únicamente 9 litros por metro cuadrado, en Almansa dejó 30,4, en Hellín 22,6, en Ontur 28,2, o en Pozo Cañada 14,4 litros.

En cuanto a los beneficios de estas primeras lluvias de mayo los agricultores coincidieron en señalar la importancia que tienen para los cereales pero también para los cultivos leñosos. Y es que este riego de socorro, sin tener que hacer uso de otros recursos existentes, llega en un momento crucial.

Para otros cultivos

El secretario general de Asaja Albacete, Jorge Navarro, indicó que estas lluvias ‘van a solucionar bastante’ la situación de cultivos de la provincia como la viña, el olivar o el almendro, además de los productos hortícolas que se siembran en estas fechas. Señaló que el cereal y las leguminosas, cuya cosecha peligraba hace apenas unas semanas, pueden verse muy beneficiados, especialmente las variedades más tardías.

En este sentido, recordó que las precipitaciones no llegaron en los meses de octubre, noviembre y diciembre, ‘cuando tendría que haber llovido’, provocando que ‘mucha planta se perdiera’. Navarro indicó que la sequía estaba llegando ya a cotas ‘angustiosas’ en la zona centro y sureste de la provincia albaceteña.

Una cuestión que también corroboró el secretario provincial de Organización de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Albacete (UPA), Julián Martínez, quien destacó que estas precipitaciones contribuirán a lograr una producción de cereal ‘casi normal’, excepto en la zona sureste de la provincia.

Martínez se refirió así al caso de la comarca de Hellín y del resto de las que se sitúan en el sur de la provincia. En ellas la sequía ya había provocado que buena parte del cultivo no saliese adelante. No obstante, reconoció que en la que sí lo hizo estas precipitaciones servirán para que ‘el grano coja peso específico’. Aún así, vaticinó que la cosecha en esta zona previsiblemente será una tercera parte de lo que se recolecta en un año medio.

Ahora hay que esperar, según dijo el representante de UPA, que las lluvias se mantengan algunos días más y que se repita algún episodio similar a medida que avance mayo. Todo ello suponiendo que ‘los calores’ respeten el desarrollo normal del cultivo.El responsable de Asaja afirmó que en las zonas cerealistas se espera una campaña ‘normal y buena’.

Pero los efectos de la lluvia también se dejarán notar en forma de un ahorro, económico y medioambiental, en el riego. Navarro comentó que se va a ahorrar agua y costes a los regantes durante al menos ‘ocho o diez días’, beneficiando al acuífero y ‘dando un respiro’ al agricultor, que por lo que respecta al secano ‘no tenía prácticamente nada’ y ahora, al menos, ‘podrá cubrir gastos de producción’.Afirmación que desde UPA respaldaron.

Por su parte, el secretario de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Herminio Molina, manifestó que las lluvias de los últimos días permitirán no tener que regar durante los diez o quince días con lo que ello supondrá para los recursos del río Júcar y del acuífero. Y es que las cuentas en este sentido son claras. A modo de ejemplo explicó que la cebada precisa unos 40 litros por metro cuadrado en una semana, por lo cual la lluvia caída en un solo día aliviará las necesidades de tres jornadas.

La presencia de varias máquinas encargadas de hacer pozos en el entorno del tramo medio del Júcar ha sorprendido en los últimos días a usuarios del río que se han temido lo peor.

Nada más lejos de la realidad, ya que las obras responden a las actuaciones previstas por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aprobadas en la última Comisión de Sequía que el órgano de cuenca celebró el pasado 14 de marzo en la capital albaceteña.

Tras la misma el presidente de la Confederación, Juan José Moragues, dio cuenta de las diversas decisiones adoptadas en la reunión y entre las que se incluían la realización de una actuación de emergencia con el objetivo de mantener el caudal ecológico del río si en algún momento éste llegase a peligrar como consecuencia de la situación de sequía que sufre la cuenca del Júcar.

En concreto se preveía, y que actualmente se encuentran en fase de ejecución, la realización de pozos que en un momento dado pudiesen ser utilizados para recargar, con agua procedente del acuífero, el río con el fin de garantizar el caudal ecológico del río. Una actuación que ya en día sugirieron desde la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO) como medida excepcional para mantener el río, eso sí usando en ese caso los pozos que ya existen.

Fuentes de la Confederación confirmaron ayer a este diario que las obras han comenzado en los últimos días. En este sentido detallaron que en el tramo medio del río, en el entorno del paraje de Cuasiermas, están trabajando tres máquinas con el objeto de llevar a cabo los pozos pertinentes.

No obstante, no se ha previsto la ejecución de un número concreto de pozos. De hecho en estos días se están realizando las catas necesarias para determinar qué lugares son los más adecuados para realizar estos pozos.

En cuanto al uso que se hará de estos pozos, desde la Confederación insistieron en que sólo se usarán en caso de necesidad si llegase a peligrar el caudal ecológico del río o hubiese problemas para la subsistencia de los peces que pueblan el Júcar. En todo caso desde la Confederación subrayaron que no se extraerá agua para ningún otro uso.

Esta actuación cuenta con el beneplácito de los regantes de la Mancha Oriental tal y como lo expresaron tras la Comisión de Sequía del 14 de marzo.

Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se encuentran al 24,24 por ciento de su capacidad y almacenan 4 hectómetros cúbicos (hm3) de agua menos que la semana anterior, ya que en total albergan 811,22 hectómetros cúbicos de los 3.346,6 de que disponen, según los datos facilitados hoy por este organismo.
Por sistemas, los embalses del Júcar se encuentran al 18,34 por ciento de su capacidad; los del Túria tienen un 40,07 por ciento de agua embalsada; en Alicante, el sistema de la Marina Baja/Serpis dispone del 83,30 por ciento de agua, mientras que en Castellón, el sistema Palancia/Mijares/Cenia se encuentra al 59,31 por ciento de su capacidad.
En el sistema de la Marina Baja, el embalse de Amadorio tiene un 80,65 por ciento de agua almacenada, mientras que el de Guadalest está al 78,62 por ciento. En el Serpis, el pantano de Beniarrés tiene el 87,11 por ciento de su capacidad cubierta. En el sistema Júcar-Turia, La Toba está en el 77,36 por ciento, el de Alarcón un 8,50 por ciento y el de Contreras en un 8,80 por ciento.
En el complejo de Cortes, El Molinar está en un 53,45 por ciento de su capacidad, Cortes II en un 96,52 por ciento, La Muela en un 47,48 por ciento, y El Naranjero al 67,00 por ciento. En el Bajo Júcar, el de Tous-La Ribera se encuentra al 37,12 por ciento; Escalona al 4,57 por ciento; y Bellus, al 41,04 por ciento. En el sistema del Magro, el pantano de Forata está al 15,41 por ciento de su capacidad.
En el Túria, el embalse de El Arquillo de San Blas está al 53,52 por ciento, Benagéber al 45,85 por ciento, Loriguilla al 18,50 por ciento y Buseo al 42,37 por ciento. En el sistema del Palancia, el de Regajo se encuentra al 91,31 por ciento de su capacidad y el Algar, al 0,00 por ciento.
En el sistema de Mijares, el de Alcora tiene almacenado un 69,34 por ciento; Arenós un 49,41 por ciento; María Cristina un 18,64 por ciento y Sichar el 90,80 por ciento. En el Cenia, el de Ulldecona está al 90,07 por ciento de su capacidad, mientras que en otros sistemas, el embalse de Almansa está al 0,00 por ciento y el de Onda al 82,76 por ciento.

Las últimas lluvias han salvado a la ciudad de Albacete de tener que volver a abrir sus pozos para completar la escasa agua que estaba llegando el Júcar.

Aunque con cierta cautela todavía, la alcaldesa, Carmen Oliver, confirmó ayer en rueda de prensa que la Confederación Hidrográfica del Júcar les había comunicado que tras el aumento en 30 hectómetros cúbicos de las reservas en el embalse de Alarcón, la ciudad se podría abastecer, al menos hasta septiembre, con agua del río al cien por cien.

A estas alturas del año, se estima que la ciudad necesitaría unos 7 hectómetros cúbicos para completar su abastecimiento y esa cantidad, a día de hoy, ‘la tenemos garantizada del Júcar’. Esta garantía alcanzaría, al menos, hasta septiembre cuando se dará por finalizado el año hidrológico.

Hace menos de un mes, exactamente el 7 de abril, el responsable de gestionar la cuenca del Júcar, Juan José Moragues, pidió audiencia con la recién nombrada alcaldesa para decirle que con los 62 hectómetros cúbicos que por aquel entonces almacenaba el embalse de Alarcón, no había agua suficiente para mantener el caudal ecológico del Júcar, es decir, para evitar que se secase el cauce del río, y al mismo tiempo dar de beber a los albaceteños.

Ante este negro panorama, el Ayuntamiento de Albacete accedió a volver a abrir los pozos para completar el abastecimiento de la ciudad, tal y como se había hecho entre febrero de 2006 y mayo de 2007. La medida fue criticada por el PP e Izquierda Unida, aunque aceptaron entendiendo que no quedaba otro remedio.

Ese remedio ha llegado caído del cielo. Las lluvias de estos días atrás han elevado las reservas del embalse de Alarcón, aunque tampoco su situación actual sería para tirar cohetes pues apenas supera el 8 por ciento de su capacidad total. Con todo, se ha pasado de los 62 hectómetros cúbicos de hace menos de un mes a superar los 92, es decir, que el aumento de las reservas ha sido más que considerable y, al parecer, suficientes para poder completar el año hidrológico, que finaliza en septiembre, sin tener que recurrir a agua de los pozos para beber.

Eso no significa que la reapertura de los sondeos no se vaya a plantear nunca más. De hecho, la alcaldesa dijo ayer que la Confederación del Júcar sigue adelante con los trámites iniciados para instalar un filtro de carbono en los pozos para mejorar la calidad del agua subterránea, una medida de emergencia que el Ayuntamiento de Albacete exigió como condición antes de hacer llegar a los grifos de los albaceteños agua del acuífero. ‘Esta obra se seguirá realizando, porque entra dentro del proyecto general de la ósmosis inversa’, justificó Oliver.

La portavoz del PP, Carmen Bayod, con quien la alcaldesa habló ayer por la mañana para comunicarle la noticia, se mostró partidaria de seguir adelante con esta obra. ‘No hay que dormirse en los laureles, la sequía nos azota cada cierto tiempo y hay que tener las obras de emergencia previstas y unas buena política de agua, que es lo que no tiene el PSOE ni en el Gobierno de la nación, ni a nivel regional, ni local’, declaró la edil popular a La Verdad.

Bayod mostró su satisfacción porque la ciudad de Albacete pueda seguir abasteciéndose únicamente con agua del Júcar, ‘tenemos el derecho, desde hace 30 años; tenemos la obra, gracias a que un gobierno del PP la declaró de interés nacional, ahora lo que hace falta es que siempre podamos disfrutarla y para eso -insistió- hace falta una verdadera política de agua’.